Anatomía del genocidio y sus consecuencias
En un año, “Israel” cometió en Gaza más de tres mil masacres contra civiles, cuyas víctimas superaron los 42 mil 792 muertos, 100 mil 412 heridos y miles de desaparecidos. Convirtió hospitales en fosas comunes y exterminó a su personal y a sus pacientes.
-
El exterminio tiene éxito al principio. Ésta es la terrible lección que enseña la historia.
En el contexto de la destrucción, el exterminio en masa y la furiosa locura israelí en Líbano y Gaza, el periodista estadounidense Chris Hedges, exdirector de la oficina de Medio Oriente del New York Times, escribió un análisis exhaustivo para explicar el genocidio israelí, y antes los genocidios estadounidenses.
Advirtió no sólo de la desaparición del “estado” sionista, sino más bien del fracaso de Estados Unidos para continuar como nación.
El escritor afirma que “Israel” continuará con el genocidio para lograr sus objetivos inmediatos, pero, a largo plazo, la reacción resultante condenará al “Estado” sionista a la destrucción.
El exterminio tiene éxito al principio. Ésta es la terrible lección que enseña la historia. Porque si no se detiene a “Israel”, y si ninguna fuerza externa muestra su voluntad de detener las masacres y la destrucción en Gaza y Líbano, logrará sus objetivos de evacuar el norte de Gaza y anexarlo a “Israel”.
Así convertiría el sur de Gaza en una fosa común donde los palestinos son quemados vivos y destruidos por bombas, o mueren de hambre y de enfermedades infecciosas, hasta ser expulsados.
LEA TAMBIÉN: El norte de Gaza afronta planes para el “día después de la guerra”
“Israel” logrará su objetivo de destruir Líbano, donde miles de personas fueron masacradas y más de un millón de libaneses desplazados, en un intento de convertirlo en un Estado fallido.
Es posible que pronto alcance su tan ansiado sueño de obligar a Estados Unidos a entrar en guerra con Irán. Los líderes israelíes están abiertamente salivando ante las propuestas de asesinar al líder iraní, el ayatolá Sayyed Ali Khamenei, y llevar a cabo ataques aéreos contra las instalaciones nucleares y petroleras de Irán.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su gabinete, como quienes lideran la política en Medio Oriente en la Casa Blanca: Anthony Blinken (que creció en una familia sionista ultraortodoxa); Brett McGurk, (que defiende políticas coloniales extremistas); Amos Hockstein, (que nació en “Israel” y sirvió en el ejército israelí); y Jake Sullivan, que sigue la misma línea que estos, realmente creen en el principio de que la violencia puede moldear el mundo para adaptarlo a su loca visión.
El hecho de que este principio haya sido un miserable fracaso en los territorios ocupados por “Israel” y no haya tenido éxito en Afganistán, Irak, Siria o Libia, y una generación antes en Vietnam, no los disuade de seguir con su extravío. Nos aseguran que este principio funcionará esta vez.
Es posible que tengan éxito en el corto plazo. Éstas no son buenas noticias para los palestinos y los libaneses. Estados Unidos e “Israel” seguirán utilizando sus arsenales de armas de destrucción masiva para matar a enormes cantidades de personas y convertir las ciudades en escombros.
LEA TAMBIÉN: Confesiones sionistas sobre los objetivos de "Israel" en la guerra actual
Pero a la larga, a esta violencia indiscriminada le crecen dientes de dragón y crea enemigos que, después de una sola generación, son más “brutales” que el llamado terrorismo, como les ocurrió a los que fueron asesinados en la generación anterior.
El odio y el deseo de venganza, como en la guerra de la antigua Yugoslavia, se transmiten de generación en generación, como un elixir venenoso.
Nuestras desastrosas intervenciones en Afganistán, Irak, Siria, Libia y Yemen, y la invasión israelí de Líbano en 1982, que condujo al establecimiento de Hizbullah, deberían habernos enseñado esta lección.
Los corresponsales estadounidenses que cubren Medio Oriente quedaron impactados por la percepción de la administración Bush de que sus ejércitos serían bienvenidos como libertadores en Irak, mientras Estados Unidos pasó más de una década imponiendo sanciones que resultaron en una grave escasez de alimentos y medicinas, y provocaron la muerte de al menos un millón de iraquíes, incluidos 500 mil niños.
Dennis Halliday, coordinador humanitario de las Naciones Unidas en Irak, dimitió en 1998 debido a las sanciones estadounidenses, que calificó de “genocidio” porque representaban “una política deliberada para destruir al pueblo de Irak”.
La ocupación israelí de Palestina y su intenso bombardeo a Líbano en 1982 fueron el catalizador del ataque de Al-Qaeda contra las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York en 2001, junto con el apoyo estadounidense a los ataques contra musulmanes en Somalia, Chechenia, Cachemira y el sur de Filipinas, la asistencia militar estadounidense a “Israel” y las sanciones impuestas a Irak.
