Líbano y el Oriente desmilitarizados, carecen de soberanía
Líbano, a lo largo de su historia y antes del ascenso de Hizbullah e Irán a la prominencia internacional, fracasó en construir un ejército fuerte capaz de disuadir a "Tel Aviv".
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Líbano y el Oriente desmilitarizados, carecen de soberanía
Además de Palestina, y en concreto Gaza, Líbano constituye un eslabón crucial y esencial en la oposición y la resistencia al Oriente abrahámico sionista y a la alianza de círculos imperialistas-sionistas y sus reservas asociadas de petróleo y gas licuado. Esto explica el fervor sin precedentes y los intentos de dichos círculos por cerrar este expediente lo antes posible.
Antes de examinar la situación libanesa y su contexto, ha quedado claro y evidente que una de las paradojas de esta situación es que el Estado que exige el desarme de la resistencia (en afirmación de su soberanía) es en sí mismo un Estado objetivo, junto con su ejército, convirtiéndose en un Estado despojado de soberanía con un ejército débil.
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Todas las iniciativas y proyectos que se debaten hoy en Líbano son decisiones externas de actores internacionales y regionales reconocidos, en particular Washington y las potencias petroleras, junto con sus extensiones y sombras locales, dentro del marco explícito y directo de la nueva tutela internacional.
Es bien sabido que Líbano, a lo largo de su historia y antes del ascenso de Hizbullah e Irán a la prominencia internacional, ha fracasado rotundamente en la construcción de un ejército fuerte y capaz de disuadir a "Tel Aviv". Su armamento se mantuvo extremadamente modesto en comparación con el mínimo necesario para disuadir al enemigo, que no permite ni desea permitir la presencia de ningún ejército árabe fuerte en sus fronteras.
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No deja de ser significativo que todas las batallas libradas contra el enemigo sionista fueran contra fuerzas no gubernamentales, desde facciones palestinas hasta la alianza del Partido Comunista y el Partido Nacional Socialista Sirio durante la batalla para revocar el Acuerdo del 17 de mayo, pasando por las batallas para liberar el sur lieradas por Hibullah
En el anhelado del Oriente abrahámico, imperialista, sionista y basado en el petróleo, las únicas armas permitidas, además de las del sionismo y las bases estadounidenses y británicas, son las de grupos criminales takfiríes, tras haberles proporcionado cobertura como autoridad gobernante (es decir, una autoridad con derecho al monopolio de las armas y a ejercer soberanía).
Desde que estos grupos fueron creados por las agencias de inteligencia sionistas, estadounidenses, británicas y neootomanas, así como por las potencias petroleras, han desempeñado su papel (de la mejor manera) propagando conflictos sectarios y masacres identitarias, con el objetivo de desviar la amenaza sionista mientras la nación se une.
Quizás el aspecto más peligroso de su historial criminal sea el "certificado de origen" de este producto negro y sangriento, que se compromete a no exportar sus productos a los mercados israelíes. Ni una sola bala ha sido disparada contra el enemigo sionista desde su fundación como los muyahidines de inteligencia de la OTAN en Afganistán contra Moscú.
No dudaron en declarar una alianza objetiva y de inteligencia con este enemigo después de que las agencias de inteligencia de la OTAN y neootomanas les rindieran Damasco. Esto incluso ha llegado al punto de establecer puestos de control conjuntos alrededor de la ciudad de Qatana, dentro de Damasco y a solo 12 kilómetros de la capital.
En conclusión, queremos decir que, mientras Washington, su protegido sionista y sus reservas petroleras están desatando las armas de las bandas takfiríes tras haberlas fortalecido en el Estado sirio, buscan desarmar a la resistencia que luchó y derrotó al enemigo sionista en numerosas ocasiones.
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El llamado a desarmar a Hizbullah en Líbano trasciende las consideraciones locales, independientemente de sus antecedentes y motivos, y del estribillo común sobre el Estado y su derecho a monopolizar las armas, y de las condiciones mínimas para la estatalidad y la soberanía ausentes en la mayoría de los países árabes.
El contexto real y tangible de dicho llamado es regional e internacional, y se hace eco de la agresión sionista y sus repercusiones en Líbano, Siria y la región en su conjunto. Se relaciona con la configuración propuesta para el Medio Oriente sionizado:
Primero: Un Oriente que no se centra en la amenaza sionista sino en conflictos internos y secundarios.
