La paz de papel: los vacíos legales del plan de Trump para Gaza
El plan de paz de Trump para Gaza es, en apariencia, un documento técnico; en el fondo, es una declaración de poder. Promete prosperidad, pero evita compromisos legales claros. Propone reconstrucción, pero no garantiza derechos. Y habla de futuro, pero deja la posibilidad de un estado palestino suspendido en el aire.
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La paz de papel: los vacíos legales del plan de Trump para Gaza
En Gaza, el polvo de miles de edificios derrumbados aún flota sobre los escombros, pero en los despachos diplomáticos de Washington y Tel Aviv ya se habla de “reconstrucción”, “estabilidad” y “oportunidades”. Luego de financiar y apoyar diplomáticamente el genocidio contra la Franja, el presidente Donald Trump ha presentado un plan de paz que se escribió con el visto bueno de "Israel" para asegurar su implementación, o al menos parte de ella.
El texto promete el fin de la guerra, el desarme de Hamas y la transformación económica del enclave. Sin embargo, entre los 20 puntos del documento y los discursos triunfalistas de sus patrocinadores, salen a relucir silencios inquietantes.
Un análisis del Council on Foreign Relations advirtió en septiembre que el plan promete mucho, pero dice poco sobre quién asume las responsabilidades reales.
Y ese es, precisamente, la esencia del problema: los vacíos jurídicos, económicos y políticos que podrían convertir el plan de paz en un marco de control prolongado, antes que en una paz sostenible.
¿Puede un plan escrito y firmado sin los palestinos ser la solución real para el enclave? ¿Quién garantiza que "Israel" no se salga del acuerdo? Y sobre todo ¿quiénes son los verdaderos ganadores con los planes posguerra de Gaza?
En este reportaje nos acercamos a estas respuestas.
La arquitectura del plan: entre la promesa y la ambigüedad
La propuesta pacificadora de la Casa Blanca ya ha cumplido parcialmente con la primera fase: un cese de la agresión israelí (que Tel Aviv ya violó con varios ataques), el intercambio de prisioneros de ambas partes y la entrada de la ayuda humanitaria, aún restringida por el régimen sionista
#Focus 🔴 POCA AYUDA HUMANITARIA HA ENTRADO A GAZA MIENTRAS "ISRAEL" CONTINÚA ATACANDO TERRITORIO PALESTINO
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) October 22, 2025
⭕ Solo 986, de los al menos 6.600 camiones de ayuda que debieron entrar, ingresaron a la Franja de Gaza desde el alto el fuego, mientras "Israel" sigue sus ataques a… pic.twitter.com/GAtTn5C1WL
Sin embargo, las etapas posteriores que incluyen reconstrucción, gobernanza y el desarme de Hamas son las que representan los mayores desafíos por los propios vacíos legales del documento, la falta de garantías y la ausencia de plazos establecidos.
Para empezar, el plan no identifica un actor jurídico claro que asuma la reconstrucción.
De acuerdo con la abogada palestina de derechos humanos y analista política Zaha Hassan “El plan estadounidense-israelí prevé una entidad palestina “apolítica” y “tecnocrática” que funciona solo como proveedor de servicios” , mientras que la Junta de Paz liderada por Trump “gestionará las inversiones y las preocupaciones económicas en la franja”
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A todas luces no existe una participación autónoma de los palestinos en las fases más críticas del proceso. En opinión del profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, Marc Weller “llenar los espacios en blanco sobre la gobernanza provisional de Gaza por parte de la moneda fiduciaria internacional, sin la participación palestina, suena arriesgado. Significaría que Estados Unidos y otros actores internacionales asumirán la plena responsabilidad de los acontecimientos en Gaza.”
En este sentido, expertos en derechos humanos y legales de Naciones Unidas consultados por el medio Middle East Eye advirtieron que un “gobierno temporal de transición” para Gaza no sería representativo para los palestinos.“No se establecen puntos de referencia o plazos claros para la transición a la gobernanza representativa palestina”, señalaron.
