Cuba: ONU, bloqueo y cifras
El autor reflexiona sobre el impacto político de la condena en la ONU al bloqueo de Estados Unidos contra la Isla, y sobre los efectos de esa guerra económica en la vida de los cubanos.
Hoy la mayoría de los países miembros de la ONU condenaron el bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos le aplica a Cuba.
Esta es la 31 vez que se cumple este ejercicio de condena a Washington sin que haya cambiado su actitud, salvo en los tiempos de Obama, quien se atrevió a probar por otros caminos la destrucción del socialismo cubano. Curiosamente, eso mismo recomendó la representante de España cuando, en nombre también de la Unión Europea, explicó el respaldo unánime de Europa a la resolución cubana.
Para Cuba, esta votación (187 países contra el bloqueo y solo Estados Unidos e “Israel” a favor de esa política, con una abstención, Ucrania) constituye una victoria política, diplomática y moral, en tanto desvirtúa públicamente el cúmulo de argumentos que utiliza la Casa Blanca para justificar la guerra económica contra la Isla.
Adicionalmente, Cuba logra minimizar las acciones de aislamiento; muestra su músculo diplomático; mantiene su liderazgo en los espacios multilaterales; y compromete, aunque en diversos grados, a importantes países en su lucha contra los efectos políticos y concretos del bloqueo.
Cifras y datos
El gobierno cubano ha calculado que el PIB de la Isla hubiera crecido un nueve por ciento en el año 2022 si no existiera el bloqueo.
Y es precisamente eso, impedir la viabilidad del socialismo cubano, lo que busca el más complejo e integral sistema de medidas coercitivas unilaterales y extraterritoriales que se ha diseñado y aplicado contra un país.
Todos los gobiernos de Estados Unidos, desde 1959 hasta hoy, han tenido la asfixia económica como una de sus principales herramientas para atacar a la Revolución.
Contra Cuba se aplican siete leyes, dos de ellas con un marcado carácter extraterritorial, frente al cual muy poco han hecho los gobiernos de los países cuyas empresas se han visto afectadas. Para algunas Cancillerías europeas y asiáticas votar contra el bloqueo en la ONU es más que suficiente para lavar un poco el rostro e iluminar con neón la dignidad.
Junto a esas siete leyes, Estados Unidos aplica disposiciones, directivas, y otras medidas ejecutivas que cierran aún más el cerco.
Un ejemplo de ello fueron las 243 medidas implementadas por Donald Trump y mantenidas por Biden, que apuntaron con cierta eficacia a la yugular de la economía cubana.
Una de esas agresiones es la vulgar e injusta inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Hablar sobre la limpia conducta de Cuba en esta materia no es objetivo de estas líneas, pues además ha sido víctima de ese flagelo. Lo más importante de este asunto es el impacto económico y financiero que entraña esta medida.
El comercio internacional de la Isla ha sido severamente afectado, especialmente su sistema bancario y financiero. La inclusión en la espuria Lista ha logrado intimidar a decenas de bancos de todas las regiones del planeta, que han suspendido sus operaciones con entidades cubanas.
De esta manera, se adicionó un obstáculo más a los esfuerzos por acceder a mercados, créditos y socios para la compra de alimentos, medicamentos, insumos, combustibles y otras materias primas.
Un total de 130 bancos se negaron operar con la Isla en el período que analiza el texto cubano. De ellos, 75 son europeos, 21 del continente americano y 34 del resto del mundo.
No existe un solo sector económico o social que no esté afectado por el bloqueo estadounidense.
Los daños al sistema de salud nacional superan los 239 millones de dólares.
La persecución a los suministradores de insumos, equipos y tecnologías se reflejan en el desabastecimiento de medicamentos y en la situación tensa de los hospitales. Indicadores como la mortalidad infantil son un ejemplo de lo que ocurre.
Si en 2019 fallecieron cinco niños por cada mil nacidos vivos, en 2022 la tasa alcanzó la cifra de 7,5. Aunque son números envidiables para cualquier país en vías de desarrollo, para Cuba este incremento es doloroso en términos humanos y retardatario en términos demográficos.
La imposibilidad de acceder a tratamientos de primera línea para determinados tipos de cáncer en edades pediátricas es también una tragedia para los pacientes, familiares, médicos y funcionarios cubanos.
Decenas de empresas estadounidenses o sus filiales se negaron suministrarle a Cuba medicamentos por temor ser sancionados por las autoridades de su propio país.
El cerco alcanza no solo a los suministradores, sino también al transporte de cargas. Por concepto de incremento de los fletes debido a los temores de operar con Cuba, la Isla erogó 490 millones de dólares adicionales que pudieron destinarse a otros fines. El asedio llega al punto de investigar las nóminas de los barcos, pues si hay algún marinero cubano contratado, la naviera podría ser penalizada.
El turismo, por su dinamismo, también ha sido objeto de las acciones de bloqueo. Diversas medidas se tomaron para frenar el flujo de vacacionistas europeos y norteamericanos, así como las operaciones de cruceros, lo que, sin perder de vista el cerco financiero apuntado y las presiones también a aerolíneas, ha impedido la recuperación del sector, dejando de percibir más de mil millones dólares.
Así sucede en otras muchas áreas. Los ingresos dejados de recibir de manera global en el período superan los cuatro mil millones de dólares, cifra que, como dijimos antes, hubiera impactado de manera notable en el desarrollo del país.
El bloqueo también tiene correlatos políticos y sociales, así como fines subversivos. Al profundizar las dificultades, se aspira a crear condiciones que debiliten la unidad del pueblo y su apoyo a la Revolución. La emigración es una de sus consecuencias más visibles y más costosas en términos de pérdida de fuerza técnica y en términos mediáticos y simbólicos. Sin embargo, como en otras ocasiones, el efecto bumeran es un hecho, pues los cálculos de Washington siguen siendo erróneos.
Cuba ha tenido una gran victoria en la ONU. Y aunque mañana, al amanecer, como el dinosaurio de Monterroso el bloqueo seguirá activo, íntegro y genocida, tratando de rendir por hambre a un pueblo invencible, la Revolución mantendrá su curso emancipador, tal y como presagió Fidel: por sí misma y con sus propios esfuerzos.