"Israel"...no hay más opción que la fuerza
Ya no hay lugar a dudas de que el gobierno israelí no quiere un acuerdo, sino que busca la guerra, sobre todo porque la realidad árabe lo anima a cometer más actos insensatos, "porque quien se siente a salvo del castigo comete el mal".
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"Israel"...no hay más opción que la fuerza.
"En el amor y en la guerra todo se vale". Como "Israel" no conoce el amor, ahora tiene todas las opciones abiertas en su guerra contra la región donde reside.
La hostilidad sionista ya no se limita a los estados árabes. Irán ha sido blanco de ataques en varias ocasiones, las amenazas israelíes contra Turquía se intensifican y parece haber comenzado un enfrentamiento entre ambas partes, si no directamente, sí en suelo sirio.
Turquía es el competidor más poderoso y amenazante de "Israel" A pesar de la renuencia de ambas partes a participar en una confrontación, el "exceso de poder" de Turquía y las tentaciones de expansión dentro de Siria chocarán inevitablemente con el rechazo de "Israel" a dicha confrontación, que está dispuesto a impedirla por la fuerza.
Los "mecanismos de autoequilibrio" rigen la región e impiden que un estado domine a otro. Irán ha contribuido a limitar las ambiciones expansionistas israelíes, y "Tel Aviv" ha limitado la expansión iraní, que se acentuó tras la ocupación estadounidense de Irak. La misma situación se aplica a la rivalidad turco-israelí en Siria.
El principio israelí de rechazar la paz...
Ya no cabe duda de que el actual gobierno israelí no busca un acuerdo, sino la guerra y la creación de más tensiones en la región, sobre todo, porque la realidad árabe lo anima a cometer más actos insensatos.
El exceso de poder que siente "Israel" es un reflejo de sus acciones desde el Diluvio de Al-Aqsa, incluyendo la destrucción de toda la Franja de Gaza, su guerra contra Líbano y el asesinato del secretario general de Hizbullah, sayyed Hassan Nasrallah. Esto se suma a sus continuos ataques contra Siria y Yemen, y su entrada en una confrontación directa con Irán.
La situación no se detuvo ahí; fue más allá, con rumores de que "Israel" ataca posiciones y armas turcas en Siria, una clara indicación de su rechazo a cualquier presencia turca en Siria y su determinación de impedirla por la fuerza si fuera necesario.
"Israel" solía utilizar la presencia iraní en territorio sirio como pretexto para sus ataques, y hoy la presencia turca se ha convertido en uno de esos pretextos. Con la importante ventaja de ser aliado occidental y miembro de la OTAN, Turquía también mantiene buenas relaciones comerciales con "Israel" además de la buena relación entre el presidente Erdogan y Trump, lo que impulsó a este último a pedirle a Netanyahu que coordinara con Turquía la situación en Siria.
"Israel" logró convertir el Diluvio de Al Aqsa en el "11 de septiembre de 'Israel'", utilizándola para justificar sus ataques contra países de la región, ignorando la opinión pública internacional o las posturas de algunos países que a menudo han sido amigos de "Tel Aviv", como sucedió recientemente con Qatar.
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El excedente de poder de "Israel" coincidió con la llegada de Netanyahu (quien atraviesa problemas internos) como primer ministro, quien se considera un líder histórico capaz de hacer realidad el sueño del "Gran Israel" desde el Éufrates hasta el Nilo.
La agresión israelí contra Qatar...
No vamos a analizar la postura de Qatar respecto a la entidad sionista, el papel que ha desempeñado desde el estallido de la Primavera Árabe ni su deseo de ocupar un lugar fundamental en la región, independientemente de la naturaleza de mismo.
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Aprovechar las contradicciones es una política que Qatar ha dominado y empleado a su favor, en la búsqueda de un papel funcional más allá de sus limitadas capacidades y liberarse de su "complejo de pequeñez".
El ataque a Qatar, lo constituye contra la nación árabe, cuyas políticas erróneas de gobernantes han contribuido a su actual estado de humillación y degradación. Estas políticas a menudo han llevado a un estado de "rechazo silencioso" por parte de su pueblo, que ya no puede soportar las consecuencias y la carga de trabajar para derrocarlos, especialmente porque los resultados no serán necesariamente alentadores, como lo ha demostrado la experiencia.
El bombardeo sionista no habría ocurrido sin la aprobación de Trump. ¿Cómo podrían los misiles penetrar el espacio aéreo qatarí dada la presencia de la base estadounidense Al Udeid?
Esta base, tuvo un papel fundamental en la ocupación y destrucción de Irak, también logró interceptar numerosos misiles iraníes dirigidos contra Qatar, pero no impidió la caída de los misiles israelíes. Esto significa que Estados Unidos es quien las controla, y que la existencia de dichas bases no protegerá a los países que las albergan.
Los cientos de miles de millones pagados a Trump durante su gira por la región no intercedieron por sus gobernantes. El apoyo estadounidense a "Israel" es un compromiso indiscutible, independientemente de quién ocupe la Casa Blanca, ya sea republicano o demócrata.
