Mientras continúa la guerra en Ucrania, Japón ha impuesto nuevas sanciones a más de 140 rusos, a la República Popular de Donetsk (RPD) y a la República Popular de Lugansk (RPL), entre los que se encuentra el primer ministro ruso Mijail Mishustin, así como a 71 empresas rusas, entre ellas Almaz-Antey.

La nueva lista de sanciones ya está disponible en el sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón.

En un principio, se había indicado que se habían impuesto sanciones a 133 rusos, RPL y RDP. Según las listas completas, son 141 en total, con ocho en Rusia y 133 en la LPR y DPR.

La decisión de abandonar el petróleo ruso es dolorosa

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Según declaró el lunes el primer ministro japonés, Fumio Kishida, Japón ha tomado la dura decisión de prohibir las importaciones de petróleo ruso porque la unanimidad del G7 "es lo más importante".

Tras la reunión del G7, Kishida declaró en una rueda de prensa que él y los líderes del G7, así como Zelensky, intercambiaron y reiteraron su solidaridad con Ucrania.

"Teniendo en cuenta el petróleo, para nuestro país fuertemente dependiente de las importaciones de energía, ha sido una decisión difícil, pero ahora es el momento en el que más importa la cohesión del G7. Teniendo en cuenta la declaración de los líderes del G7, hemos decidido básicamente prohibir las importaciones de petróleo ruso".

Kishida también reafirmó el compromiso de Japón de mantener sus participaciones en los proyectos de extracción de gas natural y petróleo Sajalín-1 y Sajalín-2, al tiempo que indicó que Tokio tiene la intención de eliminar gradualmente las importaciones de petróleo en los proyectos en los que también participa.

"En cuanto a las importaciones de petróleo de la participación de nuestro país [en los proyectos rusos], teniendo en cuenta que contribuyen a un suministro duradero, de bajo coste y estable de energía, las reduciremos gradualmente para minimizar los efectos perjudiciales en la vida de la gente y en la actividad empresarial", declaró.

Los líderes del G7 se reunieron prácticamente el domingo para debatir los últimos acontecimientos en Ucrania, con la presencia también de Zelensky. Los gobiernos del G7 se comprometieron a seguir imponiendo sanciones a Rusia por la operación en Ucrania, "eliminando o prohibiendo la importación de petróleo ruso".

Además, el G7 también se comprometió a "reforzar el aislamiento de Rusia en todos los sectores de su economía", aislando al país de los "servicios clave de los que depende Rusia".