Segundo: Un Oriente despojado de soberanía y desmilitarizado, con la excepción de las armas del enemigo y las bandas takfiríes, y la construcción de una alianza declarada entre ellos, a la espera de una agresión conjunta que una a las dos partes contra Hizbullah. No es casualidad que las declaraciones y amenazas de los líderes del enemigo coincidieran con las declaraciones de un funcionario en el grupo de Hay'at Tahrir al-Sham, bajo el título "Persiguiendo a los partidarios de al-Assad".
Tercero: Un Oriente explosivo, contrario a lo que se afirma sobre un Oriente seguro y próspero.
Cuarto: Un Oriente abrahámico que se extiende desde el Golfo hasta Haifa, según la visión sionista y sus extensiones petroleras (un centro israelí para los hijos de Sara y una periferia árabe subordinada a los hijos de Agar, esclavos según la lógica bíblica).
Quinto: Un Oriente de cantones en forma de estados que hablan de soberanía y del monopolio de las decisiones sobre la guerra y la paz. La nueva formulación del concepto de Estado, régimen y autoridad se ha convertido en la base de esta ecuación (el Estado débil y el régimen fuerte). Se trata de una innovación derivada de la antigua fórmula que acompañó al Estado de Adam Smith, el primer filósofo del capitalismo, y que se conocía como el "Estado policial - Estado fiscal".
Sexto: Como es bien sabido, el camino hacia este Oriente abrahámico sionizado y sus capitales cantonales ha requerido, y sigue requiriendo, que los círculos imperialistas pongan fin a todos los ciclos de resistencia, objeción y desafío mediante la agresión directa, tras el fracaso de las revoluciones de color y las contrarrevoluciones.
Séptimo: Al mismo tiempo que se eliminaba la contradicción fundamental con el enemigo sionista, los proyectos de división y fragmentación, y los mapas demográficos y sectarios, transformándolos en identidades asesinas y disputas sangrientas, las mentiras anteriores sobre el supuesto contrato social fueron sustituidas por las constituciones más sectarias, regionales y retrógradas, y el judío estadounidense Noah Feldman fue el encargado de esta tarea.
Recordemos que uno de los problemas actuales de Líbano se remonta a la Constitución del Mandato Francés, impuesta a Siria tras su ocupación en 1920, transformándola en una unión de gobiernos sectarios. La bandera siria se adaptó a estos gobiernos (la bandera de tres estrellas volvió a ondear en Damasco tras la caída del Estado sirio).
Líbano y el Escenario Mencionado
Además de los intentos del enemigo, Washington, y sus extensiones petroleras de cerrar el expediente de la resistencia por razones bien conocidas, existen otros factores que explican toda esta lucha por desarmar a Hizbullah, entre ellos:
- Preparar la región, incluido Líbano, para nuevos mapas demográficos. Se habla de entregar el sur de Siria al enemigo sionista a cambio de dar Trípoli a Hay'at Tahrir al-Sham como puerto (sunita) para reemplazar el de Latakia.
- Proyectos sionistas para controlar el gas y el petróleo del sur de Líbano, así como toda la cuenca hidrográfica que se extiende desde el sur del río Litani hasta la cuenca del Yarmuk, pasando por los Altos del Golán.
- Y lo más peligroso de todo, Líbano se está preparando para una fórmula peor que el Acuerdo del 17 de mayo con el enemigo sionista en el marco de los llamados Acuerdos de Abraham.
Entre otras consideraciones relacionadas con el panorama libanés:
1- Recordar que la historia del colonialismo y sus instrumentos árabes y locales contra el movimiento nacional libanés es antigua, y se remonta a décadas anteriores a la Revolución iraní y al surgimiento de Hizbullah, y alcanzó su punto álgido durante la batalla de la alianza colonial conocida como el Pacto Bagdad-Ankara, el brazo sur de la OTAN. Esta batalla continuó hasta 1958, con la agresión estadounidense-británica a Beirut, apoyada por un conocido estado petrolero, que vio en la resistencia armada libanesa una extensión del proyecto nacionalista nasserista de la época.
Los enfrentamientos del movimiento nacional libanés con proyectos similares continuaron. El más peligroso de ellos fue el intento del enemigo sionista de desarmar este movimiento para hacer cumplir el Acuerdo del 17 de mayo, firmado por una alianza de círculos burgueses sunitas y maronitas. En aquel momento, intentó involucrar al Ejército libanés en esta batalla, pero fracasó estrepitosamente.
