Una nueva agresión israelí contra Gaza
Los círculos militares y de inteligencia israelíes observan atentamente los progresos que los movimientos de la Resistencia palestina están realizando en términos de capacidades militares y técnicas en los últimos años.
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Una nueva agresión israelí contra Gaza.
El viernes 5 de agosto, el ejército de ocupación israelí inició un nuevo asalto a los movimientos de la resistencia palestina en Gaza. Esta vez la agresión se centró en el Movimiento de la Jihad Islámica Palestina. Bajo el pretexto de frenar la "amenaza inminente" del PIJ, el ejército israelí lanzó una amplia campaña de bombardeos sobre la Franja de Gaza que incluía ataques aéreos y misiles contra los dirigentes de la Jihad Islámica y muchos edificios civiles y administrativos e infraestructuras.
Se registraron decenas de víctimas y cientos de heridos, entre ellos niños. En respuesta, la Resistencia Palestina lanzó con éxito cientos de cohetes contra objetivos israelíes, provocando el caos y perturbando la vida y la economía, especialmente en las zonas del sur de "Israel". A pesar de sus sofisticados sistemas de seguridad antimisiles, "Israel" no logró bloquear la mayoría de los "simples" cohetes palestinos.
Esto se ha convertido en un patrón en la última década. Cada uno o dos años, el ejército de ocupación israelí ataca las zonas palestinas, especialmente en Gaza, infligiendo graves daños y dejando cientos, si no miles, de personas muertas o heridas. Es como un castigo colectivo dirigido al pueblo palestino por su incansable lucha contra la ocupación. Siempre hay una supuesta "excusa" para desencadenar las agresiones, y los israelíes tratan de presentarlas, ante el mundo, como "defensa propia".
Como siempre, la Resistencia Palestina, esta vez la Jihad Islámica,demostró heroísmo y determinación en la lucha por defender a su pueblo frente a la brutal agresión israelí. Los colonizadores israelíes fueron incapaces de empujar a los palestinos a rendirse o a levantar la bandera blanca, a pesar de la disparidad de capacidades militares entre ambos. Aparte de la destrucción y las matanzas, los israelíes no pudieron conseguir ningún objetivo político o estratégico.
Los círculos militares y de inteligencia israelíes observan atentamente los progresos que los movimientos de la Resistencia palestina están realizando en términos de capacidades militares y técnicas en los últimos años. Teniendo en cuenta su fracaso para detenerlo, "Israel" decidió que su mejor esperanza es impedir los avances en los programas de la Resistencia Palestina lanzando estas campañas periódicas de destrucción y asesinatos. El gobierno israelí y los jefes del ejército saben muy bien que sus anteriores campañas no tuvieron éxito y que los movimientos de la Resistencia Palestina después de los encuentros siempre salen más fuertes que antes, pero aun así, insisten en continuar con el mismo enfoque una y otra vez. Quieren demostrar a su pueblo que están haciendo algo, y que no se quedan de brazos cruzados.
Es cierto que la Resistencia Palestina perdió a algunos comandantes de alto nivel en el último encuentro, a saber, Tayseer Al-Jaabari y Khalid Mansour, que eran los principales líderes del ala militar de la Jihad islámica, Saraya Al-Quds. La pérdida de estos cuadros es sin duda un golpe para la Jihad Islámica, eso es un hecho. Sin embargo, la historia reciente de los movimientos de resistencia en Gaza demuestra que la sangre de los mártires inspira a más personas a unirse y a continuar la marcha de liberación nacional.
Está surgiendo una nueva y sorprendente generación palestina. Los jóvenes palestinos, con conciencia política e inspiración nacional, están dispuestos a luchar y sacrificarse por su país. No se dejan intimidar por el "poder" de la ocupación israelí ni se deprimen ante la difícil situación de los palestinos, sino que representan el futuro de una Palestina liberada. La historia demuestra que cada nueva generación de líderes de la Resistencia no tiene menos determinación y celo revolucionario que la anterior. Los líderes emblemáticos que caen en el campo de batalla no están "perdidos" como podrían pensar los israelíes, sino que son la fuerza motriz de la continuidad y el avance del movimiento de la Resistencia y la lucha nacional. Esa es la lógica palestina que los israelíes no entienden.
Desde el punto de vista político, el alto el fuego negociado por Egipto refleja, en cierto modo, la comprensión de "Israel" de que ya no puede mantener operaciones a largo plazo contra Gaza. Los misiles fabricados localmente que "Israel" no logra detener son en realidad una "disuasión palestina" que impide a "Israel" mantener operaciones prolongadas. También se observó que el ejército israelí no puso un pie dentro de la Franja de Gaza. No querían ningún combate directo con los guerrilleros palestinos que, a diferencia de sus soldados, verían con buenos ojos tal encuentro.
Las nuevas reglas de enfrentamiento son ya bien conocidas: "Israel" pagará por cualquier agresión al pueblo palestino y lo hará con creces. Los términos del alto el fuego incluían el compromiso de los egipcios de hacer un seguimiento del caso de los prisioneros de alto rango de la PIJ y de los cautivos retenidos en las cárceles israelíes hasta su liberación. Fue la principal condición que la PIJ planteó a la delegación egipcia que negoció el alto el fuego.
Por último, cabe destacar que esta vez los israelíes trataron de crear una brecha entre los movimientos de resistencia palestinos atacando ampliamente a la Jihad islámica Palerstina, mientras evitaban públicamente las bases y los cuadros del movimiento Hamas. La relación entre los dos movimientos de resistencia siguió siendo sólida, como siempre lo ha sido.
Larga vida a Palestina, y gloria a los que han caído en el camino de la libertad y la justicia.