El plan también establece la formación de una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF) para desplegarse inmediatamente en Gaza por seguridad durante la transición de la guerra a la gobernanza pacífica. Otra forma de tutelaje al estilo británico pero esta vez bajo la impronta de Trump.
No obstante, algunos medios refieren que se registraron tensiones entre Estados Unidos y los países de la región quienes se opusieron a las enmiendas israelíes al plan, ya que Tel Aviv rechaza tanto el control de la ONU como el regional en el liderazgo de dichas fuerzas de estabilización.
🛑EGIPTO PODRÍA LIDERAR LA FUERZA DE ESTABILIZACIÓN DE GAZA RESPALDADA POR LA ONU
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) October 20, 2025
📌Fuentes diplomáticas informaron a The Guardian que Egipto podría liderar una fuerza de estabilización de Gaza planificada bajo una nueva iniciativa del Consejo de Seguridad de la ONU respaldada… pic.twitter.com/RDMjRGCJxZ
El “GREAT Trust”: un modelo empresarial para un territorio devastado
Dentro del paquete operativo se encuentra un documento técnico paralelo, menos mediático pero más revelador: el GREAT Trust (Gaza Reconstitution, Economic Acceleration and Transformation).
Se trata de un fondo fiduciario pensado para controlar durante diez años la reconstrucción de Gaza. Su diseño plantea que todas las tierras del enclave pasen temporalmente a una entidad fiduciaria internacional que gestionaría inversiones privadas, desarrollo urbano y reubicación de la población.
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Los proyectos abarcan desde la reconstrucción de infraestructura eléctrica y sanitaria, hasta puertos y corredores logísticos que conectarían Gaza con Egipto e "Israel". Imagen creada con IA
El documento oficial del Great Trust publicado por The Washington Post explica que la financiación cubre todos los aspectos, incluyendo “10 megaproyectos de construcción, asistencia humanitaria, desarrollo económico, generosos paquetes de reubicación voluntaria y seguridad de primer nivel. Este plan no depende de donaciones.”
El informe describe medidas sorprendentes como incentivos económicos para la reubicación “voluntaria”: Una asignación de 5 mil dólares por persona y subsidios de vivienda para quienes acepten trasladarse temporal o definitivamente.
Según el plan, los aproximadamente dos millones de residentes desplazados de Gaza recibirían tokens digitales a cambio de sus tierras. “Estos tokens podrían canjearse por viviendas en ciudades de nueva construcción impulsadas por IA o intercambiarse como participaciones fraccionadas en plataformas de intercambio de criptomonedas”, señala el medio digital Finance Feeds.
En ninguno de los casos significaría una compensación por su tierra original.
El empleo de tokens, además, abre la puerta a litigios transnacionales. Si un palestino recibe un token en lugar de una escritura, ¿qué tribunal sería competente para reclamar si la compensación no llega? ¿Uno israelí, uno estadounidense, un tribunal internacional o un arbitraje privado? El plan no lo aclara.
El componente económico del plan busca atraer entre 30 mil y 50 mil millones de dólares en inversiones privadas, principalmente del Golfo.
Los proyectos abarcan desde la reconstrucción de infraestructura eléctrica y sanitaria, hasta puertos y corredores logísticos que conectarían Gaza con Egipto e "Israel".
Pero esa promesa económica también genera sospechas. Los riesgos de dependencia son evidentes: si la economía de Gaza se reconstruye sobre capital externo y propiedad fiduciaria, su autonomía real quedará supeditada a decisiones corporativas.
Aunque el documento promete que “ningún palestino será obligado militarmente a abandonar Gaza” y que el territorio “será reconstruido para beneficio de su gente” no ofrece mecanismos verificables de supervisión, sanción o transparencia. Las frases suenan bien en un comunicado, pero están vacías de obligaciones legales.
Un limbo legal: ¿quién gobierna, quién protege, quién decide?
Desde el punto de vista jurídico, el plan de Trump choca con principios básicos del Derecho Internacional Humanitario (DIH).
De acuerdo con la Convención IV de Ginebra, una potencia ocupante tiene la obligación de mantener los servicios básicos, proteger a la población civil y abstenerse de alterar de manera permanente la estructura del territorio ocupado.
