La más severa de las medidas coercitivas unilaterales e ilegales contra Siria y su pueblo es escuchar al representante permanente de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad hablar sobre la situación humanitaria en Siria y las consecuencias de estas condiciones para la paz internacional y la seguridad, especialmente porque reduce a Siria a las áreas controladas por los terroristas de Estados Unidos.

No sé cuál es el sentimiento personal de esta delegada, pues sabe sin lugar a dudas que la raíz y el fin del problema en Siria son los planes sionista-estadounidenses, que permitieron que miles de terroristas ingresaran a Siria, y cuando fracasaron en su misión, las fuerzas estadounidenses intentaron difundir en ellos el espíritu de continuidad poniendo sus manos pecaminosas sobre las capacidades del pueblo. Sus tropas saquean el petróleo sirio y sus leyes imponen un asedio brutal a millones de civiles.

La misma pregunta se dirige a tres miembros del Congreso, calificados de "hombres de ley", que se infiltran durante media hora en el noroeste de Siria y se retiran por miedo a ser atacados, porque saben con certeza que lo que están haciendo es ilegal, vergonzoso y peligroso. ¿Cómo puede un país que hace exactamente lo contrario de lo que dice pensar que es capaz de presentar un modelo de liderazgo al mundo? ¿Qué clase de democracia es ésta? y ¿De qué derechos humanos están hablando?

Los miembros del Congreso French Hill, Ben Klein y Scott Fitzgerald, se han infiltrado en territorio sirio, del mismo modo que un ladrón, un contrabandista y un terrorista se han infiltrado a través del cruce de Bab al-Salama, que están tratando de mantener abierto para la entrega de ayuda humanitaria, como medida de seguridad. afirman, y a través de su visita reconocen que apoyan el terrorismo que altera la seguridad de millones de civiles indefensos en Siria.

Contradicciones tan flagrantes entre las palabras y los hechos en la política estadounidense, no sólo hacia Siria, sino también hacia el mundo entero, son las que encendieron los movimientos de rebelión en África contra Occidente en su conjunto, y son las que contribuyen diariamente a la transformación de más países del mundo para buscar alternativas al brutal sistema colonial occidental, que se da el derecho de alterar la vida de los pueblos, subestimar sus capacidades intelectuales y materiales y saquear sus riquezas.

No es exagerado decir que lo que estamos presenciando hoy en la arena internacional representa un despertar sin precedentes en la mayoría de los pueblos del mundo a la verdad de los regímenes represivos occidentales, a la verdad de todas las consignas falsas que proclaman y a la verdad de los objetivos básicos que persiguen en términos de saqueo de riquezas, subyugación de voluntades y mantenimiento de un colonialismo maligno, más disfrazado y peor que el viejo y directo colonialismo.

Después del golpe de Estado en Níger, se publicaron estudios que hablaban de la importancia de los programas de formación impartidos por Estados Unidos al personal militar de los países africanos, y que estos programas se centraban ante todo en la adopción de valores "liberales", es decir, lealtad a los valores de opresión, saqueo y esclavitud, y no en la difusión de valores democráticos en esos países, y  estos programas han llevado al poder a las élites militares liberales títeres y corruptas en muchos países africanos.

Por lo tanto, estos golpes que tienen lugar en África Occidental y se extienden a otros países, derrocan las bases humanas liberales de liderazgo, a quienes Estados Unidos trabajó para entrenar, madurar y llevar al poder, y los implican en corrupción y empleo para inteligencia extranjera, y ese es el papel de Occidente en la abyecta pobreza en la que se encontraban, a pesar de la enorme riqueza de sus países.

En una investigación conjunta realizada por tres profesores de ciencias políticas en los Estados Unidos titulada "Ganar la guerra de influencia contra China", se revela al lector si los autores pretenden o no la esencia y el propósito de la ayuda estadounidense en cualquier lugar y en cualquier campo. Proporcionan lo que llaman "ayuda" directamente a los ejércitos, incluidos salarios en efectivo y otras formas de dominio sobre estos ejércitos, como programas de entrenamiento.

