La conexión orgánica turco-sionista en la batalla al norte de Siria
El punto clave del ataque coordinado y de tal magnitud, en el cual participaron todos los grupos terroristas en el norte de Siria, no podría haberse llevado a cabo desde las zonas de distensión sin la supervisión directa de Turquía.
En cuanto a tiempo, geopolítica, herramientas y la intersección de objetivos e intereses, el ataque de los grupos terroristas armados en el norte de Siria reveló la conexión orgánica entre sus patrocinadores, es decir, entre la parte estadounidense-sionista y el proyecto expansionista turco.
También puso de manifiesto las conexiones geopolíticas y, por lo tanto, las repercusiones del evento actual entre las diversas partes de la región del Levante, desde Gaza hasta el sur de Líbano y Alepo.
Además, existen objetivos a corto y a largo plazo para los patrocinadores del ataque terrorista en el norte de Siria.
La prioridad del lado estadounidense-sionista en este momento radica en distraer al Eje de Resistencia para evitar el enfrentamiento al sur del Levante.
Como informó Times of Israel el 1 de diciembre de 2024, al citar al Canal 12, funcionarios de las agencias de seguridad sionistas informaron a Netanyahu, durante una reunión con figuras principales de la institución militar el pasado viernes, del traslado de la atención de Hizbullah a Siria para defender al gobierno Al Assad, lo cual fortalecerá la posibilidad de que mantenga el alto al fuego entre “Israel” y Líbano.
Tal apuesta podría explicar las continuas violaciones israelíes del acuerdo de alto el fuego en el sur del Líbano.
El mismo informe, el cual cita a los jefes de los servicios de inteligencia israelíes, añadió que los ataques de la entidad sionista contra territorios sirios, en especial bajo los pretextos de interceptar envíos de armas a Hizbullah y enfrentar las amenazas directas de las fuerzas leales a Irán en Siria y la libertad de acción militar, probablemente serán ampliadas debido a los nuevos desarrollos en el norte de Siria, considerados positivos aunque impliquen el surgimiento de peligros futuros para la seguridad de "Israel" de generalizarse el caos en el país y las armas estratégicas sirias caigan en manos equivocadas o fluyan grandes cantidades de fuerzas iraníes para lograr la estabilidad en Siria.
El objetivo de ocupar a Hizbullah en la protección de su retaguardia en Siria debilita la expansión de la libertad de acción militar, y el papel de los ataques de los grupos terroristas mejora la posición de la entidad sionista en estos aspectos.
Todo ello nos lleva a indagar a quién beneficia esos ataques, incluso sin mencionar información de inteligencia abundante sobre los profundos vínculos entre los terroristas takfiríes y el enemigo sionista, y los mensajes tranquilizadores enviados por estos de manera repetida en los medios israelíes.
Además, debemos señalar, sin ignorar la visita secreta realizada por el jefe del servicio de inteligencia Shin Bet, Ronen Bar, a Turquía el 16 de noviembre de 2024, para reunirse con el jefe de la agencia de inteligencia turca, Ibrahim Kalin, según diversas fuentes en “Tel Aviv”.
De manera curiosa, la visita de Ronen Bar a Turquía ocurrió el mismo día que los medios turcos difundieron la noticia sobre la prohibición del vuelo al presidente de la entidad sionista, Isaac Herzog, sobre el espacio aéreo turco en su viaje hacia la cumbre climática en Bakú.
A pesar de la ruidosa declaración de Erdogan de cortar relaciones con "Israel" el 13 de noviembre de 2024, los sitios web de las embajadas de Turquía en “Tel Aviv”, de la sionista en Ankara y su consulado en Estambul indicaron la apertura normal de sus oficinas de lunes a viernes.
El punto clave del ataque coordinado y de tal magnitud, en el cual participaron todos los grupos terroristas en el norte de Siria, no podría haberse llevado a cabo desde las zonas de distensión, las cuales albergan 12 bases militares y 114 puntos de observación turcos, incluido más de 10 mil soldados turcos, sin la supervisión directa de Ankara, la cual extendió su control sobre ocho mil 835 kilómetros cuadrados de territorio sirio entre 2016 y 2019.
