La posición de China sobre la situación en el sur del Líbano
China busca evitar la propagación del conflicto en las líneas del frente libanés que presencian hostilidades relacionadas con la guerra en Gaza, proteger los intereses chinos en primer lugar y emerger como un actor internacional que busca lograr la paz en el mundo en segundo lugar.
Desde el pasado 8 de octubre, el sur del Líbano fue testigo de enfrentamientos entre la resistencia libanesa y el “ejército” de la entidad de ocupación israelí en el contexto de la agresión contra la Franja de Gaza. La intensidad de los enfrentamientos aumentó en los últimos días, “Israel” amplió sus operaciones militares para llegar profundamente al sur del Líbano y atacó un automóvil en la zona de Jadra, al norte de la ciudad de Saiad. Días antes, el bombardeo israelí tuvo como objetivo la ciudad de Nabatieh.
El frente libanés fue abierto para apoyar y ayudar a la Franja de Gaza y, por tanto, la situación en el sur del Líbano está vinculada a la situación en la Franja. El cese de las hostilidades en Gaza conducirá inevitablemente al cese de los ataques militares entre Hizbullah e “Israel”, y así lo expresó el secretario general de Hizbullah, Sayyed Hassan Nasrallah, en su discurso con motivo del Día de los Heridos, cuando dijo: “Amenazas, intimidación e incluso la guerra, todo eso no detendrá al frente Sur, su cese está vinculado únicamente al cese de la agresión contra Gaza, pero por otro lado, si “Israel” reanuda sus ataques contra el sur del Líbano, la resistencia libanesa defenderá sus libanesas con firmeza y determinación.
La vinculación entre Gaza y el frente sur del Líbano fue evidente. Por ejemplo, durante las anteriores treguas acordadas entre la resistencia palestina e “Israel” para entregar ayuda y liberar a rehenes y prisioneros las hostilidades en la Franja de Gaza cesaron, también cesaron los ataques entre "Israel" y Hizbullah. Cuando la entidad reanudó sus bombardeos sobre la Franja de Gaza, la tensión regresó en el sur del Líbano.
Con el inicio de los ataques entre la resistencia libanesa e "Israel", voces externas comenzaron a pedir calma y que el conflicto no se expandiera al Líbano, testigo de intensas visitas de funcionarios estadounidenses, incluido Amos Hochstein, el enviado especial de Estados Unidos, desde el inicio de las hostilidades en el sur del Líbano, y funcionarios europeos, entre ellos el ministro de Asuntos Exteriores francés, Stéphane Ségornet, quien advirtió al Líbano que “Israel” podría lanzar una guerra para devolver a decenas de miles de sus ciudadanos a la región fronteriza, además del ministro de Asuntos Exteriores británico, David Cameron.
Estas visitas tenían como objetivo garantizar la seguridad y protección de “Israel”, cesar el fuego en los sitios sionistas y devolver a los colonos al norte de la Palestina ocupada.
China, por su parte, no se pronunció de manera explícita sobre la situación en el sur del Líbano, pero expresó en repetidas ocasiones su preocupación por la expansión del conflicto a otras regiones de Medio Oriente. El enviado especial a la región, Zhai Jun, señaló la preocupación de Beijing por la extensión del conflicto a las fronteras libanesa-israelíes y sirio-israelíes.
Beijing es consciente de que las tensiones en el sur del Líbano, así como la crisis del mar Rojo, están relacionadas con la guerra en Gaza, y que las operaciones de resistencia libanesa acontecieron después de los ataques israelíes a la Franja de Gaza, y detener la guerra en la Franja será seguido de finalizar los ataques militares entre Hizbullah e "Israel".
La política exterior de China está basada en resolver cualquier disputa de forma pacífica. Por eso, siempre llama, cuando ocurre un conflicto, disputa o tensión en una región del mundo, a la calma y a resolver las diferencias a través de medios políticos y diplomáticos sin el uso de la fuerza.
Desde el inicio de los ataques israelíes contra la Franja de Gaza, China pidió un alto el fuego inmediato y el cese de las masacres contra el pueblo palestino, utilizó diversos medios diplomáticos y políticos para detener los combates y mandó a su enviado especial al Oriente Medio para calmar la situación. También exhortó a celebrar una conferencia de paz para resolver la causa palestina.
Además de los esfuerzos de China por trabajar con otras partes interesadas en evitar la expansión del conflicto en el Medio Oriente, Beijing proporcionó ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y a los desplazados en el sur del Líbano.
China tiene buenas relaciones con varios partidos libaneses, incluido Hizbullah, que considera a China digna de confianza y creíble, ya que no interfiere en los asuntos internos de otros países y tiene buenas relaciones con Teherán. Hizbullah siempre dio la bienvenida a las inversiones chinas en el Líbano y solicitó la cooperación con Beijing.
En uno de sus discursos del año pasado, el secretario general de Hizbullah, Sayyed Hassan Nasrallah, dijo que China está lista y dispuesta a iniciar proyectos en el Líbano que mejorarán la situación económica.
El Líbano solicitó varias veces la ayuda de China y, ante las asfixiantes condiciones económicas que atraviesa, en 2021 requirió la ayuda de países amigos, entre ellos China. Por este motivo, el exembajador chino en el Líbano, Wang Kejian, se reunió con funcionarios libaneses para discutir las inversiones chinas en el Líbano, especialmente en proyectos de infraestructura, electricidad, tratamiento de residuos y energías renovables.
En cuanto al conflicto entre “Israel” e Hizbullah, China cree que Hizbullah es un movimiento de resistencia que defiende su tierra. Así lo expresó el exembajador chino en el Líbano, al considerar que “Israel es quien ocupa tierras libanesas, y eso está claro, China defiende el principio del derecho de los libaneses a proteger su soberanía y los esfuerzos para proteger a su país son legítimos.
Desde que comenzaron los ataques israelíes contra el Líbano, el Consejo de Seguridad emitió varias resoluciones de condena a los ataques y pidió a “Israel” retirarse del territorio libanés. Todas estas resoluciones fueron aprobadas por China.
En la guerra de julio de 2006, China reclamó un alto el fuego inmediato e incondicional, condenó las masacres cometidas por “Israel” contra el pueblo libanés y votó todas las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas que exigían a “Israel” compensación para el Líbano por la contaminación de petróleo en las playas libanesas después que “Israel” atacara los tanques de Jiyeh.
Beijing participó en la conferencia para la recuperación temprana del Líbano, celebrada en Estocolmo en 2006, y en la conferencia París III, celebrada en 2007, y proporcionó millones de dólares en donaciones al país de los cedros y desempeñó un papel importante en la eliminación de minas, municiones sin detonar y municiones de racimo dejadas por la ocupación israelí, a través de las fuerzas de paz chinas en el sur del Líbano.
La posición de China en torno al conflicto libanés-israelí no difiere de sus políticas habituales de llamar a la calma, rechazar la violencia, resolver los conflictos por medios pacíficos y condenar las masacres cometidas contra civiles.
Sobre los enfrentamientos ocurridos en la actualidad entre la resistencia libanesa e “Israel”, China cree que están relacionados con la guerra en Gaza y el cese de las hostilidades en la Franja será seguido por un cese de los enfrentamientos en el sur del Líbano.
Por otro lado, China busca, mediante consultas con las partes interesadas, evitar que el conflicto se extienda, ya sea en el Líbano, Yemen u otros frentes que presencian hostilidades relacionadas con la guerra en Gaza, para proteger primero los intereses chinos y emerger como un actor internacional que busca alcanzar la paz en el mundo.