El Corredor Ferroviario Transafgano transformará el panorama comercial regional
El autor del artículo FM Shakil señala que, Uzbekistán, Afganistán y Pakistán acaban de firmar el contrato para construir el Ferrocarril Transafgano de cuatro mil 800 millones de dólares, cuyo objetivo es reducir los costos comerciales hasta en un 40 por ciento y conectar Asia Central con los puertos del Mar Arábigo. ¿Funcionará o seguirá siendo un sueño?
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El Corredor Ferroviario Transafgano transformará el panorama comercial regional.
Un reciente impulso al proyecto del Ferrocarril Transafgano ha facilitado la conexión entre Uzbekistán, Pakistán y Afganistán por tierra.
En una ceremonia de firma celebrada en Kabul el 17 de julio, las tres naciones finalmente acordaron el corredor vital, lo que representa un gran avance. Tras el acuerdo sobre la ruta, los tres países iniciarán ahora un estudio de viabilidad para la conexión ferroviaria Naibabad-Kharlachi. Este proyecto conectará Peshawar, Tashkent y Kabul, y se extenderá posteriormente a los puertos de Gwadar y Karachi. Se estima que el costo final del proyecto será de cuatro mil 800 millones de dólares.
El viceprimer ministro Ishaq Dar, junto con el ministro de ferrocarriles y altos funcionarios, viajó a Kabul para participar en una reunión trilateral sobre la reciente expresión de la intención de Pakistán de acelerar la finalización del corredor ferroviario Uzbeko-Afgano-Pakistán (UAP).
Plan para unir regiones
La estrategia de Uzbekistán hacia Afganistán no es solo una mano tendida para la ayuda y el comercio, sino un ambicioso plan para transformar el panorama de la integración regional. La joya de la corona de esta agenda es el Ferrocarril Uzbekistán-Afganistán-Pakistán, conocido popularmente como el Corredor Transafgano. Esta línea ferroviaria está a punto de entrar en funcionamiento, conectando Asia Central con los activos puertos de Karachi y Gwadar, en Pakistán, en el Mar Arábigo, a su paso por Afganistán.
En mayo de 2023, Uzbekistán abrió las puertas a una oficina de proyectos encargada de dirigir la construcción del ferrocarril en Tashkent, con ramales en Kabul e Islamabad.
Para julio, la ruta final, Termez-Naibabad-Logar-Kharlachi, quedó definitivamente establecida, y en agosto, los primeros vagones de carga llegaron a la estación de Naibabad, remodelada por Uzbekistán, lo que marcó un gran avance en la conectividad regional. El año pasado, Uzbekistán firmó un acuerdo con Afganistán y los Emiratos Árabes Unidos para iniciar un estudio de viabilidad del ferrocarril.
Con el inicio previsto de la construcción este año, se prevé que la línea ferroviaria, con una impresionante extensión de 648 kilómetros y un coste de entre cutaro mil 800 y seis mil millones de dólares, esté terminada en un plazo de cinco años.
Se espera que este corredor ferroviario reduzca los costos de transporte hacia y desde los puertos del Océano Índico una vez que entre en funcionamiento. Reducirá el costo entre un 30 por ciento y un 40 por ciento. Para cuando entre en funcionamiento en 2030, el volumen anual de carga podría dispararse a 22 millones de toneladas, alcanzando los 34 millones de toneladas en 2040. Se prevé que Afganistán gestione más del 20 por cieno de esta carga.
Interacciones comerciales regionales
Uzbekistán, Afganistán, Pakistán, China y Rusia mantenían conexiones comerciales inclusivas entre sí. En los últimos años, el volumen del comercio bilateral de Uzbekistán con Afganistán ha experimentado un aumento constante, con el paso del tiempo.
Las cifras del Ministerio de Inversión, Industria y Comercio de Uzbekistán muestran que Afganistán se ha convertido en el quinto mayor mercado de exportación del país. En 2023, el comercio bilateral alcanzó la impresionante cifra de 866 millones de dólares. Para 2024, se había disparado a mil 100 millones de dólares, gracias a las exportaciones uzbekas. Ambos países aspiran a aumentar esta cifra a tres mil millones de dólares en un futuro próximo.