Un informe de la agencia AFP, publicado por Times of Israel el 29 de noviembre de 2024, citó a fuentes de la oposición en contacto con los servicios de inteligencia turcos quienes aseguraron la luz verde de Turquía para iniciar el ataque.
El corresponsal de la referida agencia en el terreno, según su informe, presenció una batalla con tanques a siete kilómetros de Alepo, y señaló que los terroristas y sus aliados, apoyados por Turquía, recibieron órdenes directas del mando de las operaciones conjuntas.
Cabe recordar el establecimiento de una sala de operaciones conjuntas entre Estados Unidos y Turquía el 12 de agosto de 2019 para supervisar la zona segura en Siria, según el sitio del Ministerio de Asuntos Exteriores turco, bajo el título Relaciones entre Turquía y Siria, en el contexto de un acuerdo para establecer una zona de amortiguamiento en el norte de la nación levantina, con un ancho de 115 kilómetros entre los ríos Tigris y el Éufrates, independiente de la zona de ocupación turca al oeste en el norte de Siria.
Aunque al parecer dicho acuerdo colapsó después de dos meses, no está claro si la sala de coordinación estadounidense-turca para el norte de Siria aún existe, si supervisó el reciente ataque de las bandas terroristas armadas en el norte de Siria, o si fue creada otra para este fin en colaboración con la OTAN a través de sus centros y bases desplegados en Turquía.
Como es bien sabido, Estados Unidos tiene una larga trayectoria en financiar, entrenar y armar a la oposición armada siria a través de Turquía y otros países.
Un programa revelado en este contexto fue uno de 500 millones de dólares para entrenar a 15 mil rebeldes sirios contra Daesh en 2014, el cual fue abandonado después de su fracaso en 2015.
También existe otro de mayor éxito, administrado por la CIA desde 2013 para armar a la oposición siria bajo el nombre de Timber Sycamore, un proyecto de mil millones de dólares y continuó hasta 2017, con la participación de los servicios de inteligencia británicos, turcos y algunos árabes.
Lo indiscutible es que las sucesivas administraciones estadounidenses quedaron alineadas con el régimen de Erdogan en el apoyo a las bandas terroristas en Siria antes del surgimiento de Daesh, y luego, bajo su pretexto, aunque en desacuerdo con el apoyo estadounidense a las milicias kurdas separatistas en el este del país, donde EE. UU. tiene un peso decisivo sobre sus tierras y recursos, hasta la base militar de Al-Tanf en el sur, como un verdadero obstáculo entre Siria e Irak.
Un informe publicado en el sitio de un conocido centro de investigación estadounidense, el Atlantic Council, el 9 de mayo de 2024, titulado Siria lleva la clave para mejorar las relaciones turco-estadounidenses, sugirió entregar a Turquía las responsabilidades de la ocupación estadounidense en el este de Siria, incluidas las prisiones de Daesh y los campos de las familias de sus prisioneros, bajo supervisión estadounidense, a cambio de mantener los logros políticos de los kurdos sirios en la política siria (a través de los peshmergas y el Consejo Nacional Kurdo del Barzani en el norte de Irak, no a través de Fuerzas Democráticas Sirias, como aclara el autor del informe en otro apartado).
El mismo reporte insiste en que adoptar esta postura por parte de Estados Unidos debilitaría a Rusia e Irán en Siria, al limitar su capacidad para jugar con las contradicciones turco-estadounidenses, fortalecería la relación de Turquía con la OTAN y allanaría el camino para una coordinación estratégica entre ambas partes más allá de la "lucha contra el terrorismo" y prepararía el terreno para reorganizar la situación en Irak, tras Siria.
Al parecer esa opción está disponible para los Estados Unidos a la luz de la inclinación de Trump y su sector dentro del Partido Republicano hacia el retiro de Siria, una decisión tomada dos veces durante su primer mandato, a partir de 2019, y condujo a la expansión de la ocupación turca en el norte de Siria, denominada Operación Fuente de Paz, a expensas de las Fuerzas Democráticas Sirias y de la propia Siria, en ambos casos, por supuesto.
