Mientras la plana mayor del fascismo israelí continuaba con la idea -demencial- de atacar Irán, la República Islámica le respondió con una estocada muy cerca del corazón. El hecho, que seguramente va a traer consecuencias que aún son difíciles de prever, tiene como protagonista a la Inteligencia iraní que, a través de un ataque cibernético, pudo penetrar en una de las centrales de datos estratégicos de la entidad sionista y apoderarse de miles de archivos altamente sensibles. Documentos variados de orden militar y muchos de ellos ligados al poderío nuclear sionista y sus planes de expansión.  
 
El golpe, de características espectaculares, recuerda obligatoriamente al impacto y la sorpresa que en su momento sufrieron el imperio estadounidense y las grandes corporaciones, cuando a partir de 2006, el periodista e investigador Julián Assange fundó el colectivo Wikileaks, y puso sobre la superficie miles de documentos, videos, audios y fotos que dejaban a la intemperie el accionar de Estados Unidos y sus aliados en distintas guerras, corrupciones, intervenciones ilegales y un largo etcétera. 

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Esta vez seguramente se va a vivir algo parecido ya que el volumen de documentación obtenida por Irán hace unos meses, y que ahora se ha decidido informarlo públicamente, promete ser fundamental para saber cuáles son las apetencias imperiales del sionismo, partiendo de la necesidad que tiene su cúpula dirigente de seguir "huyendo hacia adelante" para auto-protegerse de lo que más temprano que tarde les caerá encima.

Pero, es interesante comprobar que este "golpe de guerra" sin un solo disparo, la República Islámica lo ejecuta a sabiendas que Netanyahu está engolosinado con atacar el complejo militar iraní, mientras a la vez continúa el genocidio en Gaza, amenaza con anexarse la Cisjordania ocupada y desfila con sus tanques en la Siria comandada por un ex-Al Qaeda.

De pronto, el cielo se oscureció para "Bibi" y todo su poderío bélico ultra protegido por sus socios de Washington han quedado al descubierto. Cada uno de sus eslabones de guerra hoy deben estar siendo analizados, localizados y prontos a destruir si los sionistas osan cometer el mayor error de su existencia, atacando Teherán o cualquier enclave militar o civil iraní.
 
Lo cierto, es que a pesar del genocidio contra el pueblo palestino, por el que algun día rendirá cuentas en el Nüremberg del Eje de la Resistencia, la cúpula israelí huele a derrota. Son múltiples las razones de esta frase que usamos cada vez más quienes seguimos informativamente la situación que se viene dando en Palestina. A saber: es innegable que la batalla política protagonizada desde 1948, en el que la entidad ilegal sionista se asentó sobre el territorio de un pueblo preexistente y provocó la Naqba, hoy está prácticamente perdida. El famoso victimismo que los popes israelíes mostraban como tarjeta de presentación ya ha caducado. Ellos son solo y nada menos, criminales de lesa humanidad, asesinos seriales, personajes dispuestos a realizar las acciones más crueles y siniestras contra la población civil palestina. De aquel discurso oportunista al reconocimiento masivo de que se han convertido en una estructura militar infanticida, es algo que muchos en el mundo se animan a expresarlo. Incluidos los valientes judíos antisionistas que se levantan contra el monstruo que gobierna en Tel Aviv.

También es innegable que la evidencia de los crímenes cometidos a diarios y a la luz del día, destruyendo Gaza y gran parte de su población, usando bombas pero también la hambruna impuesta adrede para humillar al heroico pueblo palestino, provocan que los israelíes sean boicoteados con cada vez más asiduidad cuando viajan por el mundo. Les pasa a sus artistas, deportistas, gente de la cultura y por supuesto a los pocos dirigentes que se animan a desafiar las órdenes de captura dictadas contra muchos de ellos acusados de genocidio.
 
No pueden ni podrán vivir tranquilos los sionistas israelíes, no solamente porque su aeropuerto Ben Gurión y algún otro de la zona, se ha convertido en un colador por culpa de los misiles hipersónicos enviados casi todos los días por el gobierno revolucionario e internacionalista de Yemen, sino porque, como en una película de suspenso, todo indica que pronto se sabrán muchos de sus secretos. Irán, que no necesita ladrar tanto como lo hacen los Ben-Gvir o los Smotrich, les ha enviado un mensaje claro con esta operación: están en paños menores, dejen de amenazar con más guerra. En esa situación, no sería recomendable que intenten suicidarse atacando por despecho, ya que pueden terminar sufriendo la mayor de las derrotas. 
 
No sabemos cómo se denomina esta operación de la Inteligencia iraní, pero sí estamos seguros que es lo más parecido a un homenaje a los luchadores de la Resistencia palestina que están poniendo el cuerpo en el más desigual de los combates, y a pesar de ello vaya que obtienen victorias.