Los BRICS se disparan, mientras el G7 se desvanece en el crepúsculo
Según el artículo exclusivo del autor para Al Mayadeen English, el FMI estima que los países BRICS tendrán colectivamente un PIB de 56 billones de dólares, mientras el de las naciones del G7 tendrán 52 billones.
En apenas 13 años, los países BRICS han superado al Grupo de los Siete (G7), una alianza rival establecida hace medio siglo, al representar aproximadamente un tercio de la economía mundial. Las previsiones indican que, en los próximos cinco años, la cuota del bloque BRICS en el PIB mundial seguirá aumentando hasta el 33,3 por ciento, mientras que se espera que la participación del G7 disminuya hasta el 27,8 por ciento en la economía mundial.
Los datos recogidos por Visual Capitalist, uno de los principales investigadores sobre mercados internacionales, tecnología, energía y economía mundial, revelan que, históricamente, los países del G7 han aportado aproximadamente el 40 por ciento del PIB mundial debido a su condición de naciones industrializadas, beneficiándose del auge de la productividad de la posguerra.
En 2009, sin embargo, los líderes de cuatro economías de rápido crecimiento, en particular Brasil, Rusia, India y China, se reunieron para establecer su propia iteración del orden económico mundial. En 2010, Sudáfrica se convirtió también en miembro de la organización BRICS. Esta evolución supuso un importante desafío para el orden internacional liberal existente. Dado que los BRICS representan actualmente el 40 por ciento de la población mundial y una cuarta parte del PIB mundial, la inclusión de miembros adicionales aumentaría la fuerza y la influencia del bloque, promoviendo aún más el concepto de multipolaridad.
Crecimiento de los BRICS
La cuota de los BRICS en el PIB mundial, que era del 16,45 por ciento en 1992, ha aumentado hasta el 31,67 en 2022, mientras que la del G7, que era del 45,80 por ciento en 1992, ha disminuido hasta el 30,31 por ciento. Las economías de India y China han contribuido a la mejora del conjunto de los BRICS.
Tras un periodo caracterizado por una rápida industrialización durante las décadas de 1980 y 1990, China experimentó una notable mejora de sus actividades de exportación tras su adhesión a la Organización Mundial del Comercio en 2001. Este factor contribuyó a que China se convirtiera en la segunda economía mundial en 2010.
El crecimiento económico de India no ha igualado el rápido ritmo de China, aunque, para el año 2022, habrá alcanzado la tercera posición en términos de producto interior bruto (PIB), que asciende a 12 billones de dólares. En conjunto, estas dos naciones constituyen alrededor del 25 por ciento del PIB mundial, valorado en 164 billones de dólares si se ajusta a la paridad del poder adquisitivo (PPA).
Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para el año 2028, las naciones BRICS representarán aproximadamente un tercio de la producción económica mundial, lo que equivale al 33,3 por ciento. En cambio, se prevé que las naciones del G7 contribuyan en un 27,8 por ciento a la economía mundial.
Ampliación del número de miembros
En un acontecimiento importante, el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa declaró el jueves en la cumbre de los BRICS en Johannesburgo que los peces gordos de los BRICS han decidido ampliar la membresía de la organización a Argentina, Egipto, Irán, Etiopía, los EAU y Arabia Saudita. Con la incorporación de seis miembros más, la fuerza de los BRICS aumenta a 11.
"Hemos decidido extender la alfombra roja a la República Argentina, la República Árabe de Egipto, la República Federal Democrática de Etiopía, la República Islámica de Irán, el Reino de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos para que se unan al bloque BRICS como miembros de pleno derecho", declaró Ramaphosa en la cumbre del BRICS en Sudáfrica, afirmando que la adhesión comenzará el 1 de enero de 2024. Con la incorporación de seis miembros más, los países BRICS+ controlan ahora el 80 por ciento de las reservas mundiales de petróleo.
