Aunque la mayoría de elementos que hoy en día representan la temporada navideña, son una creación occidental como el pesebre o nacimiento que fue creatividad  de San Francisco de Asís en Italia en los tiempos del medioevo o a San Nicolás, que es descrito como oriundo de la Anatolia pero que ha sido sacado prácticamente del contexto cristiano, lo cual lo han hecho los norteamericanos, que lo utilizan para crear al Santa Claus y fuera de eso muy comercial, siendo parte de la publicidad de una marca de bebidas cola, o los alemanes incluyendo un árbol de abeto o un pino, como decoración navideña que se popularizara primero en EE.UU., porque un medio norteamericano lo vio en la decoración Navideña de la familia real Británica en los tiempos de la reina Victoria (los cuales eran de ancestros alemanes) o que un alcalde Neoyorquino en la década de los años veintes se le ocurre decorar el espacio público, utilizando extensiones eléctricas con luces de colores, por lo tanto en occidente muy pocos asocian la Navidad con Palestina, sabiendo que según la narrativa Cristiana, Jesús nace en Belén, la cual queda en Palestina. 

En el cristianismo occidental, sea Europa, América o hasta en Australia y Nueva Zelanda, a Jesús lo ven como un judío que se opuso al liderazgo religioso Judaico de la época y que además es el hijo de Dios y que tras su crucifixión y resurrección también se fusiona con su padre para ser el mismo Dios y a partir de todo eso ya están creadas las condiciones para que nazca el cristianismo. En occidente el común de la gente al igual como en la época de las cruzadas, ignoran la existencia de las iglesias orientales, ya sean de liturgia Griega, Siriaca, Copta o Armenia, desconociendo que en medio oriente se practica el cristianismo y la navidad por lo tanto se celebra con mucha tradición que no debería ser una novedad para los occidentales si no que deberían verla con profundo respeto y reconocimiento como el lugar de origen de la tradición. 

En gran parte, desligar la navidad y a Jesús de Palestina, se debe a la penetración sionista en el cristianismo, que se mueve con mucha facilidad en las iglesias evangélicas y en el catolicismo de ritual latino, donde la consigna de asociar a Jesús como judío es contradictoria con la misma doctrina de la Iglesia  que lo considera el mismo Dios y fuera de eso  sin aclarar que los judíos de hoy no significa que sean de la antigua Judea y fuera de eso tampoco incluyen a esa Judea como parte de Palestina, por lo tanto hoy gran parte de occidente hasta relacionan a Jesús como si fuera un israelí, ya que se juega a confundir palabras como israelita y tierra de "Israel" con el ente sionista llamado "Israel", que incluso muchos cristianos occidentales van a Palestina, comprando paquetes de viajes especiales para turismo religioso y ni se enteran que estuvieron en Palestina, porque les mencionan términos medievales como tierra Santa o creen que la mención bíblica Tierra de "Israel" es el mismo ente sionista, ni se enteran que los que creen en Jesús en Palestina son los árabes palestinos sean cristianos o musulmanes, llegando a ignorar que Jesús en el Islam es el profeta del amor y de la paz. 

Otra manera de desligar a Palestina y toda esa Siria histórica del cristianismo, es también una campaña mal intencionada por las iglesias Pentecostales, donde prácticamente a las iglesias de oriente e incluso al catolicismo latino, las consideran como si fueran Iglesias de falso cristianismo, bajo un discurso de fundamentalismo, donde incluso las asocian como diabólicas, por lo tanto en el común de norteamericanos pentecostales no sienten ninguna empatía cristiana por un Palestino ni siquiera si es cristiano, que consideran más cercano a un Judío sionista y al que prácticamente ven como superior al creer que todos los judíos son de la estirpe única de los bíblicos Isaac y de su hijo Jacob.

El cristianismo occidental con el mundo cristiano oriental no ha sido justo ni respetuoso, le desconoce su antigüedad, le desconoce su tradición en la fe, ni siquiera desde sus pulpitos ha sido capaces ante sus feligreses de diferenciar sionismo de judaísmo, incluso contribuyen al discurso sionista de considerar a los judíos como un linaje superior que aunque no crea en Jesús, el solo hecho de “su linaje” los hace excepcionales. Hoy no hemos visto ni siquiera desde el Vaticano una posición solidaria con los cristianos Palestinos, que rechace y condene la barbarie del genocidio llevado por el sionismo, ni siquiera se acuerdan ya de Hilarión Capucci  el cual fue Arzobispo de Cesárea y vicario del arzobispado de Jerusalén para la iglesia Católica Melquita (Roum Katholik) que daba su vida por la causa palestina y por la cual sufrió la persecución sionista y el confinamiento en las mazmorras del ente sionista.

El mundo cristiano occidental debería  tener claro que navidad significa nacimiento, que en árabe se le dice Milad, que ese nacimiento es la razón de ser de su fe y que conocemos como Jesús, al cual los Palestinos llaman como Issa o como Yessua, que la narrativa cristiana ubica como nacido en Belén, donde  son Árabes Palestinos y de fe cristiana, que Nazaret es tierra de Árabes Palestinos, que lo que llamaban Judea es desde hace mucho tiempo, tierra de gente culturalmente Árabes Palestinos, que esa Judea y esa Galilea queda en la Palestina histórica, que Jesús no es israelí y lo que bíblicamente llaman tierra de "Israel" no es el ente sionista.