¿Irían Turquía y Grecia a la guerra para controlar los recursos petroleros en el Mar Egeo?
El mar Egeo está siendo testigo de una gran tensión entre Turquía por un lado y Grecia por otro, debido al conflicto por los recursos de petróleo y gas en esta región.
Esto podría conducir a un conflicto armado entre los dos países, que han sido hostiles entre sí durante los últimos dos siglos, desde la guerra de independencia de Grecia del Imperio Otomano en 1821, que culminó con la independencia del país en 1829.
Cabe señalar que los dos países son miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, pero esto no mitigó esta hostilidad. Lo que exacerba la posibilidad del inicio de una guerra es que los dos países atraviesan difíciles condiciones económicas que intentan solucionar controlando los recursos de petróleo y gas en el Mediterráneo oriental, que se estiman en un cinco por ciento de las reservas mundiales de gas. Los expertos creen que la situación entre los dos países ha llegado al punto más peligroso en años.
Estrategia turca
En un artículo de Hellenic Shipping News titulado "La búsqueda de Turquía de campos de gas y petróleo en disputa tendrá consecuencias para la estabilidad", Sam Meredith expresa que la exclusión de Turquía de los acuerdos de seguridad y desarrollo regional entre los muchos estados ribereños del Mediterráneo oriental ha hecho que Ankara se sienta cada vez más acorralada. El escritor citó a Emre Perker, director del departamento de Europa de Eurasia Group, diciendo en una entrevista con CNBC que Turquía buscaría asegurar su estrategia en el Mediterráneo oriental.
A mediados de agosto, Turquía intensificó sus pasos cuando envió el buque de reconocimiento y exploración "Oruc Reyes", acompañado de buques de guerra turcos a zonas disputadas con Grecia y Chipre para realizar sondeos, algo que Grecia consideró pasos de provocación que podrían conducir a un conflicto armado. La Comisión Europea llamó a Turquía a detener lo que consideró pasos provocativos, pero Ankara rechazó esta advertencia afirmando su derecho a realizar perforaciones en áreas marinas que considera propias.
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Según un informe elaborado por la Fundación Synergia, Turquía necesita urgentemente encontrar sus propias fuentes de energía ya que depende completamente de la importación de petróleo y gas. Según el informe, Turquía importa el 99 por ciento de su gas y petróleo y que importa el 40 por ciento del gas que necesita de Rusia.
Vale la pena mencionar que la región del Egeo es rica en gas y petróleo. El petróleo fue descubierto en esta área en 1971 por la Compañía de Exploración Oceanográfica de Denver, que descubrió el campo petrolero "Prinos" entre la isla de Tassos y la ciudad de Kavala en tierras griegas. El campo fue desarrollado por Energean Gas and Oil Company, la misma empresa que se vio envuelta en controversia luego de que la entidad sionista la contratara para desarrollar el campo Karish, que se disputa entre el Líbano y la entidad sionista. La producción en el campo de Prinos comenzó en 1974 y recibió su nombre del pueblo de Prinos, que es el área habitada más cercana al campo. En ese momento, las reservas del campo se estimaban en 90 mil millones de barriles, con una tasa de producción diaria estimada de 1.900 barriles. Pero en 2020, las reservas del campo se estimaron en 120 mil millones de barriles.
Antecedentes del conflicto
Los últimos descubrimientos de petróleo en la región oriental del Egeo fueron realizados por una empresa italiana, que encontró un campo que contenía 3,5 billones de metros cúbicos de gas, lo que encendió la competencia entre Grecia, Egipto, Chipre y Turquía para apoderarse de él. Lo que complica el asunto en la región del Egeo es que después de la Primera Guerra Mundial, Grecia tomó el control de la mayoría de las islas en el Mar Egeo, incluso aquellas muy cercanas a la costa turca.
Esto profundizó la disputa sobre los límites de las aguas territoriales en el Mediterráneo oriental. Mientras que la mayoría de los países ribereños del Mediterráneo Oriental firmaron la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que otorga a cada país una distancia territorial de 12 millas náuticas y 200 millas de zona económica exclusiva, Turquía se negó a firmar y prefirió adherirse al principio de la plataforma continental, considerando que la extensión de sus aguas territoriales en el Mar Egeo es en realidad más amplia de lo estipulado en la Convención de las Naciones Unidas. Esto hizo que Turquía disputara la soberanía de Grecia sobre la isla de Kastellorizo, que tiene una superficie de 10 kilómetros cuadrados y está a solo dos kilómetros de la costa turca.