El silencio de algunos países árabes ante los ataques israelíes contra Siria, Líbano y Yemen les ha hecho creer que son inmunes a sus males. Sin embargo, los hechos confirman que las ambiciones sionistas son ilimitadas y que otros países de la región no son inmunes.
El uso del espacio aéreo sirio en la agresión sionista contra Qatar confirma la falta de respeto de "Israel" al principio de soberanía estatal y coloca al gobierno sirio en una grave situación embarazosa ante su pueblo, especialmente porque ha declarado su deseo de paz, mientras que la otra parte insiste en negarse a estrecharle la mano extendida.
La era de la soberanía de los estados árabes sobre su espacio aéreo es cosa del pasado. Tras lo sucedido a Qatar, Arabia Saudita se ha convertido en el ojo del huracán, sobre todo porque forma parte del proyecto del "Gran 'Israel'", mientras que Qatar está fuera de él, y aun así fue atacado. Qatar ya no puede ocupar el lugar de mediador con la parte palestina. La respuesta israelí fue clara y, desde su perspectiva, es un juego de suma cero, sin ningún futuro para Hamas en Doha.
Cuando Ismail Haniyeh fue asesinado en Teherán, se habló de que la presencia de los líderes de Hamas en Qatar les brindaba mayor seguridad. Hoy, sin embargo, eso ha cambiado, y la revisión de la situación general por parte del gobierno qatarí concluirá que los miembros del movimiento deben abandonar Doha, y tal vez el asunto vuelva a Egipto, limitando el papel del Golfo al apoyo financiero y político.
El debilitamiento de los estados árabes del norte (Egipto, Siria e Irak) ha brindado a los países del Golfo la oportunidad de fortalecer su papel y posición, pero el vacío que ha creado tendrá repercusiones significativas para todos los países de la región.
Continúan los ataques contra Siria...
Lo extraño es que, cada vez que se habla de preparar una nueva ronda de conversaciones entre las partes siria e israelí, "Israel" comete más violaciones del territorio sirio.
El objetivo de estos ataques no es solo mejorar la posición negociadora israelí, sino también enfatizar que estas no impedirán que "Tel Aviv" cambie una realidad que le desagrada.
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No hay espacio para una Siria unificada, una realidad que "Israel" busca consolidar aprovechando la fragmentación interna y la incapacidad del gobierno sirio para unificar la postura popular y comprender las preocupaciones de muchos sectores de la sociedad siria.
Es imposible hablar de paz con el mundo exterior si no hay paz entre los propios sirios, y afrontar las crisis internas buscando acuerdos externos es una idea errónea.
El renovado debate sobre la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad transmite un mensaje claro sobre la opinión de la comunidad internacional sobre el gobierno de transición y su incapacidad para contener la situación.
El desarme implica despojar al Estado de su soberanía sobre todo su territorio, algo que "Israel" pretende consolidar en el sur de Siria utilizando la carta drusa y su capacidad para normalizar la situación. Los ataques se han vuelto casi cotidianos, y el silencio popular es más peligroso que el de los gobiernos.
Hablar de elecciones a la Asamblea Popular parece inexacto. Quizás sea más preciso decir que son la selección de los miembros de la Asamblea Popular por parte del Presidente de la República, del comité designado por él y de quienes los eligieron para constituir el órgano electoral. Esto significa que los miembros serán de una sola ideología y, por lo tanto, no se puede afirmar que representen a todos los componentes del pueblo sirio.
Siria está dividida sobre el terreno, y la solución solo puede llegar mediante un enfoque político de la situación en una mesa de diálogo abierta a todos, no una cerrada y limitada al grupo gobernante.
Han comenzado a formarse numerosos grupos y organizaciones políticas de oposición, lo cual es natural e inevitable, y se atribuye al régimen, no a su contra, especialmente si este puede proporcionarles el entorno adecuado para operar desde dentro de Siria y no desde fuera.
El fin de los regímenes gobernantes reside en su indiferencia hacia las opiniones ajenas, sus esfuerzos por silenciar toda voz opositora y su caída en el engaño promovido por el coro de aduladores que los rodea. Lo cierto es que cada régimen político genera una oposición propia. Si esta es madura y fuerte, eso indica la fuerza y el poder del régimen, y viceversa.
La intención y el deseo no bastan para resolver los problemas; más bien, hay que buscar soluciones, que solo se pueden alcanzar mediante el intercambio de ideas. En este punto, la importancia de retomar la actividad política se hace evidente como una necesidad urgente. El objetivo de los partidos políticos es permitir que las personas se definan como grupos con visiones e intereses compartidos, no sectarios, sino ideológicos.
Casi diez meses después de la caída del régimen en Siria, resulta útil reconocer que hay cuestiones en las que hemos llegado a un punto muerto, y que es necesario dar un paso atrás, recuperar el aliento y reflexionar sobre los próximos pasos.
Es evidente que muchos sirios buscan recuperar el espacio político público, y esto no debería preocupar a las autoridades. La existencia de partidos políticos está ligada a la naturaleza misma del Estado moderno, ya que, en última instancia, frena las tendencias sectarias y elimina la noción de identidades subnacionales.
Fortalecer nuestro frente interno es el primer paso necesario para enfrentarnos al mundo exterior. El mundo exterior está conspirando, y el mundo interior no debe permanecer frágil.