Cuando leí el artículo publicado en el Jerusalem Post sobre el asesinato de la renombrada periodista árabe Shireen Abu Akleh, decidí analizar la terminología y los conceptos promovidos en este texto como un ejemplo de noticias y análisis maliciosamente engañosos combinados. Este tipo de artículos no se escriben para informar, sino para desinformar y, en este caso, para cubrir el crimen más horrendo y descarado contra una periodista árabe autóctona cuya voz llevaba al mundo el mensaje honesto y verdadero del pueblo palestino. 

El artículo alega inocencia, pero es una inocencia tan falsa; quieren aparentar que persiguen la verdad apoyando el llamamiento del embajador estadounidense a una investigación exhaustiva. Pero el problema, según afirman, es que "algunos están echando la culpa a "Israel" de forma salvaje antes de que la investigación haya empezado siquiera" y que "los palestinos no están dispuestos a cooperar con Israel en una investigación conjunta". La respuesta a ambas afirmaciones engañosas es que la víctima fue asesinada por un francotirador israelí, y los testigos sobre el terreno vieron que llevaba el chaleco de prensa y el casco, lo que todo el mundo vio. A pesar de todo ello, el francotirador le dio en el cuello, y aún así no se ha considerado que "Israel" planificara y llevara a cabo un acto terrorista contra una periodista inocente, por lo que no se debe permitir que el asesino forme parte de la investigación, según el periódico. 

Incluso después de la muerte de Shireen, los israelíes seguían apuntando a ella, y uno de sus colegas gritaba: ¡ya está muerta, muerta, basta!  El mensaje israelí era alto y claro: quien quiera transmitir la verdad de la ocupación se enfrentará al destino de Shireen Abu Akleh. Esto no es ni una afirmación ni una acusación, sino un hecho sólido de lo que ha sucedido delante de mucha gente y que fue transmitido por las cámaras de todo el mundo. No hay necesidad de investigar un crimen que tuvo lugar delante de tanta gente y que fue grabado en directo por las cámaras. No es la primera vez que "Israel" ataca deliberadamente a los periodistas o a los palestinos activos cuyas voces sobre lo que realmente ocurre en la Palestina ocupada comienzan a ser escuchadas. El modo en que los israelíes trataron el féretro de Shireen al día siguiente y sus intentos de despojar su féretro de la bandera palestina e impedir que la gente acompañara su funeral dice mucho de su intención definitiva de deshacerse de ella como símbolo e icono de los luchadores palestinos contra los horrores de la ocupación israelí. 

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Nadie tiene tiempo ni paciencia para escuchar siquiera las mentiras israelíes, que fueron cambiadas tantas veces en un esfuerzo por encubrir un crimen planeado y diseñado para silenciar a una de las voces palestinas más prominentes contra la ocupación israelí. Lo que los funcionarios israelíes trataron de afirmar muestra su búsqueda de cualquier narrativa que pueda tener sentido, según ellos, pero todos sus intentos estaban condenados al fracaso porque están tratando de tapar el sol con un dedo. 

La conclusión del artículo culmina el abuso de un crimen horrendo de la manera más fea y estúpida. Dice lo siguiente: "La muerte de Abu Akleh es terrible. Pero lamentablemente se está utilizando cínicamente para culpar a "Israel", algo que incitará a otros a llevar a cabo aún más ataques terroristas contra el Estado judío". Oh, querida, no ves que el mundo ha cambiado y que la mayoría de la gente sabe hoy con certeza que "Israel" es la fuente de los ataques terroristas contra los palestinos, los sirios y los libaneses, y que "Israel" es la última ocupación sobre la faz de la tierra cuyo historial de crímenes contra los palestinos está bien documentado y establecido. 

Me pregunto durante cuánto tiempo podrás escribir semejante basura, y durante cuánto tiempo encontrarás lectores a los que les interese leer lo que escribes. Todo el pueblo del sur del hemisferio sabe a estas alturas que en Occidente no hay prensa libre ni una verdadera preocupación por los derechos humanos y que el racismo y la discriminación son moneda corriente contra los no occidentales y que Occidente tiene una larga historia de condonación de los crímenes israelíes contra los árabes. Shireen Abu Akleh no es la primera víctima de los crímenes israelíes, pero la arrogancia israelí les llevó a perpetrar un crimen así delante de las cámaras de televisión y por eso no hay duda de que un francotirador israelí la mató en un ataque terrorista planeado de antemano. Más pronto que tarde, la gente descubrirá que no hay necesidad de leer esos medios de comunicación cuya única preocupación es encubrir la verdad en lugar de transmitirla.