La 'paz a través de la diplomacia' es una excusa para colaborar con los israelíes
Robert Inlakesh sostiene que la confianza de los líderes árabes e islámicos en la “paz a través de la diplomacia” con Israel no sólo es una estrategia fallida sino también una forma de complicidad que permite la expansión y la dominación sionista en toda la región.
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La 'paz a través de la diplomacia' es una excusa para colaborar con los israelíes
Tras lo que se ha calificado ampliamente como el fracaso de una reciente cumbre árabe-islámica de emergencia, tras el ataque israelí en Doha, muchos países árabes y actores políticos siguen persiguiendo el concepto de "paz a través de la diplomacia". Esta estrategia no solo es fallida, sino también engañosa.
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La reciente conferencia de emergencia, convocada como un supuesto paso para imponer un precio a los israelíes por violar la soberanía qatarí y atacar Doha, en un intento fallido de asesinato contra los líderes de Hamas, ha sido ampliamente calificada de fracaso. Inmediatamente después de la conclusión de esta cumbre, los sionistas intensificaron sus bombardeos terroristas sobre la ciudad de Gaza, y los medios de comunicación israelíes anunciaron el inicio de su operación terrestre para ocupar la zona.
De manera similar, tras la adopción por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) de la llamada “Declaración de Nueva York” sobre el Estado palestino, una iniciativa combinada saudita-francesa que está logrando un mayor reconocimiento occidental de Palestina, los israelíes la tomaron como luz verde para una escalada en la Cisjordania ocupada.
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Mientras tanto, el gobierno libanés y varios ministros han adoptado un plan para desarmar a Hizbullah. El primer ministro libanés, Nawaf Salam, también ha declarado públicamente su deseo de normalizar las relaciones con el régimen sionista en una entrevista con la CNN, afirmando que la diplomacia será suficiente para obligar a los israelíes a cesar sus ataques a su país.
Quizás aún más vergonzoso es que el régimen sionista le ha ofrecido un acuerdo de normalización al gobernante sirio, Ahmad al-Sharaa, quien ha sido ampliamente ridiculizado por su débil discurso de 50 segundos en la reciente Cumbre Árabe-Islámica, según un informe de Axios. Este acuerdo de normalización se presenta como un "pacto de seguridad", pero se ha comparado con el egipcio-israelí de 1979.
En Siria, este supuesto enfoque diplomático solo conducirá a una mayor dominación israelí sobre la nación fracturada. La entidad sionista exige la desmilitarización de toda Siria al sur de Damasco, mientras permanece en los del Golán, incluido el territorio que capturaron a finales del año pasado. Reuters también reveló que los israelíes financian a unos tres mil militantes en la zona de Sweida, de mayoría drusa.
Las demandas israelíes en Siria son que se les permita tener dominio aéreo total y un corredor con acceso directo para atacar a Irán, mientras las autoridades en Damasco intensifican sus esfuerzos para reprimir la resistencia palestina y evitar transferencias de armas a Hizbulah en Líbano.
En cuanto a la estrategia del gobierno libanés, los israelíes envían a sus altos funcionarios a recorrer el sur ocupado y afirman que no abandonarán esa posición. Han cometido más de cinco mil violaciones del acuerdo de alto al fuego durante el último año y siguen asesinando y secuestrando civiles, mientras que los gobernantes de Beirut, respaldados por Estados Unidos, se quedan de brazos cruzados y se quejan de que Irán supuestamente viola su soberanía.
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Lo que está teniendo lugar actualmente es un ritual de humillación pública contra los dirigentes árabes, que se comportan como esposas maltratadas que se niegan a admitir que sus maridos ricos son narcisistas abusivos.
La Entidad Sionista ha bombardeado Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria, Irak, Yemen, Egipto, Qatar, Túnez e Irán en los últimos dos años. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declara abiertamente que impulsa el llamado proyecto del "Gran Israel", al ocupar más territorio en Líbano y Siria, amenazando con anexar también Cisjordania ocupada y partes de Gaza. "Israel" incluso amenaza ahora a Egipto.
Los líderes de los países árabes e islámicos saben todo esto, pero siguen hablando a sus poblaciones como si fueran intelectualmente inferiores a ellos y no pudieran comprender lo que está sucediendo.
El portavoz militar de las Brigadas al-Qassam, Abu Obeida, declaró en su último discurso que estos árabes y musulmanes son enemigos de Gaza y que algún día rendirán cuentas. Su condena no fue espontánea, ya que afirmó que todo el mundo musulmán ha sido incapaz de entregar siquiera alimentos a la población de Gaza.
El año pasado, antes de su asesinato en Beirut, Sayed Hassan Nasrallah advirtió a los dirigentes árabes que su complicidad se les volvería en contra, que ellos también serían víctimas de los sionistas con los que han estado colaborando y que nadie se salvará.
Los líderes de primera línea en la lucha contra el régimen sionista han advertido a las naciones árabes de lo que está por venir, pero todos decidieron ignorar los llamados. Ahora, las consecuencias han vuelto al gallinero.