¿Qué es lo nuevo en Gaza?
Para el Padre Elías, lo que está ocurriendo en Gaza desde (7/10/2023) es una guerra de aniquilación entre dos enemigos jurados, pero que poseen dos fuerzas totalmente asimétricas.
No hay duda de que lo que sucede en Gaza desde el 7 de octubre de 2023 ha sorprendido y ha superado todas las expectativas.
Esta acción, y a pocos días de su ejecución, sacudió al mundo entero de tal manera que causó el asombro, y luego la ira, a los pueblos de Occidente, que estaban inmersos hasta lo más profundo en ilusiones de progreso, superioridad, permanencia y placeres; así como asombró a muchos otros pueblos, que se esfuerzan hasta la extenuación en la búsqueda del alimento, la vivienda, la dignidad y la libertad.
Este acontecimiento que el ocupante israelí no se lo esperaba en lo absoluto, ha sido un aletargante hasta el éxtasis, debido a su explícita difusión global; asimismo, plantea interrogantes y abre nuevos horizontes para la investigación, y algunas de sus dimensiones han recibido atención y estudio.
Sin embargo, existe otra dimensión, que me parece que se eleva por encima de muchas otras dimensiones, e incluso aclara algunas de ellas, y no vacilo en llamarla dimensión espiritual, a pesar de que esta denominación está un poco fuera de lo común.
Sí, esta es una dimensión espiritual, en un mundo que parece haber eliminado radicalmente, hace mucho tiempo, toda referencia, no sólo al espíritu, sino también a todo lo que es moral, si es que alguna referencia al espíritu o a la moralidad hubiese ocurrido a lo largo de la historia de toda la humanidad.
Además, lo que está ocurriendo en Gaza desde (7/10/2023) es una guerra de aniquilación entre dos enemigos jurados, pero que poseen dos fuerzas totalmente asimétricas.
Por un lado, está el ocupante israelí, que durante 75 años, ha poseído un poder ilimitado y quien también se garantiza el apoyo de todo Occidente, siendo este un apoyo multifacético e incondicional, y con un apoyo malicioso pero evidente de la mayoría de las otras potencias, así como, específicamente, de la mayoría de los países árabes e islámicos; por ello, pisotea con brutalidad, odio y arrogancia todas las leyes y tratados internacionales, sin que sea condenado, tal como el mundo nunca antes había conocido.
Por otro lado, está lo que queda del pueblo palestino, y el cual quedó dividido sobre su propia tierra en tres partes; en primer lugar, están aquellos que se han convertido en ciudadanos de segunda clase en los territorios palestinos ocupados en 1948, sobre los cuales se estableció por la fuerza el llamado “Estado de 'Israel'”, y sobre cuyas cabezas pende una amenaza constante, tal como la Espada de Democles, de ser desplazados masivamente! Luego están los residentes de Cisjordania, que han sido sometidos a una represión despiadada desde 1967, y para quienes, desde los llamados Acuerdos de Oslo (1993), la llamada Autoridad Palestina ha sido una de sus principales herramientas; ¡Finalmente esta Gaza! Gaza, la guarida indómita de numerosos levantamientos, aunque la hayan transformado, desde hace al menos diecisiete años, bajo la mirada cómplice de un mundo silencioso, cobarde y ciego, en una enorme prisión humana... Gaza, donde se encuentran todas las facciones de la resistencia, que no terminan de alcanzar un acuerdo entre sí para enfrentar al enemigo común.
¡Sería Gaza la que ha sabido preparar, sobre la tierra y bajo la misma, y de una manera y a un costo que sólo Dios sabría cual fue, este ataque repentino, llamado el “Diluvio de Al Aqsa”, que, según me parece, estará destinado a convertirse día tras día en algo parecido a una epopeya legendaria que presagia la llegada de una era de liberación mundial!
