Las tensiones latentes bajo la superficie amenazan con socavar la estabilidad del sistema alemán en los próximos años.

En mayo de 2022, Alemania registró un déficit comercial mensual de mil millones de dólares por primera vez en 30 años, en medio de una inflación creciente y una interrupción de la cadena de suministro que pesa sobre la base industrial del país. Un déficit comercial significa que la economía alemana ha perdido impulso rápidamente.

En el primer semestre de 2022, ninguna empresa alemana figuraba entre las 100 empresas con mayor valor bursátil. Esto demuestra que las empresas alemanas han perdido el reconocimiento del mercado. Alemania se especializa en la exportación de bienes de capital basados en empresas industriales tradicionales, pero desde octubre de 2018, la producción industrial alemana ha sido continuamente negativa.

El sector automovilístico alemán no solo sufre una pérdida de reputación, sino también una falta de visión. Además, los competidores de Alemania en el extranjero hace tiempo que son más reactivos a las megatendencias, como la e-movilidad, la digitalización o la conducción autónoma. Los fabricantes de automóviles alemanes ya no parecen actuar como líderes tecnológicos. En términos de vehículos totalmente eléctricos, Tesla está superando a los fabricantes de automóviles alemanes. Además, las empresas alemanas todavía no han mostrado ningún éxito significativo en el sector de las tecnologías de la información. El desarrollo futuro no parece mucho más halagüeño.

La crisis energética se está convirtiendo cada vez más en una crisis económica y social.

Las empresas energéticas alemanas están soportando el peso de la guerra entre Rusia y Ucrania. Los precios nacionales de la energía siguen disparándose, y la tasa de inflación anual se confirmó en el 10 por ciento en septiembre de 2022, alcanzando un nuevo máximo no visto desde la reunificación de 1990. El consumo de gas natural por parte de los consumidores residenciales también ha aumentado, ocupando una gran parte del consumo de los hogares. Como resultado, la mayoría de las familias no pudieron aumentar sus ahorros o inversiones.

Un número considerable de hospitales en Alemania puede enfrentarse a cierres debido al aumento de los costes energéticos y a la inflación. El Ministerio de Sanidad del país se reunirá ahora con el Ministro de Hacienda, Christian Lindner, para debatir posibles formas de ayuda que el gobierno podría proporcionar al maltrecho sector sanitario, pero no habrá ningún fondo federal especializado.

Alemania atraviesa actualmente una grave crisis energética que se está convirtiendo cada vez más en una crisis económica y social.

Berlín es el motor de la Unión Europea. Si algo va mal en la economía alemana, es seguro que Europa entrará en recesión. Nomura Holdings dijo que esperaba que la economía europea comenzara a contraerse en el transcurso del segundo semestre de 2022 y que la recesión se prolongara hasta el verano de 2023, con un descenso total del 1,7 por ciento del PIB. El Reino Unido, que ya ha abandonado la UE, no se salvará y su PIB caerá un 1,5 por ciento.

¿Es Estados Unidos un aliado fiable?

Estados Unidos siempre ha considerado el Nord stream como una espina. No sólo tiene que ver con el comercio energético entre la UE y Estados Unidos, sino también con la situación del dólar. Después de que Europa probara las bondades del Nord Stream 1, se puso en la agenda el Nord Stream 2, que duplicaría efectivamente las importaciones alemanas de gas desde Rusia. Nord Stream se estaba convirtiendo en la arteria energética clave de la circulación interna del sistema energético, que excluiría a Estados Unidos. No sólo es una parte importante de Eurasia, sino también un eslabón importante del sistema energético mundial.

Al mismo tiempo, Rusia aceleró sus planes de desdolarización, avanzando hacia el uso del euro como principal unidad monetaria utilizada en el comercio de energía, lo que sin duda constituye un reto para el dólar. Estados Unidos sólo podría desempeñar un papel crucial en el suministro de gas de Europa si el vapor Nord no estaba operativo. Por ello, EE.UU. pidió que se detuviera por completo el Nord Stream, alegando un perjuicio económico para Kiev. A continuación, Estados Unidos dijo que Nord Stream supone una grave amenaza para la seguridad nacional estadounidense y europea porque crea una situación en la que Rusia podría retener estratégicamente la energía de los países europeos. Estados Unidos utilizó la explosión del gasoducto para lograr sus propios objetivos, pero para toda Europa, especialmente para Alemania, fue significativamente peor.

En 1953 el gobierno polaco había renunciado a cualquier otra reclamación de compensación por la Segunda Guerra Mundial por parte de Alemania. Pero el Ministro de Asuntos Exteriores de Polonia firmó recientemente una nota oficial dirigida a Alemania en la que solicitaba unos 1,3 billones de euros. El repentino cambio de rumbo no ha sido una decisión improvisada. Si Alemania pagara la deuda de la Segunda Guerra Mundial, se vería muy debilitada. Polonia sabe muy bien que sus demandas de reparaciones alemanas nunca podrán hacerse efectivas. Pero, ¿por qué ha dado un paso innecesario?

Recientemente, Alemania suavizó su postura sobre la crisis entre Rusia y Ucrania: Los alemanes se oponen firmemente a que el gobierno suministre armas a Ucrania. Los políticos también han pedido el fin de la ayuda militar a Ucrania. Mientras tanto, el Parlamento alemán también aprobó una resolución para suspender el apoyo adicional a Kiev. Por supuesto, Estados Unidos no está satisfecho con esto, pero se resiste a decir directamente que no. 

En septiembre, los medios de comunicación publicaron la filtración de un plan secreto de Estados Unidos para supuestamente destruir la economía alemana. Aunque se discute la autenticidad del documento de la RAND, hay que reflexionar sobre hasta qué punto Estados Unidos es un "aliado".

Washington está obligando a los países europeos a tomar una decisión, elegir o abandonar una alianza estratégica con Estados Unidos. Alemania ha entregado armas a Ucrania bajo la presión de Estados Unidos. ¿Pero qué ha obtenido Alemania al final?