¿Seguirá la comunidad internacional de brazos cruzados y permitirá que “Israel” lleve a cabo una campaña de genocidio? ¿Habrá límites? ¿O la guerra con el Líbano y el Irán proporcionará una cortina de humo para las peores campañas de limpieza étnica y asesinatos en masa que “Israel” siempre ha lanzado bajo el pretexto de la guerra, para convertir lo que está sucediendo en Palestina en una versión actualizada del genocidio?
LEA TAMBIÉN: El proyecto israelí-estadounidense: cambiar la ecuación libanesa interna y regionalmente
Se teme que los ríos de sangre sigan creciendo, dado que los lobbystas israelíes han sobornado y comprado a miembros del Congreso y a los dos partidos gobernantes, además de intimidar a los medios de comunicación y a las universidades.
La guerra genera dinero, mucho dinero. La influencia de la industria bélica, apoyada por los cientos de millones de dólares gastados por los sionistas en campañas políticas, constituirá una barrera formidable para la paz, ¡y mucho más para la racionalidad!
A menos que se suprima la CIA, la recopilación de inteligencia se devuelva al Departamento de Estado y se eliminen todas las funciones del Pentágono, excepto las puramente militares, Hedges cree que nunca volveremos a tener paz y que Estados Unidos probablemente no durará mucho tiempo como nación.
El genocidio se lleva a cabo mediante el método del desgaste. Una vez que se despoja de sus derechos a un grupo humano objetivo, los siguientes pasos son el desplazamiento de la población, la destrucción de la infraestructura y el asesinato en masa de civiles.
“Israel” también ataca y mata a observadores internacionales en Líbano, organizaciones de derechos humanos, trabajadores humanitarios y personal de la ONU, una característica de la mayoría de los genocidios.
Los periodistas extranjeros son arrestados y acusados de “ayudar al enemigo”, mientras que los periodistas palestinos son asesinados y sus familias exterminadas.
En la Franja de Gaza, “Israel” lleva a cabo continuos ataques contra la Agencia de las Naciones Unidas de Ayuda a los Refugiados (UNRWA), así destruyó dos tercios de sus instalaciones y mató a 223 de sus empleados.
La Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano (Unifil) también fue atacada, y el personal de mantenimiento de la paz quedó expuesto a disparos y gases lacrimógenos, y algunos resultaron heridos por fuego israelí.
Esta táctica reproduce los ataques de los serbios de Bosnia en julio de 1995 contra posiciones de la UNPROFOR en Srebrenica. Los serbios cortaron el suministro de alimentos al enclave bosnio, lo cual provocó desnutrición grave y hambruna, e invadieron los centros de la ONU y tomaron como rehenes a 30 soldados de la ONU antes de masacrar a más de ocho mil hombres y niños musulmanes bosnios.
Estas etapas iniciales se han completado en Gaza. La etapa final es la matanza en masa, no sólo mediante balas y bombas, sino también mediante el hambre y las enfermedades. No ha entrado ningún alimento en el norte de Gaza desde principios de este mes.
“Israel” ha lanzado folletos pidiendo a todos en el norte que evacuen. Así, 400 mil palestinos del norte de Gaza deben irse o morir.
Allí ordenó la evacuación de los hospitales, y también tiene como objetivo los hospitales de Líbano.
Desplegó drones para disparar indiscriminadamente contra civiles, incluidos aquellos que intentaban transportar a los heridos para recibir tratamiento, bombardeó escuelas utilizadas como refugios y convirtió el campo de refugiados de Jabalia en un campo de tiro.
Como de costumbre, “Israel” sigue atacando a los periodistas. Se estima que 175 periodistas, fotógrafos y trabajadores de los medios han sido asesinados por las fuerzas israelíes en Gaza desde el 7 de octubre de 2023, según el Ministerio de Salud palestino.
En un año, “Israel” cometió en Gaza más de tres mil masacres contra civiles, cuyas víctimas superaron los 42 mil 792 muertos, 100 mil 412 heridos y miles de desaparecidos.
Convirtió hospitales en fosas comunes, exterminó a su personal y a los enfermos, quemó sus edificios y arrestó a miles, y mató a algunos mediante tortura, destruyó casas, escuelas, instalaciones y pozos de agua, bombardeó centros médicos, quemó refugios por centenares, quemó las tiendas de campaña de los desplazados con sus residentes y profanó los cementerios.
Pero la continua negación de este genocidio por parte de Biden y su administración, y su incapacidad para denunciar la matanza diaria de civiles, niños, mujeres y ancianos, muestra su completa aceptación del genocidio como un camino realista y aceptable hacia la sostenibilidad y expansión de ¡la entidad sionista!