Alemania y la búsqueda de un "rol menor" en Oriente Medio
Teniendo en cuenta el comportamiento alemán en asuntos exteriores, no hay duda de que los alemanes están tratando de regresar con fuerza a la escena internacional y reservarse un lugar en el Medio Oriente.
La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, visitó Líbano y emitió declaraciones que pueden calificarse, como mínimo, de "despectivas" hacia este país, mientras que, incomprensiblemente, no se produjo ninguna respuesta política por parte de los líderes libaneses.
El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán publicó en la plataforma X: "En Líbano, las personas temen cada día por sus seres queridos. También aquí, los terroristas de Hizbullah se esconden de forma irresponsable tras civiles y lanzan misiles contra ´Israel´ a diario. ´Israel´ debe defenderse de estos ataques.
Anteriormente, la ministra alemana había realizado declaraciones ante el Bundestag (parlamento alemán) en las que aseguraba que los alemanes apoyan los ataques en Gaza y que continuarán exportando armas a "Israel", pese a la muerte de civiles, ya que consideró estas muertes justificadas en el contexto de la defensa israelí.
Por su parte, también anunció que su gobierno continuará proveyendo a "Israel" con todos los tipos de armamento necesarios.
Como si estas declaraciones no fueran suficientes, Alemania (como miembro de la Corte Penal Internacional) intentó obstaculizar el proceso que busca llevar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y al ministro de Defensa, Yoav Galant, ante dicho tribunal.
Recientemente, la Corte Penal Internacional publicó una enmienda a la solicitud de Alemania conocida como "amicus curiae" o "amigo de la corte", en la que Berlín cuestiona las solicitudes de órdenes de arresto contra Netanyahu y Galant, presentadas por el fiscal del tribunal ante la sala de cuestiones preliminares.
La solicitud alemana argumenta que el fiscal no ha tenido en cuenta los artículos 17 y 18 del Estatuto de Roma, que establecen que la competencia de la Corte es complementaria a la jurisdicción nacional, y se basa en que "Israel" posee un sistema judicial independiente capaz de investigar los crímenes cometidos y que no ha tenido la oportunidad de hacerlo, conforme al principio de "complementariedad positiva" del sistema básico de la Corte.
La política alemana en Oriente Medio
En 1953, el canciller Konrad Adenauer destacó la "obligación moral" de Alemania de establecer relaciones sólidas con "Israel", lo que llevó a un programa secreto de transferencia de armas y un acuerdo de compensaciones financieras considerables.
En 1956, Alemania enfrentó una crisis diplomática importante con el mundo árabe al descubrirse el suministro secreto de armas y la ayuda alemana a "Israel" durante la agresión tripartita contra Egipto.
Durante el mandato del canciller Willy Brandt, Alemania comenzó lo que denominó una "política de equilibrio" en Oriente Medio, y en el conflicto árabe-israelí, destinada a balancear sus crecientes intereses económicos y de seguridad en la región con sus relaciones especiales con "Israel".
Esta política se centró en proporcionar apoyo financiero a los socios regionales importantes y en adoptar una postura más neutral en el conflicto israelí-palestino.
Sin embargo, la política de "equilibrio", o Ausgewogenheit, enfrentó prioridades contradictorias, ya que, aunque se adoptó un tono más conciliador y se ofrecieron ayudas financieras a los palestinos, Alemania siguió siendo un socio fiable y un fiel aliado de "Israel".
Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Alemania dio prioridad a sus intereses de seguridad y a la lucha contra el terrorismo sobre los programas de democracia en la región.
Durante el mandato de Angela Merkel, la política exterior alemana volvió a su rumbo anterior, con una intervención limitada, el fortalecimiento de las relaciones con Estados Unidos y una renovada dedicación a la integración europea.
En Oriente Medio, Merkel mantuvo la política de garantizar la seguridad de "Israel". Por ello, apoyó la participación alemana en la "Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano" (Unifil) a través de la "fuerza naval", justificando la participación alemana en esta fuerza por la "responsabilidad histórica de Alemania hacia la seguridad de Israel" y el "objetivo de un papel decisivo de la Unión Europea en los asuntos internacionales", como argumentos clave para recabar apoyo interno a su decisión.
Tras la guerra israelí contra Gaza en 2023 y la participación de Hizbullah en la guerra de apoyo, Alemania ofreció desempeñar un papel de mediador entre "Israel" y Hizbullah, basándose en su historial en esta función.
No era la primera vez que Alemania desempeñaba este rol, pues en ocasiones anteriores diplomáticos y servicios de inteligencia alemanes actuaron eficazmente como mediadores en negociaciones sobre el intercambio de prisioneros entre "Israel" y Hizbullah.
Naturalmente, la mediación alemana no logró que Hizbullah detuviera la guerra de apoyo, y la misión alemana no cumplió con las demandas de "Israel".
En resumen, y analizando el comportamiento alemán en temas de política exterior, no cabe duda de que Alemania intenta regresar a la escena internacional con fuerza y asegurar un lugar en Oriente Medio, compitiendo con Francia por un papel menor dentro de los márgenes muy reducidos que Estados Unidos permite a sus aliados en la región, como parte de su política de reparto de funciones en Oriente Medio.
Así, Alemania manifiesta su deseo de desempeñar este papel de apoyo a "Israel" y de asumir un "rol secundario" permitido por los estadounidenses, lo que explica las declaraciones poco diplomáticas e inhumanas de la ministra de Asuntos Exteriores alemana.