Slogan
Periodista y comentarista
Si no fuera por la increíble firmeza del pueblo de Gaza, la incansable resistencia armada, combinada con los esfuerzos sostenidos de los frentes de apoyo en Líbano, Yemen e Irak, la victoria no habría sido posible.
La agenda estadounidense-israelí para remodelar Asia Occidental está alimentando una retórica antimusulmana que recuerda a la "guerra contra el terrorismo" de principios de la década de 2000.
El estancado alto el fuego en Gaza se ve obstaculizado por los planes de anexión de Israel, las divisiones políticas y las tensiones regionales. Mientras tanto, la Resistencia Palestina se mantiene firme, lo que pone de relieve la lucha de Israel por declarar una clara victoria a pesar de los duros ataques y el escrutinio mundial.
A pesar de los esfuerzos concentrados para eliminar los bastiones de la resistencia, la limpieza étnica, los desplazamientos masivos y la escalada de violencia, ¿será testigo Cisjordania de una Tercera Intifada?
Hay varias formas en que este conflicto puede desarrollarse ahora, y todas ellas implicarán resistencia a los esfuerzos del régimen sionista en todos los frentes.
Sin embargo, la lucha no debería leerse de esta manera, ya que el verdadero poder no reside en “Tel Aviv”, sino en Washington.
Sin un gobierno de Estados Unidos dispuesto a detenerlos, los sionistas caminan de puntillas hacia lo que será una destrucción sin precedentes.
El conflicto entre "Israel" y Líbano entró un período de transición, y los sionistas ya no creen en líneas rojas, reglas o derecho internacional: sólo creen que están luchando para evitar su destrucción como régimen.
Después del 7 de octubre, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se enfrentó a una crisis masiva, peor que la enfrentada jamás por la entidad sionista.
El sistema político de EE. UU. no está dirigido por el público y los votantes, ellos tienen pocas opciones de decidir sobre qué políticas se implementarán.