Muchos se sorprenden ante la existencia de palestinos de ascendencia en el África Subsahariana, pero la presencia de ellos en Palestina es tan antigua como la del surgimiento del imperio Árabe y el Islam, siendo víctimas en el  comercio de esclavos y también como peregrinos musulmanes asentándose en Jerusalén, durante el Imperio Árabe, el Califato Fatimí, el periodo Mameluco y el Imperio Otomano, incluso durante el mandato británico.

Los ancestros Africanos de los afropalestinos, llegaron a Palestina desde el África Subsahariana, que los árabes llamaban Bilad As-Sudán (tierra de Negritudes), de países como los actuales Sudán, Chad, Níger, Mali, Senegal, Gambia, Nigeria, Ghana, Burkina Faso, Mauritania,  había arabofonos,  pero sobre todo eran hablantes de lenguas de los troncos lingüísticos  Nilo-Sahariano y  Níger- Congo.

Los que llegaron durante el imperio Árabe, el Califato Fatimí, el periodo Mameluco y el imperio Otomano, eran comprados por traficantes aprovechando las guerras entre etnias y reinos africanos, donde los cautivos derrotados en la guerra,  eran revendidos en mercados del Mundo Árabe como El Cairo, otros llegaban como peregrinos musulmanes, incluso estos últimos también traficaban en ese comercio. Los compradores por lo general eran personas ricas que los adquirían para el servicio doméstico, sobre todo a las mujeres que también eran obligadas a ser concubinas  y hombres fuertes como guardias o Soldados, también eran comprados por Beduinos, lo cual fue el mayor de los casos. Así mismo en la península arábiga, siendo obligados a trabajar en minas de sal 

Durante el periodo del mandato británico,  también llegaron africanos, estos últimos como peregrinos y obreros. Más adelante cuando se produce la transferencia británica de Palestina hacia el sionismo en 1948 llega otro grupo pero enrolados en el Ejército egipcio y que fueron por la defensa de Palestina.

 Al pactarse el armisticio en 1949 la mayoría regresa a sus países pero otros se quedan en Palestina. Esta inmigración Africana del siglo XX era en gran parte árabe e islámica, procedentes de los actuales Sudán y Chad que son países donde hay población  arabofona y musulmana, también  provinieron del Níger y  Senegal que no eran árabes pero si musulmanes. 

Ellos se mezclaron con población afropalestina de los ya existentes desde tiempos anteriores al mandato Británico, que ya estaban islamizados y Arabizados, o también se mezclaron con  Palestinos que no tenían ancestros en el  África subsahariana.

A raíz de la Nakba en 1948, los afropalestinos son cada vez menos, se han marchado como refugiados a países de frontera como Jordania o Egipto, como también son desterrados o expulsados de su propio suelo. 

Antes de la Nakba residían en áreas en los alrededores de Yafa, Ramle, en Jerusalén, Jericó, o eran Beduinos Nómadas en An Naqab. Actualmente vive un grupo de unos 350 en Jerusalén Oriental, en un barrio muy próximo a la Mezquita de Al Aqsa, en la cual tenían la tradición de ser sus guardianes y ser muy respetados. 

Así mismo hay unos cientos viviendo en las ciudades de Jericó, Jenín y Tulkarem. En Gaza viven unos 11 mil afropalestinos, gran parte de ellos como refugiados provenientes de Yafa  o de An-Naqab donde tenían una vida de nomadismo propia de Beduinos. 

En lo que respecta al territorio bajo dominio pleno del ente sionista, entre los Beduinos también hay afropalestinos, ya muchos de ellos están cooperando con el sionismo para poder llevar su vida de Beduino o sino son segregados a vivir de forma sedentaria y en malas condiciones.

Con la ocupación sionista de muchos territorios tras el armisticio de 1949, así mismo con la ocupación de Cisjordania y de Gaza en 1967, la política israelí contra esta comunidad es igual de discriminatoria como la que sostienen contra el resto de los palestinos, con la adición de discriminarlos por sus fisonomías. 