Dejo a todos los analistas y estudiosos, independientemente de sus especialidades, dedicar todo su tiempo y conocimiento a estudiar todos los aspectos posibles e imaginados, actuales y futuros, relacionados con este acontecimiento; por mi parte, yo insisto en detenerme en lo que llamé la dimensión espiritual, ¡y esta es realmente sorprendente!
Esto se debe a que sólo esta, a mi modo de ver las cosas, fue capaz, de manera oculta pero profunda y extremadamente grandiosa, de inspirar, incitar, preparar y movilizar de manera integral a todos los habitantes de Gaza incluidos los civiles, hombres y mujeres, ancianos, jóvenes y niños, para una batalla en la que todos no serían sino mártires, para salvar de una sola vez por todas, a Palestina y la dignidad del Islam, representada por la “Mezquita de Al Aqsa”, ¡la tercera de las dos lugares Santos del Islam! En cuanto a este conflicto, todos los combatientes de la resistencia palestina, por su parte, quienes estaban en completo desacuerdo, a pesar de todas sus derrotas pasadas y de sus repetidos intentos de reconciliación, están conscientes de que esto sería decisivo y definitivo, y querían que lo fuera así, frente a un oponente poderoso, que goza de superioridad total y cuyo corazón no conoce la piedad.
Por lo tanto, lo que ha estado sucediendo en Gaza, desde el (7/10/2023), en una extensión geográfica que no supera los (365) km2, no es, en mi opinión, más que un milagro más allá de la capacidad humana.
¡En pocas horas, "Israel" -¡el "Israel" prohibido- estaba invertido! He ahí a los combatientes de la resistencia palestina, que habían logrado de manera extraordinaria su unidad, organización y armamento, por encima y por debajo de la tierra, quienes habían logrado arrasar los asentamientos, que siempre habían sitiado, amenazado y destruido Gaza, ¡permanentemente, sin piedad! y regresan con cientos de prisioneros, tanto civiles como militares.
En cuanto al revuelo causado por este repentino ataque, este sacudió rápidamente al mundo entero, y a las masas, en casi todas las latitudes, especialmente en las capitales y ciudades europeas y estadounidenses, donde comenzaron a movilizarse espontáneamente y de manera amplia durante meses, apoyando todas y con ahínco a Palestina; y este impulso sugiere que tiene un origen mucho más allá de Gaza y de Palestina... algunos incluso vieron en esto una reacción largamente esperada, natural y saludable contra lo que constituye una amenaza oculta, aunque real y continua, a la existencia de toda la familia humana...
¿Será así que Palestina volverá a ser, como lo fue hace dos mil años, una puerta hacia una nueva era?
Esto impactó a los poderosos aliados de “Israel”, quienes acudieron rápidamente a su rescate; sus padrinos estadounidenses se apresuraron para llegar a "Tel Aviv", al igual que sus subalternos los europeos, y compitieron declarando su lealtad a la misma y su apoyo variado e incondicional.
¡En cuanto a "Israel", que parecía sufrir de un desajuste en su gobierno y en su ejército, atacó Gaza con su arma predilecta: la aviación y comenzó a destruir de manera sistemática barrios enteros, sabiendo con certeza que todos sus residentes eran exclusivamente civiles; en pocas horas cayeron cientos de víctimas, luego miles, a medida que pasaban los días y las noches, hasta que su número supero hasta el día (2/2/2024) los (27 mil 200) mártires y alrededor del (70 por ciento) de ellos eran mujeres y niños!
No hay duda de que “Israel” continuará con esta destrucción indefinidamente, bajo la atenta mirada de todos los supuestos altos organismos internacionales y de la Corte Internacional de Justicia de La Haya; porque no le preocupan en lo absoluto ni las organizaciones internacionales ni sus leyes y tratados, y reivindica su derecho absoluto a destruir toda Gaza, incluidos sus edificios residenciales, sus instalaciones comerciales, sus modestas tiendas, sus escuelas, sus agencias de noticias, sus centrales eléctricas, los centros de suministros, los mercados populares, las oficinas de organismos internacionales, las mezquitas, iglesias y hasta los hospitales y los cementerios:
¡En cuanto a la posición de los habitantes de Gaza, desde los primeros bombardeos, hasta el día de hoy (2/2/2024), estaban conscientes, y tenían la absoluta certeza de la muerte generalizada y brutal que esperaba cada uno de ellos, y con la excepción pocos caos, su postura era única y se caracterizaba por una asombrosa nobleza!
