Hasta siempre, Ziad Rahbani, ícono de la cultura de Líbano
Era hijo de un músico prestigioso, Assi Rahbani, y de una de las más famosas cantantes árabes de todos los tiempos, Fairuz.
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Hasta siempre, Ziad Rahbani, ícono de la cultura de Líbano
Desde el 26 de julio, un fantasma parecía recorrer Beirut y marcaba los últimos minutos tras la muerte de Ziad Rahbani.
¿Quién era este artista? Compositor, pianista, dramaturgo, actor, periodista y activista político. ¿Quién era él? Intérprete que dialogaba con los clásicos de la cultura árabe. ¿Quién era él? Que vivió intensamente y murió antes de tiempo.
Rahbani reunió, mezcló y embelleció, en su vida y en su obra, pedazos del mundo cultural más célebre del Líbano.
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Nacido en una familia cristiana, era hijo de un músico prestigioso, Assi Rahbani, y de una de las más famosas cantantes árabes de todos los tiempos, Fairuz.
Hizo música con ellos y para ellos, pero también se nutrió de todas las influencias que se cruzaban en Beirut.
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Acompañado por un piano, le bastaban pocos segundos y acordes para enamorar oídos y mezclar el los distintos folklores de la región, la chanson francesa, el funk, el pop y hasta la bossa nova.
Más allá de las fronteras triunfó, siempre defendiendo las raíces melódicas que aprendió en su casa. Ofreció un recital en Damasco que aún es recordado, por muchos, como uno de sus recuerdos más felices.
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Por eso, ahora que ya no volverá a los escenarios, su público inunda las redes sociales con versos de discos notables como Houdou Nisbi (1985), Ana Moush Kafer (2008) y Bennesbeh Labokra Chou (2010).
Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, tanto el presidente Joseph Aoun como el primer ministro Nawaf Salam, y representantes de sectores religiosos distintos, coincidieron en despedirlo con honores.
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Pero sus "héroes", en sus canciones y obras de teatro, no eran las grandes figuras. Eran los hombres y mujeres de a pie, los olvidados por la geopolítica. Aquellos que hablan a través de sus artistas.