Desafíos económicos globales para el año 2024: Deudas, inflación y geopolítica
Este será un año de inflación, altas tasas de interés, guerra, desaceleración y desempleo, y quienes quieran poner la economía bajo el yugo de la política cosecharán solo estos resultados, los cuales estarán reflejados de manera directa en los sistemas políticos y tendrán un impacto significativo en muchos cambios en las caras que gobiernan los países occidentales.
Los factores geopolíticos se convirtieron en el principal controlador del estado de la recuperación económica, superando el umbral de los 100 mil millones de dólares en el producto interno bruto mundial, mientras que la deuda alcanzó un nivel récord de 307,4 mil millones de dólares.
En los últimos tres años, la economía global sufrió pérdidas por valor de 3,7 mil millones de dólares debido a shocks sucesivos, con una disminución de la tasa de crecimiento del 3,8 por ciento en 2020 al tres como máximo en 2023.
Deudas e Inflación
Esto va acompañado de un aumento masivo en el volumen de deudas de las principales economías, especialmente Estados Unidos, cuya deuda superó los 33,2 mil millones de dólares, representando el 126 por ciento de su producto interno bruto.
Estas deudas se dividen entre deuda externa a países extranjeros, que representa el 30 por ciento y China, Japón y Reino Unido tienen la mayor parte de esta.
Mientras el resto es deuda interna, con el gobierno federal solo poseyendo el 21,8 por ciento de ella, es decir, 6,87 mil millones de dólares. Esto incluye programas como "Medicare" y fondos crediticios especializados para carreteras y seguros de depósitos bancarios, entre otros. Además, las tasas de interés se acercaron al ocho por ciento.
Mirando a Europa, la situación no es mucho mejor, ya que la deuda de los países de la zona del euro alcanzó el 91,4 por ciento del producto interno bruto en 2022, según la agencia de Estadísticas de la Unión Europea “Eurostat”, un nivel de deuda mucho más alto que el límite máximo del 60 por ciento del PIB establecido en el llamado "Pacto de Estabilidad y Crecimiento" de la Unión Europea.
Tal pacto es especialmente relevante para los países de la zona del euro, ya que se supone que garantiza la estabilidad de la moneda.
Sin duda, este desequilibrio económico global tiene múltiples causas, pero está inevitablemente ligado a las dimensiones políticas estadounidenses luego de que Washington impusiera una ecuación: impresión de moneda + deuda + altos intereses, que golpeó al mundo con inflación y ahora rige los precios del petróleo y los alimentos, así como a los países económicos emergentes y emergentes con problemas de contracción, desaceleración y recuperación, y sus deudas superaron el 80 por ciento de su PIB, por lo que las crisis económicas se convirtieron en la dirección dominante, acompañadas del desempleo y la quiebra corporativa.
Si Estados Unidos y Europa consideran que el juego de intereses es el "Juego de los Grandes", este juego tiene repercusiones negativas, ya que no tiene garantizados resultados a la luz del conflicto con China, que tiene un PIB que supera al de la Unión Europea, y su tasa de crecimiento interno alcanzó el 5,4 por ciento en 2023, según el Fondo Monetario Internacional, mientras que el crecimiento disminuyó en la mayoría de los países del mundo.
Además, Pekín continúa con su política de invertir en puertos marítimos e infraestructuras de países que han superado los mil billones de dólares, donde se prevé que el conflicto de Estados Unidos con China sea una parte clave de la campaña presidencial de Estados Unidos.
El desafío de Bab el Mandeb y las dimensiones geopolíticas
Como resultado del conflicto en el Medio Oriente, en particular la guerra en curso en Gaza desde el 7 de octubre durante la Operación Diluvio de Al-Aqsa, la fragilidad de la economía israelí se ha expuesto. La obstrucción de las fuerzas armadas yemenitas al comercio hacia y desde el Estado de "Israel2 a través del mar Rojo y Bab el Mandeb, uno de los pasos marítimos más importantes del mundo, desempeñará un papel crucial e impactante en los resultados económicos de la guerra, algo que no se tuvo en cuenta en los planes del Occidente hacia el Medio Oriente.
Las ramificaciones económicas de lo que está sucediendo en la región de Bab el Mandeb llevarán sin duda a una contracción global y a una desaceleración en las economías. Cada año, 21 mil barcos cruzan el estrecho, junto con cinco millones de barriles de petróleo diarios, además de 700 mil millones de dólares en comercio mundial para Europa, que tiene la mayor participación en ello.
Asimismo, paralizar la navegación en el puerto de Eilat de “Israel” tendrá repercusiones mayores de las imaginadas por aquellos que buscan trazar una política económica comercial basada en la agresión, la injusticia y el crimen que ocurre en Gaza.
En resumen, este es un año de inflación, altas tasas de interés, guerra, desaceleración y desempleo, y quienes quieran poner la economía bajo el yugo de la política cosecharán solo estos resultados, los cuales esatarán reflejados de manera directa en los sistemas políticos y tendrán un impacto significativo en muchos cambios en las caras que gobiernan los países occidentales.