Los afropalestinos han sido parte de la resistencia, en 1948 un batallón  de ellos impidió la anexión israelí de Jerusalén oriental. Así mismo la primera mujer en hacer parte de un operativo de resistencia contra el sionismo fue una afropalestina (Fátima Bernawi) que luego de varios años de cárcel fue intercambiada por prisioneros israelíes  pero desterrada, hasta que luego del retiro israelí de Gaza ella pudo regresar.

Hay otros afropalestinos que han hecho parte de la resistencia, muchos padeciendo el calvario de la prisión por largos años o el destierro, otros combatiendo en el Líbano en los 80s contra la invasión israelí llegando incluso a ser  altos rangos en los grupos de resistencia.

Con frecuencia los afropalestinos residentes  en Jerusalén oriental sufren las redadas policiales israelíes que los insultan con adjetivos racistas, los maltratan o les dicen que ellos no tienen nada que hacer en esa tierra, así mismo sus actividades económicas están sometidas al ahogamiento, no es fácil entrar al barrio donde residen ya que los controles policiales lo impiden, no hay fácil acceso al turista y así los Afropalestinos no pueden vender suvenires ni objetos de interés, o de servir como guías turísticos, que muchos van a Jerusalén y ni siquiera se percataron de la existencia de esa comunidad.

Otras comunidades afrodescendientes

Los afropalestinos son parte del tejido humano del Árabe Palestino, comparten con ellos, prácticamente todo lo relacionado con la cultura Árabe del levante, su lengua es el Árabe, disfrutan de la música y la Danza de Bilad Esh Sham, así mismo de su gastronomía y que además esa es su   tierra.

Los afropalestinos tratan de acercarse a las otras comunidades africanas como la Etíope, de la cual, solo los que son Cristianos de la iglesia Copta que tiene presencia en Jerusalén desde 1893, son los  tienen contacto con ellos, porque la comunidad Etíope Judía los rechaza e incluso sus miembros en los cuerpos de seguridad israelí son más crueles con ellos, como para demostrar más fidelidad y confianza a “Israel”, pero sin embargo los Judíos Etíopes son como una casta inferior bajo el ente sionista, donde cada vez es más frecuente la protesta contra el ente sionista que hábilmente la esconde o neutraliza, teniendo a su favor los medios de comunicación y su capacidad para persuadir. 

La comunidad Etíope es discriminada y prácticas como el control de la natalidad a este grupo humano son cada vez más evidentes, hay una política de esterilización disfrazada con campañas de sanidad, como también el total desprecio por ellos como humanos, en 1996 se demostró una gran perversión, ya que la sangre donada por Soldados etíopes era tirada a la basura, sin embargo es algo que no se entiende ya que la comunidad de etíopes judíos fueron llevados por Israel entre 1984 a 1991 en las operaciones Moisés y Salomón las cuales fueron coordinadas con la CIA para trasladar a todos los judíos etíopes tras la hambruna que padecieron  en los inicios de los años 80s, sin embargo aún quedan 15 mil judíos en Etiopía, los cuales ya no aceptan  porque dicen que se cerró el cupo, pero más bien ya el objetivo de instrumentalizarlos ha cambiado y al contrario ya lo que quieren es que  decrezcan. 

En el 2006 se produce otra oleada Africana provenientes del Sudán y Eritrea, países que han padecido guerras civiles, estos han ido como  refugiados, traspasando la frontera Egipcia hacia el desierto de An-Naqab,  donde los han detenido y prácticamente ninguno ha podido tener la condición de asilado por parte de “Israel”, allí son tenidos en campos que  prácticamente son de prisioneros, con una vida indigna o sino la alternativa que les ofrece  “Israel” es a ser deportados a sus países de origen donde pueden peligrar sus vidas;  algunos han sido trasladados a Ruanda o a Uganda, con los cuales “Israel” tiene acuerdos para que reciban a estos refugiados, a cambio el ente sionista les suministra armamento y entrenamiento militar, pero estos estados  cuando reciben al refugiado no le suministran ninguna atención, por lo tanto pasan a vivir en la indigencia.

Debido al aislamiento en que están en campos de concentración en An-Naqab y a la segregación hacia  los palestinos en general, los afropalestinos no han tenido contacto con estos refugiados, de los cuales muchos de ellos son hablantes del Árabe.