También es la opción disponible para Estados Unidos dada la aversión de los republicanos hacia las Fuerzas Democráticas Sirias, tanto ideológica como políticamente al tratarlas como un mal necesario, en contraste con la manera en que los demócratas las acogieron como un "hijo mimado".
La gestión de las herramientas en Siria, desde las separatistas hasta las terroristas y otras, es un juego manejado por Estados Unidos, con el objetivo de debilitar y desmantelar Siria al final, dentro del marco del plan estratégico general para la región y en el contexto de enfrentar al Eje de la Resistencia en el momento actual.
Si bien algunos pueden dudar del papel de Estados Unidos en la coordinación del ataque general de las bandas armadas en el norte de Siria, nadie puede poner en duda que las Fuerzas Democráticas Sirias están bajo la jurisdicción directa del Pentágono, y su retirada en favor de las bandas terroristas de Alepo, Tel Rifaat y sus alrededores no podría haberse llevado a cabo sin un entendimiento turco-estadounidense.
A pesar de ello, Ankara impulsó al denominado Ejército Nacional Sirio para atacar a los kurdos en Tel Rifaat, algo condenado por el diario Jerusalem Post el 2 de diciembre de 2024, porque la acción dispersa los esfuerzos de Hayat Tahrir al-Sham en su lucha contra el "régimen sirio", como mencionó literalmente el periódico, dentro de una agenda turca estrecha, en un informe titulado Las milicias respaldadas por Turquía atacan a los kurdos en medio del colapso del régimen sirio – Análisis.
Por lo tanto, las Fuerzas Democráticas Sirias deben entender que su horizonte está cerrado ahora, y su apuesta por Estados Unidos y vincular su destino al régimen israelí, es como una ruleta rusa: si no caen hoy, caerán mañana o pasado mañana, y que no tienen más opción que llegar a un entendimiento con Damasco, lejos de la arrogancia, las condiciones intransigentes y las lealtades cambiantes, si desean una salida honorable del atolladero.
Esa es una ficha que Estados Unidos puede sacrificar para ganar a Turquía, y otra es que “Israel” puede cambiar por el Consejo Nacional Kurdo dentro del proyecto de desmantelamiento de Siria e Irak porque la relación de este último con el bloque estadounidense-israelí es mucho más antigua en comparación con las de las Fuerzas Democráticas Sirias con este.
Y para poner el ataque de las bandas terroristas armadas en el norte de Siria también en el contexto "israelí", mencionamos lo que dijo Robert Ford, el último embajador estadounidense en Siria, según un informe de la agencia Associated Press del 30 de noviembre de 2024, cuando declaró: “Meses de ataques israelíes a sitios sirios y otros de la Resistencia de Líbano, y el acuerdo de alto al fuego entre “Israel” y Hizbullah esta semana, fueron factores que proporcionaron a los rebeldes sirios la oportunidad de avanzar".
Ford, en el mismo contexto, señala que los desarrollos en el norte de Siria podrían atraer a Rusia y Turquía a un combate directo entre ellas.
Si la previsión de Ford sucede, beneficiaría a Estados Unidos desde dos perspectivas: por un lado obligaría a Rusia a desviar recursos militares de Ucrania o a abandonar Siria; y por otro, permitiría a Estados Unidos ganar a Turquía para su causa.
De manera curiosa, los análisis estadounidenses e israelíes coinciden en la importancia del factor libanés en el debilitamiento de las líneas defensivas del Estado sirio en el norte.
Así lo concluye el informe de Times of Israel del 29 de noviembre de 2024, al citar al estratega estadounidense Nick Heras, quien afirmó: “Las fuerzas opositoras al gobierno están ahora en una posición mejor para tomar las aldeas de las fuerzas gubernamentales sirias apoyadas por Rusia, mientras los iraníes están concentrados en Líbano".
