Deportaciones de migrantes por EE. UU. provocan rechazo en África
Estados Unidos deporta migrantes a países africanos sin vínculos de origen, desatando críticas por el uso de presión económica y diplomática para imponer acuerdos migratorios.
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EE.UU. deporta a migrantes a Sudán del Sur y Esuatini, la mayoría sin vínculos con el país (Foto: AP)
Las recientes deportaciones de migrantes por parte de la administración del presidente de Estados Unnidos, Donald Trump, generó una ola de indignación en África, según un reporte de Foreign Policy.
Esta estrategia de Washington, que incluye presiones diplomáticas y económicas, resultó duramente criticada por gobiernos, organizaciones civiles y analistas internacionales.
Migrantes enviados a países sin vínculo de origen
La semana pasada, Estados Unidos deportó a cinco migrantes originarios de Cuba, Jamaica, Laos, Vietnam y Yemen a Esuatini, una pequeña nación del sur de África.
Dicha acción se produjo poco después de que la Corte Suprema aprobara la deportación de ocho hombres a Sudán del Sur, aunque solo uno de ellos era ciudadano de ese país.
“Esto sienta un precedente peligroso, ya que los países poderosos pueden utilizar a países más pequeños y económicamente más débiles como vertederos de migrantes no deseados”, denunció el Foro Multisectorial de Esuatini, una coalición de organizaciones de la sociedad civil.
Justificación oficial y condiciones de reclusión
Los cinco migrantes deportados a Esuatini fueron condenados por delitos graves. Actualmente, los deportados se encuentran en régimen de aislamiento en una prisión de máxima seguridad.
Al justificar la medida, la portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, dijo que sus países de origen se negaron a aceptarlos.
Incertidumbre sobre la repatriación
Aunque Esuatini expresó su intención de colaborar con la Organización Internacional para las Migraciones para repatriar a los migrantes, el organismo alegó que no participó en el proceso ni recibió solicitud formal de asistencia.
Los detalles de los acuerdos entre Estados Unidos y países como Esuatini y Sudán del Sur permanecen confidenciales.
Sin embargo, en marzo, el gobierno de Trump acordó pagar seis millones de dólares a El Salvador por aceptar deportaciones masivas.
Presión económica y diplomática
Estados Unidos utilizó herramientas como la ayuda exterior, la prohibición de visados, la cooperación en seguridad y los aranceles para presionar a países africanos.
"Si bien el comercio de Esuatini con Estados Unidos representa solo el 1,7 por ciento de su comercio total, el comercio del país con su vecina Sudáfrica —que enfrenta un arancel estadounidense del 30 por ciento a partir del 1 de agosto— representa casi el 70 por ciento", señaló Foreign Policy.
Expansión de acuerdos migratorios
Durante un almuerzo en la Casa Blanca, Trump instó a los líderes de Gabón, Guinea-Bisáu, Liberia, Mauritania y Senegal a aceptar deportados de terceros países.
Mientras tanto, Ruanda confirmó en mayo que está en conversaciones con Washignton sobre un posible acuerdo migratorio.
Además, documentos internos obtenidos por CBS News revelaron que la administración Trump identificó a Angola, Benín, Guinea Ecuatorial, Libia y Moldavia como posibles países receptores.
Nigeria, por su parte, mostró resistencia. El ministro de Asuntos Exteriores, Yusuf Tuggar, declaró que su país resistirá la "presión estadounidense para aceptar deportados”.
La política migratoria de la Casa Blanca genera tensiones diplomáticas, especialmente en África, donde muchos gobiernos enfrentan dilemas entre la presión económica y la soberanía nacional.