Pero Gaza, bajo este plan, quedaría bajo control de una entidad híbrida —ni plenamente internacional ni plenamente local— que operaría con base en contratos privados y no en un mandato del Consejo de Seguridad.
“El riesgo es que se imponga una ocupación sin nombre, una administración económica que gestiona el territorio sin asumir responsabilidad internacional”, advierte un informe del Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC).
Además, el plan introduce como se analizó anteriormente, incentivos a la “reubicación voluntaria”, una figura que los expertos en derechos humanos consideran riesgosa.
“El desplazamiento en contextos de crisis humanitaria, incluso con incentivos económicos, puede equivaler a coerción”, señaló el grupo de relatores de la ONU entrevistados por Middle East Eye.
El Derecho Internacional Humanitario prohíbe los traslados forzosos o indirectos de población civil, y cualquier intento de transformar demográficamente un territorio ocupado es considerado una violación grave.
Los gazatíes frente a la incertidumbre
Aunque la población del enclave ha respirado aliviada por primera vez en meses, con este alto al fuego, quedan muchas incertidumbres por el camino. Cientos de miles de familias regresan a los escombros de lo que un día fue su hogar, sin condiciones mínimas para recomenzar. No está entrando toda la ayuda humanitaria que se necesita y el invierno se acerca.
En este contexto, Hamas y varias facciones palestinas consideran que el denominado plan de paz de Trump corresponde, en realidad, “a un intento de Benjamín Netanyahu de imponer a través de Estados Unidos lo que no ha logrado mediante la guerra” como plantearon en un artículo reciente los investigadores Samuele C. Abrami y Moussa Bourekba.
Es por esa razón que si bien la resistencia aceptó que iniciara la primera fase del alto el fuego para obligar a “Israel” a detener su masacre y facilitar la entrada de insumos, ha enfatizado que la futura gobernanza de la Franja debe ser el resultado de un consenso palestino sin tutelaje externo.
Además, Hamas ha dejado claro su negativa al desarme ante la falta de compromiso del ente sionista para mantener el alto el fuego, (algo que ya incumplió) y sus intenciones públicas de “terminar el trabajo” en Gaza, lo que significa destruir a la resistencia.
En este sentido relatores especiales de la ONU cuestionaron el plan de Trump que obliga a Gaza a someterse a una desmilitarización indefinida, sin fecha de finalización específica y sin embargo, “no se dice nada con respecto a la desmilitarización de Israel, que ha cometido crímenes internacionales contra los palestinos y ha amenazado la paz y la seguridad en la región a través de la agresión contra otros países.”
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El Estado palestino: la omisión más significativa
Uno de los temas más cuestionados del plan ha sido la vaga referencia a la creación de un estado palestino, un elemento que aparece mencionado de forma breve en la penúltima cláusula cuando expresa: “A medida que Gaza vuelva a desarrollarse y progrese, y que el programa de reformas de la Autoridad Palestina se aplique fielmente, podrían reunirse por fin las condiciones para abrir una vía creíble hacia la autodeterminación.”
“El mensaje subyacente a los palestinos es claro: no se les trata como agentes de su propio futuro, sino como objetos que deben ser gestionados por potencias externas”, consideran los investigadores Samuele C. Abrami y Moussa Bourekba.
#Focus 🔴 LÍDERES DEL MUNDO ABOGAN EN LA ONU POR SOLUCIÓN DE DOS ESTADOS PARA PALESTINA E "ISRAEL"
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) September 23, 2025
♦️Líderes y autoridades de todo el mundo celebraron una conferencia en la sede de la ONU para la solución de dos Estados para Palestina e "Israel" e impulsar el fin de la agresión… pic.twitter.com/3Er547aGjF
Trump ignora de esta forma que la amplia mayoría de los países han reconocido en la Asamblea General de la ONU a Palestina como estado, incluidos cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Sin embargo, Washington nunca traicionaría a su aliado.
