El "ejército" israelí anunció hace varios días una operación militar limitada contra el Complejo Médico Al-Shifa, y que logró grandes éxitos en dicha operación, según alegan medios israelíes, aunque no es la primera vez que asalta el complejo,  ya que el Complejo Médico Al-Shifa fue invadido a finales de noviembre pasado y fue acompañada por muchos informes de los medios militares y de seguridad israelíes que hicieron de su ocupación un símbolo de la caída del gobierno y la resistencia de Gaza, pero la realidad pronto demostró el alcance de la exageración de los medios israelíes de su ocupación.

"Israel" no encontró en el complejo líderes de la resistencia, ni prisioneros israelíes, ni siquiera la ciudad subterránea desde la que la resistencia llevaba a cabo sus operaciones, como alegó el portavoz del "ejército" israelí, Daniel Hajari, que se bastó con fotografiar a algunos de los sótanos y presentarlos como túneles de resistencia bajo el hospital Al-Shifa, pero pronto resulta que en realidad fueron construidos por el “ejército” israelí como escondites durante la guerra con Egipto durante su ocupación de Gaza, como afirmó el exprimer ministro israelí Ehud Barak en una entrevista.

Aunque el “Ejército” israelí en su nueva invasión del Complejo Médico Al-Shifa anunció su éxito al arrestar a casi 300 miembros y asesinar a más de 50 personas que alegaba ser de la resistencia, pero lejos de la pregunta estratégica más importante que el “Ejército” israelí está tratando de saltarse y no preguntar: ¿Por qué el “Ejército” israelí necesita tales operaciones militares después de 6 meses de guerra y combates diarios en toda la Franja de Gaza, y especialmente después de que el “Ejército” israelí anunció el control total sobre la ciudad de Gaza y el norte de la Franja?.

Muchos expertos militares israelíes se han preocupado más por los resultados de la guerra estratégica israelí contra Gaza después de la nueva operación del Complejo Médico Al-Shifa, y tienen mayores dudas sobre la narrativa de la victoria abrumadora del ejército y el gobierno israelíes, y lo más importante, se han convencido más de que el “ejército” israelí no tiene una estrategia política para salir de la guerra y llevar a cabo los preparativos para el día siguiente de la guerra después de que la resistencia haya pasado de la lucha de guerrillas organizada contra el “ejército” israelí a la lucha de guerrillas dispersa que depende de células militares independientes y el enfoque de operaciones específicas y limitadas contra las fuerzas del “ejército” israelí.

Aunque "Israel" en realidad no tiene hasta el momento un único plan acordado sobre cómo será el próximo día de la guerra en Gaza, el intento más importante en este contexto lo hizo el "Ejército" israelí bajo el liderazgo del Coordinador de Asuntos Territoriales en el "Ejército", y con la asistencia del Servicio de Seguridad General de Israel "Shin Bet", quienes se comunicaron con algunas autoridades locales o empresarios palestinos para formar una administración central que comenzaría a asegurar y distribuir ayuda humanitaria y no se detendría ahí, sino que iría más allá para crear una entidad responsable de gestionar toda Gaza después de la guerra.

Pero este plan fracasó categóricamente ante el sentimiento de responsabilidad nacional por parte de las familias palestinas y otras partes locales, que emitieron posiciones rechazando cualquier intento israelí de convertirlo en un caballo de Troya para penetrar la causa palestina y su frente interno.

Desde aquí se puede entender por qué el “ejército” israelí asesinó al general de brigada Fayeq Al-Mabhouh, responsable de coordinar con las familias y los organismos locales e internacionales la distribución de ayuda humanitaria en el norte de la Franja de Gaza dentro del Complejo Médico Al-Shifa, y al mismo tiempo asesinó a un grupo de oficiales del gobierno de Gaza responsables de organizar el mecanismo para distribuir la ayuda humanitaria y protegerla.

Más bien, “Israel” también asesinó a un grupo de altas figuras de familias nacionales palestinas y bombardeó grupos de protección locales para ayuda humanitaria que se formaron en cooperación con familias palestinas y partes relevantes, y que mostró un éxito notable en la entrega de ayuda humanitaria al norte de la Franja de Gaza después de las dos masacres del "ejército" israelí: en la rotonda de Nabulsi y en la rotonda de Kuwait, que se cobraron vidas de más de mil muertos y heridos hambrientos esperando que llegue ayuda bajo las bayonetas israelíes.

Antes de eso, el asesinato de una larga lista de altos funcionarios del gobierno de Gaza en la ciudad de Rafah y el campamento de Nuseirat, que eran responsables de proteger la ayuda y garantizar su acceso a quienes la merecen en toda la Franja de Gaza, todo con el fin de crear caos social interno, al frustrar la distribución y asegurar la entrada de ayuda humanitaria y continuar proporcionándola, utilizando el arma israelí de hambre contra el pueblo palestino en Gaza.

Por todo lo anterior, está claro que el verdadero objetivo político detrás de la operación del Hospital Al-Shifa es eliminar cualquier intento de las organizaciones palestinas de ayudar a las familias palestinas nacionales y organizar la distribución de ayuda humanitaria a más de 300.000 palestinos que sufren como resultado de la política israelí de hambruna en el norte de la Franja de Gaza.

Los informes de la prensa palestina afirmaron que el mecanismo para distribuir y asegurar la ayuda se organizó durante la reunión que congregó al general de brigada Al-Mabhouh, las altas figuras de las familias de Gaza y representantes de las agencias internacionales pertinentes dentro del complejo médico de Al-Shifa, lo que socava el intento de Israel de hacer que el proceso de distribución de ayuda forme parte del plan para lograr sus objetivos militares y políticos de la guerra, mientras busca encontrar alternativas del gobierno de Hamas y el gobierno de Ramallah para distribuir esta ayuda, en implementación de la declaración del plan del Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu de que “no habrá ni Fatehistan ni Hamasistan en Gaza”.

Por lo tanto, la política israelí de matar de hambre a los residentes de la Franja de Gaza se integra con el plan de crear un núcleo para que las partes gestionen Gaza desde la puerta de distribución de ayuda humanitaria, y de crear una alternativa local no sólo lejos de Hamas y Fatah, sino también lejos de cualquier dimensión política de la causa palestina, en consonancia con los planes israelíes para el día después de la guerra, cuyos pilares más destacados son el control militar y la completa libertad de acción militar israelí en todas las zonas de la Franja de Gaza, aunque no asumir cualquier responsabilidad civil o gubernamental de gestionar la vida en Gaza como una fuerza de ocupación, e incluso ponerla sobre los hombros de la comunidad internacional asignando su apoyo a aquellos organismos administrativos que quiere Israel crearla lejos de la voluntad nacional palestina y, lo que es más importante, lejos de cualquier dimensión política de la causa palestina, incluso si eso es sólo hablar de un horizonte político para una solución de dos Estados sin garantías internacionales ni compromisos israelíes.

Así, la guerra israelí contra Gaza logra sus objetivos más peligrosos, que es acabar con el mayor apoyo nacional de la causa palestina y su resistencia, representada por la Franja de Gaza -en caso de que fracase el plan para desplazarla- y sostener la separación de Gaza de Cisjordania, y transformar la causa palestina en cuestiones de vida que busquen proporcionar alimentos, bebidas y los elementos básicos de la vida diaria para el ciudadano de Gaza.