La incorporación de las poderosas economías de Medio Oriente y Norte de África a los BRICS+ apunta a un cambio importante en las políticas de las naciones del Golfo ricas en petróleo. Merece la pena mencionar que la administración de Joe Biden ha mostrado una sintonía diferente a la hora de tratar con Arabia Saudita. El presidente estadounidense decidió que ya era hora de examinar más de cerca la relación entre Arabia Saudita y Estados Unidos después de que el reino y la OPEP+ unieran sus fuerzas para recortar la producción de petróleo en octubre de 2022. Como consecuencia, los precios de la gasolina se dispararon en Europa.
Biden le echó en cara al príncipe heredero Mohammad bin Salman su preocupación por los derechos humanos, lo que sin duda molestó a los sauditases. Como resultado, Arabia Saudita, los EAU, Bahréin y Egipto están tratando de aprovechar la iniciativa mientras sea favorable en el vacío de poder provocado por el conflicto entre Rusia y Ucrania. Pretenden ir a contracorriente y desplegar sus alas en el escenario mundial en constante evolución.
La Declaración de Johannesburgo puso fin a todos los rumores sobre las reservas de Brasil e India respecto a la expansión de los BRICS. Los líderes de los BRICS acabaron respaldando firmemente la expansión y aprobando por unanimidad las credenciales de adhesión de seis países más. El intento por parte de Estados Unidos y los grupos occidentales de sembrar la semilla del descontento en el mundo multipolar fue abortado.
BRICS vs. G7
Formado inicialmente con el objetivo primordial de capitalizar las perspectivas de inversión, el BRICS ha evolucionado en la última década hasta erigirse en un formidable competidor económico del G7. Varios de sus esfuerzos abarcan el establecimiento de una institución financiera internacional alternativa, con debates en curso sobre la implantación de un mecanismo de pagos y la introducción de una nueva moneda de reserva.
A pesar de la creciente importancia económica de los países BRICS, cabe destacar que el producto interior bruto (PIB) combinado de los países del G7 sigue siendo considerable, ya que asciende a la asombrosa cifra de 46 billones de dólares, en contraste con el PIB total de los países BRICS, que asciende a 27,7 billones. Según los cálculos del FMI, se prevé que a finales de 2023 las economías de los países BRICS superarán a las de las naciones del G7 en cuanto a su contribución a la economía mundial. Esto se determina comparando los PIB de ambos grupos ajustados a la paridad del poder adquisitivo (PPA).
El FMI estima que los países BRICS tendrán colectivamente un PIB de 56 billones de dólares, mientras que se prevé que las naciones del G7 tengan un PIB de 52 billones. En comparación con los demás países miembros del G7, EE.UU. exhibió un recuento numérico superior en cuanto a sus respectivos valores del PIB. EE.UU. ostentaba un PIB de 26,9 billones de dólares, mientras que Japón le seguía con 4,4 billones, Alemania con 4,3 billones y el Reino Unido con 3,2 billones. Por el contrario, China se erigió en el país líder con un PIB total de 19,4 billones de dólares, mientras que India le seguía con 3,7 billones. Brasil y Rusia tenían ambos un PIB de 2,1 billones de dólares.
Implicaciones geopolíticas
El ascenso económico de las naciones BRICS tiene importantes ramificaciones geopolíticas. Además de ideologías políticas divergentes, la creciente influencia de los BRICS confiere una importante influencia financiera a las naciones que los componen. La importancia de este asunto se hizo evidente tras la operación militar especial rusa de 2022 en Ucrania, ya que tanto China como la India se abstuvieron de denunciar el conflicto durante los procedimientos de las Naciones Unidas y siguieron comprando petróleo ruso.
La situación actual es motivo de preocupación para las naciones del G7, ya que este grupo de economías avanzadas sigue poseyendo una influencia sin rival en la escena mundial. El G7 sigue ejerciendo una considerable influencia financiera y política, que va desde la aplicación de sanciones coordinadas a Rusia, Irán y otros muchos países de América Latina y África hasta la prestación de ayuda militar a Ucrania.
En las próximas décadas, se prevé que el panorama mundial sea cada vez más intrincado y polifacético, sobre todo debido al liderazgo previsto de China e India en el crecimiento económico mundial. Sin embargo, es importante reconocer que estos países también se enfrentarán a retos demográficos internos durante este periodo. En consecuencia, la competencia por el poder entre estos bloques internacionales contribuirá a la evolución de la complejidad del orden mundial.