Condena unánime a nuevos episodios de ultraje al Corán en Europa
Irak censuró enérgicamente las nuevas acciones contra el Libro Sagrado y la bandera nacional en Dinamarca, bajo la protección estatal.
Las naciones islámicas mantienen sus más enérgicas condenas contra los actos islamofóbicos protagonizados en naciones europeas y criticaron las acciones de los Estados al permitir estos crímenes contra los símbolos religiosos y políticos más sagrados.
A los hechos acontecidos en Suecia, se sumó este sábado un acto semejante frente a la embajada de Irak en Dinamarca.
El grupo ultranacionalista Patriotas Daneses quemó un ejemplar del Sagrado Corán y una bandera iraquí, bajo protección policial y en presencia de representantes de medios de comunicación.
De acuerdo con la agencia de noticias turca, Anadolu, el movimiento extremista replicó la acción en redes sociales.
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Al respecto, el ministerio de Relaciones Exteriores de Irak sancionó en los términos más enérgicos el crimen y mostró su pleno compromiso de seguir la evolución de estos atroces incidentes, los cuales no pueden ubicarse en el contexto de la libertad de expresión.
Estos ultrajes avivan reacciones y ponen a todas las partes en situaciones críticas, afirmó la cancillería iraquí.
El ministerio también llamó a la comunidad internacional a oponerse de manera urgente y responsable a estos crímenes que violan la paz social y la convivencia en todo el mundo.
Igualmente, acordó una reunión de emergencia de los ministros de Relaciones Exteriores de los estados miembros de la Organización para la Cooperación Islámica para analizar este trágico asunto.
El encuentro tendrá el objetivo de establecer mecanismos colectivos para enfrentar la islamofobia en el contexto de las decisiones nacionales y foráneas.
Asimismo, llamó a la comunidad global a cumplir con sus obligaciones de manera responsable e igualitaria, tal como lo estipulan las resoluciones internacionales.
Por su parte, el líder del movimiento iraquí sadrista, Muqtada al-Sadr, expresó su enojo por el repetido crimen contra el Noble Corán en Suecia y Dinamarca.
Según consideró a través de Twitter, “hablar ya no es útil y escribir discursos de condena ya no es convincente".
El viernes, decenas de iraquíes se manifestaron frente a las puertas de la Zona Verde para protestar contra esas violaciones a sus símbolos sagrados.
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Hace dos días, el ultraderechista de origen iraquí, Salwan Momika rompió una copia del Corán y la bandera de su país frente a la sede diplomática de Bagdad en Estocolmo. Este fue su segundo ultraje en menos de un mes.
Este acto generó una condena generalizada de varios países, lo que llevó al gobierno sueco a dar marcha atrás y condenar los hechos, describiéndolos como un "acto antiislámico".
El gobierno iraquí decidió expulsar a la embajadora sueca del territorio en respuesta al permiso reiterado del gobierno sueco para realizar tales acciones.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanaani, denunció enérgicamente los hechos y reafirmó la necesidad de unidad entre todos los gobiernos y pueblos islámicos para combatir de manera efectiva cualquier abuso contra las santidades.
Asimismo, aclaró, la República Islámica de Irán continúa sus contactos y negociaciones con los países islámicos para combatir la ignorancia en el siglo XXI que apuntó a la dignidad humana en nombre de una falsa libertad de expresión occidental.
Desde la perspectiva de Teherán, el gobierno danés es responsable de prevenir las ofensas y enjuiciar a los autores. La opinión pública mundial espera medidas prácticas al respecto, sentenció.