De igual modo, un informe publicado en el sitio Voice of America (VOA), el 30 de noviembre de 2024, citó al experto en Siria de la Universidad de Oklahoma, Joshua Landis, quien sostiene la existencia de varias razones para la debilidad de Al-Assad, entre ellas la retirada de “Israel” de la cobertura de su aliado, Hizbullah, y los continuos bombardeos israelíes a los sitios del gobierno sirio y sus aliados en el país desde el comienzo del conflicto en Gaza el 7 de octubre de 2023.
En el mismo informe, Landis subrayó que el ataque al norte de Siria lleva la impronta turca en todos sus aspectos, ya que todas las armas, alimentos y fondos llegados a Idlib provienen de Turquía.
Asimismo, el mismo informe cita a analistas sirios quienes declararon a los medios árabes la debilidad del eje sirio-iraní porque el camino de Teherán a Beirut ya no está abierto, y las armas no llegan a las milicias aliadas de Irán. Además, Rusia, aliada de Siria, tiene las manos atadas en este momento debido al conflicto en Ucrania.
En un análisis publicado por The Guardian el 1 de diciembre de 2024, titulado Los rebeldes tras la caída repentina de Alepo aprovecharon las distracciones rusa e iraní, está enfocado en la distracción de Rusia con Ucrania e Irán con el conflicto con “Israel”, lo cual obligó a ambos a desviar sus recursos militares en esas direcciones, lejos de enfrentarse a los takfiríes, y ello debilitará a Siria tanto a corto como a largo plazo.
Una de las frases más destacadas en el informe de The Guardian, lejos de la inicial en la cual afirmó "no fue Kiev la que cayó en tres días, sino Alepo", es la aparecida más adelante: "No es una coincidencia que, el mismo día del anunció el alto al fuego entre “Israel” y Hizbullah, comenzara el ataque de Hayat Tahrir al-Sham.
Y agregamos que no es casualidad que los países occidentales celebren el ataque de una organización calificada como terrorista y prohibida en sus propios países como Hayat Tahrir al-Sham.
Un informe adicional publicado el 1 de diciembre de 2024 en el sitio del Council on Foreign Relations (CFR) de Estados Unidos cdestaca la incapacidad de Rusia y Hizbullah para reunir los recursos en apoyo al Estado sirio, y añade que el éxito del ataque en el norte permitió a Erdogan volver a a apostar por el establecimiento de un sistema subordinado a él en Damasco.
En última instancia, el régimen turco quedó alineado al bloque estadounidense-israelí para aprovechar las repercusiones de la agresión en Gaza, la guerra en Líbano, los ataques continuos a Siria y el enfoque de Rusia en Ucrania, con el fin de reabrir el frente en el norte de Siria, lo cual provoca el retroceso del reloj en Siria a 2016.
Sin embargo, Siria, acostumbrada a enfrentar situaciones aún más difíciles y duras, hoy afronta la batalla armada con una mayor conciencia popular, tanto siria como árabe, sobre las conexiones y agendas sospechosas de las bandas terroristas takfiríes.
No hemos visto a esas bandas luchar contra el régimen israelí para defender a los habitantes de Gaza, sino involucrarse en su proyecto en Siria, en lugar de enfrentar en Palestina ocupada, en sus fronteras y en todos los lugares.
Además, todos los análisis anteriores adolecen de un fallo fundamental y metodológico, la omisión del papel del Ejército Árabe Sirio y de su pueblo en rechazar la agresión global y de los cientos de miles de mártires quienes dieron sus vidas para defenderla.
Esta omisión intencionada del factor local será la perdición de las apuestas por la caída de Siria, ya que el país tiene la capacidad y la voluntad de resurgir de las profundidades del dolor, las heridas y el bloqueo, con sus propias fuerzas y el apoyo de sus aliados, para derrotar nuevamente esa agresión, tal como lo hizo antes.
En cualquier caso, Siria esté preparada para un momento como este, al enfrentar las multitudes reunidas en su contra, desde el norte o el este, o desde ambos.
Tal vez, lo sucedido en el norte responda a quienes la cuestionaron, incluso mientras pagaba un alto precio por acoger la resistencia: ¿por qué no abrió el frente de los Altos del Golán la víspera del 7 de octubre de 2023?