Egipto apoya a Grecia
El conflicto pasó a otras dimensiones después de que Turquía firmara en 2019 con el Gobierno de Nader al-Sarraj, que tenía el control de la capital libia, Trípoli un acuerdo para definir las fronteras marítimas entre ambos, además de un acuerdo sobre seguridad y cooperación militar. Egipto, que apoya al mariscal Khalifa Haftar, anunció su objeción al acuerdo, al igual que Grecia que consideró que el acuerdo ignora que la isla griega de Creta se encuentra en el mar entre Turquía y Libia. A esto le siguió la firma por parte de Turquía y el Gobierno de Unidad Nacional de Libia encabezado por Abdul Hamid Dbeibeh a principios de octubre de 2022 de un acuerdo preliminar para explorar esta zona en búsqueda de petróleo. Esta acción llevó a Egipto y Grecia, que tienen una asociación estratégica entre ellos, a anunciar que se opondrían a cualquier actividad de exploración en el área en disputa. En respuesta, Turquía anunció que recurriría al uso de tecnología de drones para monitorear la navegación de los submarinos griegos, lo que intensificó la tensión entre los dos lados.
En 2019 Egipto y Grecia contribuyeron al lanzamiento del Foro de Países Productores de Gas y Petróleo en el Mediterráneo Oriental con la membresía de siete países: Egipto, Chipre, Francia, Grecia, Israel, Italia, Jordania y Palestina, y excluyeron a Turquía de la membresía. Esto enfureció a los líderes turcos en Ankara que consideraron que excluir a Turquía del Foro contradice el espíritu del acuerdo establecido en 2007 entre Turquía y Grecia, que consistía en tender oleoductos y gasoductos en la región del mar Egeo conectados a otros gasoductos y oleoductos desde Azerbaiyán para transportar petróleo y gas en el Mar Caspio a través de Turquía hasta el Mar Egeo y de allí a Europa. Se suponía que esta era una de las ramificaciones de la línea Nabucco, que era un competidor de los oleoductos y gasoductos rusos que se dirigían a Europa, lo que hizo que el presidente ruso interviniera para frustrarla presionando a los países de Asia Central y proporcionando buenas ofertas a Hungría para no formar parte del proyecto.
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El impacto de la crisis económica en ambos países
Tanto Turquía como Grecia cuentan con el petróleo y el gas del Egeo para obtener nuevos rendimientos económicos que les ayuden a superar su crisis económica. El PIB nominal de Turquía se estima en alrededor de un billón de dólares estadounidenses, lo que la convierte en la decimosexta economía del mundo. Sin embargo, en términos de PBI real, la economía turca se considera la 64 del mundo. La crisis financiera que estalló en Turquía en 2018 y que continúa hasta el día de hoy, llevó a una caída en el valor de la moneda de 3,65 liras turcas por dólar en 2017 a 18,23 liras turcas por dólar en septiembre de 2022. La deuda turca es de 453 mil millones de dólares, es decir, equivalente al 45 por ciento del producto interno bruto.
En cuanto a Grecia, su producto interno bruto ronda los 222.100 millones de dólares, lo que la convierte en la quincuagésima tercera economía del mundo en términos de valor nominal y la quincuagésima cuarta en términos de producto interior bruto real. Una crisis financiera y económica estalló en el país en 2010, lo que lo hizo que el país entrara en una larga crisis política de la que aún no se ha recuperado. La deuda griega asciende a unos 350.000 millones de euros y equivale al doble de su producto interior bruto. Estas cifras sitúan a Grecia en una situación económica más difícil que la situación económica turca. De aquí que las élites políticas y económicas de los dos países estén motivadas a tratar de controlar los recursos de petróleo y gas en el Mar Egeo a toda costa, incluso considerando la opción militar. ¿Presenciaríamos un conflicto armado entre los dos países que se supone que son aliados en la OTAN, y si eso sucede, cuáles serían las repercusiones en dicha organización?