De hecho, poco tiempo después de conocerse el plan de paz, el premier israelí Benjamin Netanyahu dejó claro que las tropas israelíes permanecerían en la mayor parte de Gaza y que no había acordado permitir el establecimiento de un estado palestino independiente. Es decir, "Tel Aviv" solo cumplirá con los acápites del documento que le convengan.
No por olvido o casualidad, sino con toda intención, el documento de los 20 puntos omite por completo una rendición de cuentas de "Israel" por sus crímenes de guerra. La impunidad arrasa en su máxima expresión.
“Sin respeto a las mínimas normas e instituciones de derecho internacional, sin rendición de cuentas ni reparación, cualquier plan de paz nace muerto perdiendo toda legitimidad”, advierte el analista político español Antón Gómez-Reino.
#FOCUS | 🔴 EL EJÉRCITO ISRAELÍ SE REPOSICIONA A LO LARGO DE LA "LÍNEA AMARILLA"
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) October 11, 2025
📍El ejército "israelí" se reposicionó a lo largo de la "Línea Amarilla" acordada para la primera fase del cese de hostilidades en la Franja de Gaza, mientras miles de palestinos regresaban a sus… pic.twitter.com/pIEffdZrpx
El plan de paz de Trump para Gaza es, en apariencia, un documento técnico; en el fondo, es una declaración de poder.
Promete prosperidad, pero evita compromisos legales claros. Propone reconstrucción, pero no garantiza derechos. Y habla de futuro, pero deja la posibilidad de un Estado palestino suspendido en el aire.
Mientras tanto, los escombros de Gaza siguen recordando que la reconstrucción sin justicia puede ser, apenas, otra forma de control.
Referencias bibliográficas
Hassan, Z. (2025, 3 de octubre). Is the U.S.–Israel Gaza peace plan a deal or a distraction? Carnegie Endowment for International Peace. https://carnegieendowment.org/emissary/2025/10/us-israel-gaza-peace-plan-deal-distraction?lang=en
Chatham House. (2025, octubre). Trump’s Gaza plan is still not a complete peace settlement. https://www.chathamhouse.org/2025/10/trumps-gaza-plan-still-not-complete-peace-settlement
Opeyemi Amure, T. (2025, 1 de septiembre). Tierras de Gaza convertidas en criptomonedas: el plan posguerra de Trump tokeniza los derechos de propiedad. FinanceFeeds. https://financefeeds.com/es/El-plan-criptogr%C3%A1fico-de-Trump-para-Gaza-tokeniza-la-propiedad-de-tierras./
Abrami, S. C., & Bourekba, M. (2025, octubre). ¿La paz mediante la fuerza? Las implicaciones del plan de Trump para Palestina y la política global. Opinión CIDOB (847). Barcelona: CIDOB. https://www.cidob.org/publicaciones/paz-mediante-fuerza-implicaciones-del-plan-trump-para-palestina-politica-global
Unknown author. (2025, 3 de octubre). The 15 reasons why UN legal experts say Trump’s Gaza plan breaches international law. Middle East Eye. https://www.middleeasteye.net/news/why-un-legal-experts-say-trumps-gaza-plan-breaches-international-law
Council on Foreign Relations. (2025, 30 de septiembre). Trump’s plan for Gaza. Recuperado de https://www.cfr.org/article/guide-trumps-twenty-point-gaza-peace-deal
International Committee of the Red Cross. (s. f.). ICRC. Recuperado de https://www.icrc.org
Le Grand Continent. (2025, 30 de septiembre). El plan de Trump para Gaza: texto íntegro. Recuperado de https://legrandcontinent.eu/es/2025/09/30/el-plan-de-trump-para-gaza-texto-integro/
The Washington Post. (s. f.). [PDF document]. Recuperado de https://www.washingtonpost.com/documents/f86dd56a-de7f-4943-af4a-84819111b727.pdf
Gómez-Reino, A. (2025, 13 de octubre). Gaza, una paz sin justicia. Agenda Pública. Recuperado de https://agendapublica.es/noticia/20268/gaza-paz-sin-justicia
Diana Valido Cernuda













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