¿Logrará China detener la guerra en Gaza?
China puede desempeñar un papel para influir en los países de la Unión Europea para que cambien su posición con respecto a la guerra contra Gaza, y también presionar a “Israel” y a Estados Unidos para que establezcan un alto el fuego.
Tras el fracaso de los esfuerzos árabes por presionar a los Estados Unidos e “Israel” para detener la guerra en Gaza y evitar lo que “Tel Aviv” planea desplazar a los palestinos a Egipto y Jordania, se celebró la cumbre árabe-islámica en Arabia Saudita, y de la cual surgió un comité ministerial que incluye a los ministros de Asuntos Exteriores de algunos países, cuya participación está encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores saudita, el príncipe Faisal bin Farhan, y que tiene como misión recorrer las capitales de varios miembros permanentes del Consejo de Seguridad, con el objetivo de buscar un alto el fuego, llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y rechazar el desplazamiento forzado de palestinos.
Los miembros del comité eligieron como primer destino China, donde se reunieron con su ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, y mantuvieron con él una cumbre en la que se discutieron los procedimientos necesarios para un alto el fuego en Gaza.
En cuanto a la razón de elegir a China como el primer país que visitaría el Comité Ministerial Árabe-Islámico, y el cuento del Comité con que Beijing desempeñara un papel más importante en el alto el fuego en Gaza, es debido a varias cosas:
1 - Los países europeos que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Francia y Reino Unido) han apoyado a “Israel” desde el inicio de la Operación “Diluvio de Al-Aqsa”, y vieron los ataques israelíes contra Gaza como una autodefensa.
2- Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad, tiene sus propios problemas, ya sea su guerra en Ucrania o sus diferencias con Occidente. En consecuencia, si Moscú tiene relaciones sólidas con los países de Medio Oriente preocupados por el conflicto en Gaza, puede ofrecer sus esfuerzos y llevar a cabo negociaciones con estos países, mientras que no puede negociar con la parte occidental y, por lo tanto, necesita cooperar con otras partes cercanas a países europeos o Estados Unidos, como Qatar, Egipto o China.
3- En cuanto a China, su posición es similar a la de los países árabes, ya que Beijing se ha negado desde el inicio de la Operación “Diluvio de Al-Aqsa” a condenar al movimiento Hamas, y considera que lo que está haciendo “Israel” excede los límites de la autodefensa. Su enviado especial a Medio Oriente celebró rondas de consultas en la región y votó a favor de las resoluciones de Naciones Unidas que pedían un alto el fuego y la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, además de enviar ayuda humanitaria a Gaza.
Por otro lado, China tiene importantes relaciones económicas y comerciales con la Unión Europea, con los países de Medio Oriente y con Palestina e “Israel”. Beijing puede desempeñar un papel para influir en los países de la Unión Europea para que cambien su posición con respecto a la guerra contra Gaza, y también presionar a “Israel” y a Estados Unidos para que establezcan un alto el fuego.
En cuanto a la relación de Beijing con Washington, la reciente visita del presidente chino Xi Jinping a los Estados Unidos para asistir a la cumbre del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC) y su reunión con el presidente estadounidense Joe Biden contribuyeron a aliviar las tensiones entre ambos países y mantener abiertos los canales de comunicación.
Quizás el resultado más notable de esta reunión fue el regreso de los contactos militares entre las dos partes y la adopción de medidas estrictas por parte de Beijing contra las empresas en China que producen los principales productos químicos para el fentanilo.
No hay duda de que Gaza fue parte de las discusiones sostenidas por los presidentes chino y estadounidense. Beijing ha pedido a Washington que trabaje para lograr un alto el fuego en Gaza y encontrar una solución a la cuestión palestina, que cree que debería ser a través de la solución de dos Estados. Por otro lado, Washington quiere que Beijing utilice su influencia sobre Irán para evitar que el conflicto se expanda en la región, lo que perjudicaría los intereses tanto de China como de Estados Unidos si ocurriera.
Beijing es muy consciente de que Washington es la única parte capaz de detener la guerra en Gaza. A pesar de las fuertes relaciones entre Beijing y Tel Aviv, este último no puede sacrificar sus relaciones con Washington, que anteriormente le había presionado para que se distanciara de China, además de que Beijing no estará al lado de “Israel” y será una parte neutral, a diferencia de Washington, que se considera el padrino de Tel Aviv.
Las negociaciones entre Estados Unidos y China o la presión europea, árabe e islámica sobre “Israel” y Estados Unidos podrían conducir a un alto el fuego en Gaza, especialmente porque la atmósfera ahora se ha vuelto más preparada para detener la guerra por varias razones:
- La relación entre Biden y Netanyahu es tensa, entre otras cosas, por la opinión de Estados Unidos sobre quién gobernará Gaza después de la guerra y su rechazo al desplazamiento forzado de palestinos.
- La popularidad del Presidente estadounidense ha disminuido por su apoyo ilimitado a "Israel", y por lo tanto se disminuyeron así sus posibilidades de ganar las elecciones presidenciales que se celebrarán el año próximo.
- La división dentro de la administración estadounidense por el apoyo ciego de Estados Unidos a “Israel”.
- Las pérdidas económicas sufridas por "Israel".
- La región está cerca de deslizarse hacia una expansión de la zona de conflicto.
En los últimos años, China ha comenzado a expandir su influencia en el mundo en general, y en Medio Oriente en particular, y siempre busca mostrar sus esfuerzos para lograr seguridad, paz y estabilidad, y tiene la capacidad y los mecanismos para desempeñar un papel un mayor papel en la guerra de Gaza, que es lo que buscan los países árabes e islámicos.
Es de interés de China en esta etapa, si quiere ganarse la confianza de los pueblos y gobiernos árabes e islámicos, involucrarse más y utilizar su habilidad diplomática para detener la guerra en Gaza, especialmente porque Beijing siempre ha dicho que no hay paz o estabilidad en Medio Oriente excepto resolviendo la cuestión palestina.