Al-Sinwar atormenta a "Israel" en vida y como mártir
Yahya Sinwar era el negociador principal del expediente de los prisioneros israelíes. Todos en “Israel” se dan cuenta de que Sinwar, con su carismática personalidad de liderazgo, tiene la última palabra en el proceso de negociación.
El jefe del Buró Político del Movimiento Hamas, Yahya Al-Sinwar, cayó mártir tras haber puesto de rodillas a la entidad israelí en una operación considerada la más peligrosa en su historia (Diluvio de Al-Aqsa), que derribó la teoría de la disuasión israelí y dejó claro a cada sionista en el mundo que Palestina nunca será un lugar seguro para ellos, sin importar cuán poderoso sea el régimen de ocupación israelí.
Más aún, hizo que los colonos sionistas pierdan la confianza en sus instituciones militares y políticas, por igual.
Sí, Al-Sinwar alcanzó el martirio combatiendo con su arma en el campo de batalla, en tierra y bajo el cielo de Gaza, codo a codo con los combatientes de la resistencia en el barrio de Tel Al-Sultán, dentro de la ciudad de Rafah.
A pesar de la alegría y el regocijo que inundaron "Israel" por este logro, que según declaraciones del portavoz del "ejército" israelí, Daniel Hagari, fue fruto del azar, y de que con la muerte de Al-Sinwar "Israel" alcanzó todos los objetivos de la guerra en Gaza, y de que Benjamín Netanyahu logró la imagen de victoria que buscaba junto a su "ejército" y sus instituciones de seguridad tras un año completo de combates en Gaza, el martirio del líder Al-Sinwar pronto generó preguntas sobre el destino de los prisioneros israelíes en Gaza.
¿Qué debería hacer el gobierno israelí para lograr su liberación? ¿Cómo afectará la ausencia de Al-Sinwar a la vida diaria de los prisioneros?
La primera en plantear estas preguntas sobre el destino de los prisioneros en Gaza fue la propia institución de seguridad israelí, ya que este asunto es el objetivo más importante de la guerra y el de mayor prioridad.
Basta leer el artículo "Temores del sistema de seguridad por el caos en Gaza" del analista de seguridad israelí Ronen Bergman, muy cercano a los servicios de seguridad israelíes, para entender que el martirio de Al-Sinwar creó un dilema para "Israel" en su muerte, tan peligroso como lo fue en vida.
Pues, Bergman plantea las advertencias de la institución de seguridad, que no pueden formularse de manera oficial, al afirmar que sin un acuerdo rápido e inmediato de intercambio de prisioneros, el destino de los cautivos será como el de Ron Arad, el copiloto israelí cuyo caza fue derribado en Líbano en 1986 y cuyo paradero sigue siendo desconocido desde entonces.
Pareciera que el destino decretó que el mártir Al-Sinwar seguiría atormentando la seguridad de "Israel" tanto en vida como en su martirio.
Indudablemente, la ausencia de Al-Sinwar implica la pérdida de la figura clave en el tema de los prisioneros israelíes.
Todos en "Israel" son conscientes de que Al-Sinwar, con su carismático liderazgo, tenía la última palabra en las negociaciones, un hecho que se reforzó con su nombramiento como jefe de la oficina política de Hamas tras el martirio del líder Ismail Haniyeh a finales de julio pasado.
A pesar de que Hamas es un movimiento institucional, las circunstancias de la guerra, las dificultades para coordinar el liderazgo y el control en medio de la compleja situación de seguridad en Gaza, y el respeto y la estima que los combatientes de las Brigadas Al-Qassam tienen por el mártir combatiente Al-Sinwar, especialmente considerando que su hermano, Mohamed Al-Sinwar, es uno de los principales líderes centrales de Al-Qassam, generaron un temor real en "Israel" por la vida de sus prisioneros, debido a posibles reacciones de venganza por parte de los guardias encargados de su custodia.
Este temor se agrava tras la ejecución de un prisionero israelí por un guardia de Al-Qassam en el pasado, en venganza por el asesinato de sus hijos a manos de "Israel", como afirmó anteriormente Abu Ubaida, portavoz de las Brigadas Al-Qassam.
El aumento de los asesinatos selectivos entre los líderes de las Brigadas Al-Qassam y la persecución de seguridad a los mismos hacen que la detención de prisioneros sea un proceso complicado que requiere estrictas medidas de seguridad y sistemas de protección separados, tanto geográfica como estructuralmente.
Por ello, "Israel" teme que el asesinato de Al-Sinwar corte los hilos de comunicación entre esos grupos dispersos, ya que era él quien tenía la clave de control sobre toda esa red.
La creencia de que el martirio de Al-Sinwar haría que Hamas suavizara sus posturas en las negociaciones políticas y aceptara las condiciones israelíes para un intercambio de prisioneros se desvaneció rápidamente tras el discurso del dirigente de Hamas en Gaza, Khalil Al-Hayya, uno de los principales candidatos para suceder a Al-Sinwar en la jefatura del Buró Político.
Al-Hayya reafirmó que los prisioneros de la ocupación no regresarán sino hasta que cese la agresión contra Gaza, haya una retirada completa de ella y nuestros prisioneros sean liberados de las cárceles, en clara confirmación de las líneas fundamentales que exigía Al-Sinwar, y que su postura no era más que la expresión de un consenso colectivo de la dirección de Hamás.
Respecto al aspecto militar, "Israel" considera que asestó un golpe decisivo a las Brigadas Al-Qassam, pero olvida que Al-Qassam tiene la capacidad de sobreponerse a estos asesinatos, por muy impactantes que sean.
Esto quedó demostrado a lo largo de la historia de los asesinatos de sus líderes y en particular durante la guerra en Gaza.
Sin embargo, la sangre del mártir combatiente Al-Sinwar, quien demostró a los combatientes de y a la Resistencia con su forma de morir que era un combatiente como ellos, presente en el campo de batalla directo, lo convierte en un símbolo e inspiración para todos los hombres de la resistencia, no solo en Gaza, sino en todo el mundo.
Esto sin duda impactará positivamente en su determinación de lucha y moral para resistir hasta el último aliento, tal como lo hizo el comandante Yahya Al-Sinwar.