Hay que estar afligido por la ceguera para no ver con toda claridad que esta postura es la de todo un pueblo que se ha entregado completamente sólo a Dios, y que no confía de manera absoluta sino sólo en Su justicia, por lo que encomienda solo a Su Gloria, todo lo que posee y toda vida incluida la vida de aquellos a quien más ama.
Por ello, el pueblo de Gaza, en la forma en la que se despide de sus “mártires”, especialmente los niños, carecía de toda pretensión y se caracterizaba por una postura digna y natural, al envolverlos en sus mortajas blancas brillantes y al colocarlos en el suelo, y en orar por ellos con majestuosidad, antes de su sepultura en silencio en cualquier espacio disponible; ¡Digo que de esta manera eran dignos de ganarse la admiración de las personas más insensibles! Nos corresponde mencionar también la emocionante escena en la que los padres y madres escribían en los brazos de sus hijos sus nombres con letras grandes, para poder identificarlos rápidamente, en caso de que los edificios se derrumben encima de ellos, como lo esperaban, y para ser reconocidos de entre los escombros; y ¿Acaso podríamos olvidar las reacciones de los prisioneros israelíes liberados y sus asombrosos testimonios sobre el trato humanitario que recibieron de los presuntos “terroristas” palestinos? Lo más importante de todo es que no debemos olvidar, en particular, el lenguaje utilizado en la declaración unificada de la “muerte” de estos civiles y de todos los luchadores por la justicia, ya sea en Gaza y Cisjordania, o en Siria, Líbano, Irak y Yemen?
¿Acaso no se percibe en este lenguaje en sí mismo un indicador clave de la preparación básica, tanto de civiles como de combatientes, de morir como mártires? Por ello, el anuncio de su martirio siempre se anuncia como “una nueva buena que debemos recibir con agrado”, mientras que su muerte no se considera más que una “elevación”.
Sí, hay que ser ciego o... estúpido, para que no nos quede claro, ante preparativos absolutamente únicos en los anales de las guerras, que uno se encuentra realmente ante todo un pueblo, que ha deseado en el literal sentido de la palabra, honrar su existencia siendo martirizados por una doble y única causa: ¡Dios y Palestina!
Aquí me veo obligado a admitir francamente, como sacerdote católico árabe de Siria, que, al repasar los últimos dos milenios de la historia de la humanidad, no me detengo en nada parecido a la larga y terrible Vía Dolorosa, que se impuso al pueblo palestino por los sionistas, desde hace 75 años, que culmina hoy en esta realidad actual, sino la Vía Dolorosa, el terrible y largo camino de sufrimiento que fue impuesto a Jesucristo y a los primeros cristianos, durante más de 300 años, por los judíos y por el Imperio Romano.
Quedó demostrado que la escena de los mártires cristianos siendo quemados vivos, como en el reinado de Nerón, o siendo torturados con diversos dispositivos de tortura, o siendo despedazados por bestias feroces en los grandes anfiteatros, y luego asesinados por su apego a Cristo, en la fe, el perdón y el amor, digo que sólo esta escena es la que terminó con la victoria del cristianismo y con el colapso del poderoso paganismo en el Imperio Romano.
Del mismo modo, los palestinos, y gracias al nuevo y absolutamente apasionante testimonio ofrecido por los combatientes mártires y por el pueblo mártir de Gaza y Cisjordania, están destinados a despertar, en casi toda la superficie de la tierra, y especialmente a lo largo y ancho de Occidente, una humanidad que se encontraba entregada con estupidez, a un paganismo nuevo y malicioso, caracterizado por el racismo y la brutalidad radical.
¡Pueblos del mundo despertad!