Algunos creen que la señal S.O.S. significa "Save Our Ship" ("salven nuestro barco"), "Save Our Souls" ("salven nuestras almas")​ o "Send Out Succour" ("envíen socorro"), sin embargo, es más que eso, es el grito de un mundo desesperado que se niega a morir ante la arremetida abusiva del uso de los recursos.

Según los últimos informes de las Naciones Unidas, miles de científicos y revisores gubernamentales coincidieron en que limitar el aumento de la temperatura global a no más de 1,5 °C no ayudaría a evitar los peores impactos climáticos y a mantener un clima habitable. Esos umbrales hoy son insuficientes, y es el propio hombre el culpable de amenazar su propia existencia.

Son retos que la  30.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima que se celebrará del 6 al 21 de noviembre de 2025 en Belém, Brasil, enfrentará . Allí estarán  líderes mundiales, científicos, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil para debatir las medidas prioritarias para hacer frente al cambio climático y, ya Estados Unidos dijo que no enviará a ningún funcionario de alto nivel, mientras el presidente Donald Trump se centra su política  en impulsar la industria de los combustibles fósiles.

Mientras, el Gobierno brasileño dijo hace pocos días que prevé la presencia de 57 jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre de líderes que se celebrará los días 6 y 7 de noviembre en la ciudad de Belém, en vísperas del inicio de la conferencia sobre cambio climático de la ONU (COP 30).

La cumbre reunirá a delegaciones de 143 países, de las cuales poco más de un tercio estarán encabezadas por sus respectivos líderes nacionales, informó en una rueda de prensa en Brasilia el secretario de Clima del Ministerio de Relaciones Exteriores, el embajador Mauricio Lyrio.

Por su parte la ministra de Medio Ambiente de Brasil,  Marina Silva, confía  en que los líderes mundiales envíen  un “mensaje”  a la conferencia sobre las causas del cambio climático y apoyen la transición energética “gradual y justa” de los combustibles fósiles a las fuentes renovables, así como el fin de la deforestación.

Como es costumbre en la cercanía de estos eventos, las alarma suenan con más fuerza, los informes de los hombres de ciencia alertan de escenarios apocalípticos, la vida misma de los humanos está en peligro.

Un artículo que publica el sitio https://phys.org/news aborda los resultados de estudios de científicos, entre ellos William J Ripple,  sobre el estado del clima en 2025: un planeta al borde del abismo, en el cual advierten que la “humanidad se encamina hacia el “caos climático”.

Mientras Donald Trump, el  “sabio” presidente de Estados Unidos, niega el fenómeno y buscas acuerdos para impulsar negocios de explotación de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón)  y  a la vez que las industrias y los individuos de todo el mundo quemaron cantidades récord de petróleo, gas y carbón el año pasado, liberando más gases de efecto invernadero que nunca, según un nuevo informe elaborado por un grupo de científicos destacados, que advierte de que la humanidad se precipita hacia el “caos climático”.

Y aún así, Trump dijo en la ONU que "Este cambio climático es, en mi opinión, la mayor estafa jamás perpetrada contra el mundo. Todas estas predicciones hechas por las Naciones Unidas y muchos otros, a menudo por razones erróneas, estaban equivocadas. Fueron hechas por personas estúpidas que han costado fortunas a sus países y no han dado a esos mismos países ninguna posibilidad de éxito. Si no se alejan de esta estafa verde, sus países van a fracasar".

El desmentido es grande, solo habría que mirar el reciente paso del huracán Melissa por el  Caribe, en el hemisferio occidental, con vientos y lluvias que desolaron a Jamaica, Haití y el oriente de Cuba. Algo parecido ocurre con tifones y tormentas en otras partes del universo.

El aumento del uso mundial de combustibles fósiles en 2024 contribuyó a fenómenos meteorológicos extremos y desastres devastadores, como olas de calor, tormentas, inundaciones e incendios forestales, indican expertos.

Las señales vitales del planeta están en rojo, precisaron los científicos en su informe anual sobre el estado del clima, y advirtieron que “la ventana para evitar los peores resultados se está cerrando rápidamente”..

Algunas de las “señales vitales” más alarmantes de la Tierra, según los investigadores, son el calor récord en los océanos que está devastando los arrecifes de coral, el rápido retroceso de las capas de hielo y el aumento de las pérdidas de bosques quemados en incendios en todo el mundo., estimó Ripple, coautor principal del informe y profesor de la Universidad Estatal de Oregón.

Los hombres de ciencia sostienen  que la intensidad extrema del huracán Melissa de es otra señal de cómo el cambio climático está amenazando vidas y comunidades a una escala sin precedentes.

Para el académico cambiar a electricidad limpia, transporte limpio, menos vacas lecheras y de carne y otras fuentes de gases nocivos, es un ejercicio perentorio.

Aunque las energías renovables avanzan a un ritmo vertiginoso,  como en China, el principal emisor de gases, el uso total de combustibles fósiles aumentó  en el mundo un 1,5 por ciento en 2024, según los investigadores, que citan datos  verificables.

El informe al que se refiere el sitiohttps://phys.org/news  señala que las temperaturas más altas están contribuyendo al aumento de la demanda de electricidad.  “Es de vital importancia evitar cada fracción de grado de calentamiento”, escribieron los científicos. “Estamos entrando en un periodo en el que solo una acción audaz y coordinada puede evitar resultados catastróficos”, por lo que había que preguntarse qué tanto podrá avanzarse en la cumbre de Brasil.

Habrá respuesta a las alertas del informe, publicado en la revista BioScience, sobre la sexta evaluación anual del clima de Ripple y sus colegas. Eso es algo impredecible cuando líderes de países como Estados Unidos dan la espalda a las necesidades del mundo.

Los esfuerzos del presidente Trump y su administración por impulsar la producción de petróleo, gas y carbón amenazan seriamente con ralentizar el cambio hacia las energías limpias, según Michael Mann, científico climático y profesor de la Universidad de Pensilvania.

“Es un escándalo que Estados Unidos se esté retirando de cualquier esfuerzo por abordar los retos medioambientales”, sostuvo Peter Gleick, cofundador y miembro senior del Pacific Institute, un grupo de expertos de Oakland.

Pero, según Ripple, lo que suceda en la cumbre de Brasil “ podría ser un punto de inflexión si los países se comprometen a realizar cambios audaces y transformadores”.

En el S.O.S. los científicos abogan por exigir “un cambio profundo y sistémico en la forma en que las sociedades valoran la naturaleza, diseñan las economías, consumen los recursos y definen el progreso”.

Evidentemente se acerca el momento en que la naturaleza no aguante más y se llegue al mundo de las sombras.