Los investigadores dicen que la fuerza militar del "mundo libre", como ellos se llaman a sí mismos, es importante pero no suficiente, en un momento en que el Partido Comunista Chino está utilizando los incentivos económicos y las elites intelectuales para expandir la influencia de China en el mundo, cuyo objetivo es una alternativa a Estados Unidos como potencia global, y sin duda socavará los intereses coloniales estadounidenses. Por lo tanto, los investigadores que sirven a sus regímenes coloniales dicen que debe haber una estrategia clara y una campaña activa para alentar a los países a resistir la influencia china.

Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos empezó con la idea de “ayuda”; desde el Plan Marshall de Alemania hasta la concesión de ayuda a Japón y Corea para evitar que se conviertan en una órbita de la Unión Soviética. Durante la Guerra Fría, la ayuda estadounidense fue parte de su estrategia de contención, y esta ayuda tuvo un gran impacto en la consecución de los intereses estadounidenses. Entre estos esfuerzos se encontraba el establecimiento de USAID en 1961 y la Fundación de Apoyo a la Democracia en 1983.

Las investigaciones muestran que esta ayuda ha ayudado a promover los intereses de los Estados Unidos en los países que la reciben, y también ha creado nuevas oportunidades y mercados para los negocios y el comercio estadounidenses, de modo que once de los socios comerciales más importantes de los Estados Unidos fueron países que reciben ayuda estadounidense. De esta manera, la ayuda estadounidense crea aliados, socios y clientes confiables para Estados Unidos y su orden liberal. Entre 2012 y 2022, ocho países pudieron revertir su rumbo político y regresar a la órbita estadounidense gracias al apoyo que les brindaron.

Al observar esta exitosa experiencia desde el punto de vista estadounidense, los investigadores piden: "Intensificar la ayuda a países estratégicamente importantes que compiten con China y Rusia". Es decir, la ayuda debería tener como primer objetivo la competencia con China, independientemente del nivel. de ingresos y quiénes son los países que más necesitan ayuda.

Desde esta perspectiva, la ayuda debe estar vinculada a los objetivos de la política exterior y los intereses estadounidenses, y esta ayuda debe estar vinculada a programas de seguridad y reformas, como lo hizo Estados Unidos en Europa occidental, Colombia, Corea del Sur y Chile. Estados Unidos también debería hacer de la promoción de la "democracia" un objetivo principal de su política de desarrollo: los investigadores añaden que la competencia por la influencia global no sólo se produce en el Océano Pacífico, sino también en los parlamentos, los consejos locales, las oficinas ejecutivas, los partidos y los sindicatos. y los ejércitos, por supuesto.

¿No hay en esta divulgación y en este estudio detallado un claro mecanismo de acción para infiltrarse en las sociedades, no sólo a través de políticos de alto rango, sino también a través de funcionarios locales, parlamentos, municipios y todos aquellos que puedan sentirse atraídos a trabajar para difundir el pensamiento liberal y los valores occidentales, y servir prácticamente al proyecto de Estados Unidos y sus intereses?.

¿No es este estudio una prueba de que la ayuda estadounidense en cualquier campo, y para cualquier objetivo que afirmen, es una punta de lanza para extender la influencia y la voluntad estadounidenses, lograr los intereses estadounidenses, proporcionar ingresos y comprar lealtad y cuentas por cobrar para continuar la hegemonía de Estados Unidos y su influencia contra la voluntad y los intereses de las personas que afirman ayudarla a desarrollarse y prosperar?

Por eso la ayuda estadounidense actual, y el suministro de dinero de forma secreta e ilegal, es lo que funciona para fragmentar a los países, detener la rueda del desarrollo y lograr el saqueo de la riqueza.

Afortunadamente, la mayor parte de África, Asia y América Latina han despertado hoy y esperamos que pronto llegue el día en que la ayuda estadounidense no encuentre a nadie que la acepte, y las instituciones a las que han dado nombres democráticos no encuentren a nadie que acepte beneficiarse de ellas, porque ya saben que este dinero es el precio de la dependencia de la voluntad y de la dependencia humillante, y de lograr los intereses de los Estados Unidos y no los intereses de la parte cuya ayuda reclaman. Su cita es por la mañana, ¿no está cerca la mañana?