Quizás la manifestación más peligrosa de estas experiencias sea el intento de la alianza imperialista-sionista y sus aliados árabes y locales de trasladar la batalla a un plano interno y darle una dimensión sectaria.
2. Cada vez que los círculos imperialistas, sus alianzas y aliados no lograron doblegar la voluntad del movimiento nacional libanés y la resistencia armada, recurrieron al apoyo directo, abierto y descarado del enemigo sionista, como ocurrió en la agresión de junio de 1982 y en los posteriores ataques sionistas contra Hizbullah.
Existen indicios de una evolución peligrosa en este escenario. Si bien los imperialistas, sionistas y magnates petroleros involucrados saben que no hay otra fuerza que el enemigo sionista para ayudarlos en sus delirios de eliminar y desarmar a Hizbulah, y, junto con Washington, busca involucrar al Ejército libanés y a algunas fuerzas libanesas en una guerra interna.
También impulsó a los grupos terroristas takfiríes en Siria a participar en esta agresión, transformando toda la región en un escenario de tensiones sectarias. Esto planteó a Hizbullah dos opciones: deponer las armas o defenderse, lanzando una campaña mediática en su contra bajo el título "El uso doméstico de armas".
Es indudable que Hizbullah posee la experiencia, la sabiduría y la resiliencia necesarias para evitar estos dos peligros.
Además, e independientemente de las interpretaciones del partido, cabe destacar que entre las experiencias de los pueblos que resistieron la ocupación extranjera, y fueron sometidos a presiones externas que los privaron de su patrimonio nacional, sus fuentes de fuerza y su lealtad a sus mártires, mantuvieeron una amplia base popular, en la cual se encuentra la desobediencia civil como una forma pacífica que salvaguarda sus derechos y fuentes de fuerza, a la vez que preserva la unidad social y territorial del Estado.
3- Si bien quienes exigen el desarme de Hizbullah, en nombre del monopolio estatal de las armas, saben que nadie goza de verdadera soberanía más que la resistencia. Los verdaderos objetivos sionistas-estadounidenses-petroleros van más allá de esta retórica para liquidar la resistencia como una opción y estrategia que amenaza los proyectos y ambiciones sionistas en el territorio, los yacimientos de gas y la cuenca hidrográfica.
4- Si existen fuerzas que abrazan las visiones estadounidense-sionistas y petroleras, y quienes creen que pasar página en la resistencia llevará a Líbano a un estado de estabilidad y prosperidad (turística), es un puro engaño.
Lo que le espera a Líbano en escenarios hostiles, es lo mismo que le espera a toda la región, con una atmósfera de conflagración política interna y sectaria. Algunos quizá no sepan que la movilización interna de las bandas takfiríes en Siria gira en torno a lo que denominan la "Segunda Campaña de Keserwan", en referencia a la primera liderada por el pensador y fundador del terrorismo fundamentalista takfirí, Ibn Taymiyyah, contra los alauitas y chiítas que vivían en Keserwan antes de verse obligados a huir.
En relación con lo anterior, existen escenarios estadounidense-sionistas que hablan de una "Riviera" en Gaza y otra en el sur de Líbano, tras vaciarlos de sus poblaciones mediante genocidio y desplazamiento forzado. Esto se basa en el descubrimiento de enormes cantidades de gas frente a las costas de esas dos regiones, además de la mencionada guerra por el agua, particularmente en el sur de Líbano.
5- Por esta razón, y en consonancia con la sospechosa agenda mencionada, el desafío a las leyes, convenciones y normas internacionales ha cambiado, y su desprecio ha sido ignorado, incluso por el conocido exjuez de la Corte Internacional de Justicia que asumió la presidencia del poder ejecutivo. El desafío se ha trasladado del enemigo y la administración estadounidense al propio escenario libanés, a pesar de que el mencionado juez y cualquier libanés saben perfectamente que Líbano hoy tiene dos opciones:
- La opción del Pacto Nacional como referencia y quórum para todas las decisiones, y como válvula de escape para la nación, desde los detalles más simples hasta la votación y la legitimidad de las tres presidencias y sus instituciones.
- Una explosión social, ya que el enemigo busca trasladar la crisis de las fronteras al interior de Líbano.