Opiniones extremas de Bolsonaro hacen temer la violencia política
A la luz de los actos de provocación de la derecha brasileña, los expertos temen que la retórica de Bolsonaro pueda llevar a la violencia política.
Los líderes políticos de Brasil llamaron a la calma tras el asesinato de Marcelo Arruda, un miembro del Partido de los Trabajadores, que provocó la preocupación de que la violencia política estalle antes de las elecciones presidenciales de octubre en el país, informó The Guardian.
AFP también mencionó que el presidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro, y su rival de izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva, han usado chalecos antibalas en los mítines de campaña de cara a las elecciones de octubre, ya que la seguridad de los candidatos se considera una gran preocupación en un ambiente de profunda polarización política.
Lula, el expresidente de izquierda y líder del Partido de los Trabajadores, envió sus condolencias a la familia de Arruda, y pidió "diálogo, tolerancia y paz".
Por su parte, Bolsonaro, el presidente ultraderechista en funciones, afirmó que no quería el respaldo de los partidarios violentos. Sin embargo, publicó tuits atacando a la izquierda por un "innegable historial de episodios violentos".
The Guardian señaló que "Bolsonaro tiene un historial de truculencia y sus partidarios están detrás de una serie de ataques recientes que culminaron el pasado fin de semana con el asesinato del tesorero del Partido de los Trabajadores en la ciudad occidental de Foz de Iguaçu."
Mientras celebraba su 50 cumpleaños, Marcelo Arruda fue disparado por un guardia de la prisión federal gritando consignas a favor de Bolsonaro. Arruda era un destacado miembro del Partido de los Trabajadores de Brasil.
El asesinato de Arruda se produjo dos días después de que otro partidario de Bolsonaro lanzara un burdo artefacto casero con heces sobre una multitud de Lula en Río de Janeiro.
Tres semanas antes, un avión no tripulado lanzó lo que se informó que eran aguas residuales crudas en una reunión pro-Lula en el estado de Minas Gerais.
Al respecto, Darci Frigo, presidente del Consejo Nacional de Derechos Humanos de Brasil, consideró que "este grupo de ultraderecha, muchos de los cuales, incluido el presidente, tienen ideas fascistas, no quiere reconocer las instituciones y las reglas de juego establecidas."
"Bolsonaro ha tomado la decisión de eliminar a la izquierda y ha permitido que sus partidarios utilicen la violencia para ello, para dividir y odiar", consideró Frigo.
Indicó que "lo que ocurrió en Foz de Iguazú no es un caso aislado, fue alentado por la retórica del presidente".
El diario The Guardian citó a expertos que afirman que el actual avance de Bolsonaro en la mayoría de las encuestas con dos dígitos se debe en gran parte al "lenguaje incendiario" del presidente.
El presidente brasileño adoptó opiniones extremistas contra las mujeres, los afrobrasileños y la izquierda.
En 2018, dijo a una multitud en Acre que quería "ametrallar" a los izquierdistas y "echarlos" del Estado.
El sitio web del periódico destacó que, a pesar de su retórica, el propio Bolsonaro fue objeto de violencia política. Un mes antes de su victoria presidencial en 2018, fue apuñalado y pasó semanas en el hospital.
Felipe Borba, coordinador de un grupo de reflexión sobre la violencia política en la universidad Unirio de Río, dijo a The Guardian que la retórica de Bolsonaro no ha cambiado durante su tiempo en el cargo, y agregó que sus decepcionantes números en las encuestas lo están obligando a adoptar puntos de vista más extremos para asustar a los activistas de la oposición.
"El uso de la violencia contra los rivales es estimulada como parte de una estrategia electoral ... especialmente por el presidente Jair Bolsonaro contra los partidarios del ex presidente Lula", mencionó Borba, añadiendo que Bolsonaro "también lo está haciendo para desviar la atención de los problemas reales del país".
En el mismo contexto, un estudio realizado por la oficina de Borba reveló que el número de ataques por motivos políticos en 2022 es mayor que en el mismo período de hace dos años.
"Si Bolsonaro pierde las elecciones y se junta eso con su intolerancia y la percepción de que fue engañado, podríamos tener violencia a gran escala después de las elecciones, algo cercano a lo que vimos en Estados Unidos con la invasión del Capitolio", advirtió Borba.