De igual manera, Pakistán está principalmente interesado en mejorar sus conexiones con Asia Central por razones geopolíticas y económicas. Algunos ejemplos de ello incluyen la posibilidad de alianzas energéticas, la expansión del comercio y la entrada a nuevos mercados. Planea aprovechar su ubicación estratégica para abrir oportunidades de comercio y tránsito con países de Asia Central y otros países, especialmente a través de iniciativas como el Corredor Económico China-Pakistán (CPEC).
Asimismo, las últimas cifras de la Administración General de Aduanas de China (GTU) revelan que las exportaciones de Beijing a Asia Central alcanzaron aproximadamente 286 mil 420 millones de yuanes (39 mil 930 millones de dólares) en el primer semestre de 2025, estableciendo un nuevo récord en comparación con períodos correspondientes de los años anteriores.
En los primeros cinco meses de este año, China ha abierto sus puertas al exterior, importando productos agrícolas de los cinco países de Asia Central por un valor de cutaro mil 360 millones de yuanes, lo que representa un considerable aumento del 26,9 por ciento con respecto al año pasado. Entre ellos, las importaciones de linaza de Kazajistán se dispararon un 202,1 por ciento, las pasas de Uzbekistán aumentaron un 153,7 por ciento y la miel de Kirguistán experimentó un asombroso aumento de 10,9 veces.
La creación de un corredor ferroviario fiable, sin duda, mejoraría la competitividad de China al facilitar un transporte de mercancías más fluido y económico desde los Estados de Asia Central.
Preocupaciones en el ámbito político y comercial
Sin embargo, los legisladores de Peshawar se muestran escépticos sobre la viabilidad del proyecto, dada la actual crisis financiera de Islamabad. Quedan dudas sobre si la clase dirigente pakistaní realmente podrá trazar su propio rumbo y priorizar el bienestar económico del ciudadano común.
Según las palabras del exsenador y líder del Partido Popular de Pakistán (PPP), Zahid Khan, esta iniciativa es más bien una quimera y es probable que sea sólo un sueño lejano hasta que Pakistán pueda tomar el toro por los cuernos y diseñar sus propias políticas económicas, adaptadas a sus circunstancias regionales únicas.
En declaraciones a Al Mayadeen English, le dice: "Estos proyectos son simplemente una cortina de humo para desviar la ira del público de las duras verdades, especialmente cuando la economía pende de un hilo y las masas están saliendo a las calles para expresar su descontento por los exorbitantes precios de los alimentos y las abultadas facturas de electricidad".
Khan enfatiza además que la reputación de Islamabad sufrió un golpe cuando abandonó el proyecto del gasoducto Irán-Pakistán (IP) y le dio la espalda a las importaciones de petróleo crudo de Rusia, todo mientras la nación con armas nucleares luchaba con una crisis energética en curso.
En una entrevista para Al Mayadeen English, Zia Ul Haq Sarhadi, director y coordinador de la Cámara de Comercio e Industria Conjunta Pakistán-Afganistán (PAJCCI), señaló que todo el proceso de acercamiento entre el Sudeste Asiático y el Medio Oriente (Asia Occidental) a Asia Central y el Cáucaso depende de Afganistán y Pakistán.
Si logran atar los cabos sueltos del Ferrocarril Transafgano, será un verdadero punto de inflexión para una Eurasia unida. Es urgente que los países de la región se sumen a este nuevo corredor y dejen de lado sus reservas. Atender sus preocupaciones y aclarar los hechos es fundamental para garantizar que esta conexión ferroviaria se convierta en un componente vital del comercio regional, uniendo a China, Irán, Pakistán, Rusia, Afganistán y los países de Asia Central», añadió.
¿Quién le pondrá el cascabel al gato?
El proyecto del Ferrocarril Transafgano enfrenta importantes desafíos financieros debido a la incapacidad de una sola entidad para cumplir con el requisito multimillonario. En 2020, los tres grupos se acercaron a instituciones financieras internacionales y a la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo (CFD) de Estados Unidos para solicitar financiación. Sin embargo, surgieron cifras contradictorias que pusieron de relieve las dificultades financieras: Taskent estimó 4,6 millones de dólares, mientras que Islamabad aportó la considerable suma de ocho mil millones.
Los talibanes tienen múltiples objetivos al acercarse a Rusia y Kazajistán, uno de los cuales es impulsar la conectividad regional mediante el proyecto del Ferrocarril Transafgano. Además de sentar las bases para unas relaciones más estrechas entre estos estados, esta iniciativa acerca a Kabul a los rentables mercados de exportación de Asia Central.